"Nosotros le dijimos a Roma todo el tiempo: la condición sine qua non para trabajar juntos con Roma es permanecer como somos”
Hemos extractado algunas de las frases más importantes del sermón dado por Monseñor Fellay en California el 10 de mayo. Nuestros comentarios en rojo.
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El papa Francisco le dijo
al Cardenal Castrillón “Yo nunca dañaría a la Fraternidad”. Y a uno de nuestros
sacerdotes “yo nunca evitaré que la gente vaya con ustedes, con la Fraternidad”. ¡Francisco nos apoya!
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En Argentina, el Estado
reconoció a la Fraternidad como una entidad católica pues recibió una carta del
Cardenal local, y lo hizo porque fue una intervención personal del papa. ¡Francisco nos apoya y nos estima!
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Un día (Francisco) le
dijo a uno de nuestros sacerdotes “Si ustedes quieren que sus hijos pierdan la
fe, envíelos a mis escuelas”. En Argentina. Esto significa que él sabe, él sabe
la situación, la situación de las escuelas Con esto, él está aceptando que
nosotros no hacemos esto, al contrario, nosotros mantenemos la fe. Nosotros
defendemos la fe. Y así tenemos por un lado un papa que reconoce que nosotros
hacemos el bien. ¡Francisco está con nosotros!
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Si Dios no hace nada, si
deja que las cosas sigan como están ahora, en pocos meses tendremos a la
Iglesia despedazada, se caerá a pedazos… gracias a Dios hay dos lados, están
los que dicen: si el papa hace esto, yo resistiré en la fe: Cardenal Burke.
Tenemos al Cardenal Sarah, prefecto de la liturgia, que dice que la Iglesia en
África jamás aceptará tal cosa,… ¡Éstos son los buenos! y ¿qué hace el papa? Deja que las cosas sigan.
La confusión no hará más que continuar en Roma. … Trágicamente esta es la
situación. En cuanto a nosotros, lo sostenemos, somos católicos. Por lo que nos
negamos a romper con la Iglesia Católica. Y cuando decimos Iglesia Católica, decimos
que es la que tenemos frente a nuestros ojos. Es la Iglesia visible con su
cabeza que es el papa, por el que rezamos (claro que no podemos seguirlo en
todo, hay que hacer distinciones). Nada de distinciones entre Iglesia Católica e iglesia conciliar.
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Y ahora, ¿qué está
pasando entre Roma y nosotros? En 2012, después de 2 años de discusiones
doctrinales… la conclusión fue un texto que yo debía firmar y me negué dije que
no porque era ambiguo. Y entonces presentó uno menos ambiguo, que ellos no aceptaron.
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Entonces lo que es tradicional en el concilio lo aceptamos, lo que es dudoso, lo aceptamos solamente en el sentido que la Iglesia siempre lo ha aceptado, y lo que se oponga lo rechazamos. Dicho de otro modo: lo tradicional + lo dudoso = 95%. Lo opuesto = 5%.
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Entonces lo que es tradicional en el concilio lo aceptamos, lo que es dudoso, lo aceptamos solamente en el sentido que la Iglesia siempre lo ha aceptado, y lo que se oponga lo rechazamos. Dicho de otro modo: lo tradicional + lo dudoso = 95%. Lo opuesto = 5%.
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Ahora tenemos un nuevo
papa que parece ser más fuerte, pero no hay evolución. ¡Qué pena que no se evoluciona hacia el acuerdo!
[…]
La situación está
completamente bloqueada. ¡Qué pena!
[…]
Todos estos obispos liberales del ala derecha están
a nuestro favor en Roma, hemos hablado con ellos sobre los problemas del
ecumenismo, colegialidad, libertad religiosa, y lo que es muy interesante es
que todos estos obispos dijeron “Roma no
puede imponerles estos textos, ustedes son católicos”. ¡Muy interesante! ¡Lo que dicen esos herejes liberales de sensibilidad tradicional es muy interesante! Todos ellos lo
dijeron, ustedes son católicos, y todo lo que tendrían que hacer para un
reconocimiento es la profesión de fe, el Credo, lo que llamamos la profesión de
fe del Concilio de Trento. Todos ellos lo dijeron. ¡Oh! Si todos ellos lo dijeron... ¡es porque entonces realmente somos católicos! Todos ellos dijeron “La Iglesia los necesita”. ¡Ooooooohhhhh! ¡Snif! ¡Muy bien!
¡Eso es muy bueno! ¡Extraordinario, Monseñor, extraordinario! Pero si quieren una mano, ¿cómo vamos a trabajar? Y todos
ellos dijeron, “no, ustedes deben
permanecer como son”, ¡pero Roma quiere que aceptemos el concilio! De
nuevo, vamos en círculos. Nosotros le dijimos a Roma todo el tiempo “la condición sine qua non para trabajar
juntos con Roma es permanecer como somos”. ¡Ah! ¡¡¡Ahora resulta de que ya no son tres las condiciones sin qua non para el acuerdo con Roma, sino sólo una: "que nos acepten tal como somos"!!! Permanecer como somos nos da la
posibilidad de atacar los errores y se lo dijimos a Roma. Les dijimos, “estas son nuestras condiciones”. Pero
esto es imposible, ¿cómo aceptará el papa si será atacado? Y así se los dijimos
“estas son nuestras condiciones y no
cambiaremos”. Sin embargo, no nos excomulgaron. Yo creo que esta es una
protección de Dios. Al revés: la excomunión es una protección de Dios. Por haber levantado la decretada en contra de los Obispos, la FSSPX se va a llenar de liberales, de cobardes y de sodomitas. Y esta es nuestra situación, es una contradicción, yo lo
reconozco, es confusa, sí, pero no hay otro camino. Y lo que es consolador y
muy interesante, es que entre más vamos, más se desintegra la Madre Iglesia, se
demuele. Se hace más y más débil. Y entre más vamos, más gente de mentalidad
tradicional sale. Las generaciones jóvenes, sacerdotes jóvenes, seminaristas,
obispos, se vuelven más y más tradicionales… ¡Oh, sí! ¿De nuevo con eso de los brotes primaverales? Hay obispos que nos piden retiros
para sus sacerdotes. No es fácil, realmente no es fácil, pero ha pasado varias
veces. Sí, de nuevo con los brotes primaverales...
[…]
Si esto sucede es porque Dios lo permite. Si Dios permite que suceda no
es para acabarnos, nuestro primer deber es rogar a Dios que a través de estas
circunstancias, por su Gracia, estemos más cerca de Él. Crecer en la virtud,
ser más valientes, crecer en la fe, en la esperanza, en la caridad. Miren a
todas las almas alrededor de nosotros, no tienen las gracias que nosotros sí
tenemos. ¿Qué hacemos con ellos? Cuando vemos los escándalos, cuando vemos al
papa, a los cardenales, a los obispos decir cosas tontas: estamos listos para
criticarlos, y rápidamente, sí, y corregirlos, pero ¿ustedes creen que esto lo ayudará? La oración lo hará. Orar por su conversión, lo hará. ¿Confían o no en
Dios? ¿Creen o no que Dios es capaz de convertir a un obispo o al papa? Hay que
tener confianza como de un niño hacia su Padre, abandonarnos completamente… Y combatir resueltamente, Monseñor, y renunciar a las palabras ambiguas y a los medios impuros de la humana diplomacia y a otras estratagemas mundanas (como el branding de la Neo-FSSPX), al secretismo, a la sistemática cobardía delante del enemigo romano, a las sanciones injustas y demás medidas tiránicas, y a las intrigas.