Reconquista (extracto)
1. Nos preguntamos lo que Mons. Fellay considera como muy grave. ¿Se trata únicamente de faltas contra la moral, o bien la “rebelión contra la autoridad", la corrección de faltas de ortografías a una carta anónima, o el envío de correos privados desaprobando la política de la casa General entran en esta categoría de cosas serias? La consagración episcopal sin mandato romano, ¿es una cosa muy grave para Mons. Fellay?
2. La utilización del nuevo Código en
los procesos canónicos o “administrativos” de la FSSPX, ¿está relacionado con
esta “promoción” de Mons. Fellay como juez romano? En efecto, para que el
proceso sea reconocido por Roma, parece normal que el código utilizado sea el
que está en vigor en Roma…
3. Si la jurisdicción de Mons. Fellay
es reconocida para cosas graves, ¿por qué no lo sería para las cosas menos
graves?
4. Hasta ahora, la jurisdicción de la
FSSPX no ha sido reconocida, al menos en teoría; así los matrimonios han sido
declarados nulos si fueron contraídos ante un sacerdote de la Tradición. Así es
probablemente para los juicios penales, aunque no tengamos un ejemplo. Ahora, al menos en materia penal
para los asuntos graves, la jurisdicción de la FSSPX es reconocida por la
iglesia oficial, y Mons. Fellay tiene su poder judicial –al menos en este caso-
de Roma… ¿No habría allí, en un dominio restringido, un “acuerdo práctico”,
un “reconocimiento unilateral”?
5. ¿No se tratará de un « reconocimiento
a lo chino » (para reabsorber el cisma de la “Iglesia
popular”, el papa nombró los obispos populares a las sedes que detentaban y
validó sus actos a fin de que hubiera la menor oposición posible entre las dos
iglesias)? Roma está reconociendo a la FSSPX en ciertos dominios (estos
juicios), hace acercamientos en ciertos lugares (Buenos Aires)…
6. Sabemos que, de acuerdo al P. Anglés
(canonista de la FSSPX), el nuevo código fue utilizado para los procesos de
nulidad de matrimonio con el fin de “crear puentes” con Roma; parece que ahora
sucede lo mismo en los procesos penales.
Tenemos allí un ejemplo de la técnica de
los “pequeños pasos” preconizada por los fundadores de Europa. Esta técnica
está descrita en todos nuestros cheques europeos: "Europa
no se hará de un solo golpe ni en una construcción de conjunto; se hará por las
realizaciones concretas creando una solidaridad de hecho". Reemplace
Europa por el acuerdo, y tendrá usted la receta que nos preparan ciertos
eclesiásticos romanos, del Valais o teutones…