martes, 25 de noviembre de 2014

SECRETOS DE LA SALETTE: OTRAS REDACCIONES


Tomado del libro "Découverte du secret de La Salette", págs. 50 - 54.



Los videntes de La Salette


REDACCIÓN DE MAXIMINO PARA BENJAMÍN DAUSSE, 11 DE AGOSTO DE 1851

Este día, el ingeniero Dausse le pregunta: “¿Lo recuerdas bien?” Y Maximino... le escribió este secreto como respuesta. El autógrafo fue encontrado en los archivos de la Congregación de la fe. Fue editado por J. Stern (JSIII pág. 190) de una copia de B. Dausse. Es muy semejante al texto del 3 de julio, pero con variantes.

El 19 de septiembre de 1846, vi una Dama brillante como el sol, que yo creo es la Santísima Virgen. Pero nunca dije que fuera la Santísima Virgen. Siempre dije que vi una bella Dama pero nunca dije que la Santísima Virgen. Es la Iglesia quien debe juzgar por lo que voy a decir si es verdaderamente la Santísima Virgen u otra persona por lo que voy a decir enseguida. Ella me lo dijo en medio del relato, después de las uvas se pudrirán y las nueces se harán malas. Ella comenzó diciéndome:Si mi pueblo no se convierte, lo que voy a decir llegará más pronto, si no cambia, llegará más tarde. Tres cuartos de Francia perderán la fe y otro cuarto la practicará tibiamente, poco después la fe se reavivará en Francia. Un país ahora protestante del Norte se convertirá, y por el apoyo de este país las otras naciones se convertirán. Vendrá una gran paz y después de que la paz venga, un monstruo perturbará esta paz y la paz vendrá cuando todas las naciones serán convertidas. El sucesor del Papa será alguien que nadie espera <no será romano> [i]. El monstruo vendrá durante la paz y la paz y el monstruo vendrán en el siglo 19 o en el veinte [ii] cuando más tarde. No se lo dirán a nadie. No le dirán esto a nadie. Esto es todo lo que Ella me dijo. Maximin Giraud pastor. El 11 de agosto de 1851 en Grenoble [iii].

SECRETO DE MAXIMINO REDACTADO EL 5 DE AGOSTO DE 1853 PARA MONSEÑOR GINOULHIAC

(...) Maximino, deseoso de revelar el secreto completo, habla con determinación del “Aguilucho”. Este nombre simbólico del duque de Reichstadt, designa a su medio hermano, Napoleón III, cuyo reino comienza, y su caída anunciada. La “víbora” designa de manera simbólica al siguiente régimen y los perseguidores de la III república, pero también los movimientos anarquistas y revolucionarios de la Comuna (1871). El régimen marxista protestará ser de la Comuna más que de la Revolución de 1789.

Hemos dividido su redacción continua en 3 párrafos:

1. El primero contiene los elementos nuevos: principalmente el emperador. Las redacciones más tardías de Melania precisarán que él “querrá ser al mismo tiempo papa y emperador”. Ellas indican simbólicamente que a ejemplo de su padre, se esforzará en circunscribir al papa a merced de su política, ayudando a Garibaldi y a Víctor Emmanuel a hacer del Jefe de la Iglesia, según las palabras de Pio IX, el “prisionero del Vaticano”.

2. El segundo traduce en diferentes términos lo esencial de lo que escribió en 1851 para Pio IX.

3. El tercero mezcla uno y otro por asociación de ideas nulamente sintéticas pero intuitivas. Su memoria actualiza así las visiones difíciles de interpretar en función de los recientes acontecimientos, según la interpretación que pudieron sugerir los peregrinos royalistas (monárquicos?). Donde Melania señala un futuro rey, Maximino dice “el hijo de Luis XVI”; pero él ignoraba todo de este rey al día siguiente de la aparición. La redacción es desagradablemente interferida y, por este equívoco, la inventiva de Maximino se mete a la boca del lobo.

El autógrafo, hoy perdido, se conoce por una copia del expediente de la Congregación de la fe, hasta hoy inédito. Es la última redacción de Maximino.

Un aguilucho se elevará,Cuando esté un poco más grande. Se volverá contra sí mismo. Luego se elevará más alto. Luego sus plumas caerán. Finalmente, sin plumas, caerá sobre los puñales. Llegará, después de su muerte, el caos. Luego vendrá una víbora, que hoy está en el seno de Francia. Luego morirá. Luego el hijo de Luis XVI llegará; y reinará muy poco tiempo.Un gran hombre lo sucederá. Luego, después de haber reestablecido todas las cosas, él se retirará. El Oriente castigará al Occidente. Llegarán grandes desgracias a Francia en esta guerra. Pero ella florecerá… luego Francia: tres cuartos de su población perderán la fe; el otro cuarto la tendrá, pero muy débilmente. Enseguida dos grandes naciones se convertirán. Inglaterra será el instrumento por el cual todas las naciones del universo se convertirán. Todo esto llegará entre 1850 y 1860. El monstruo pasará del año 60. Pero las guerras, revoluciones etc. entre 50 y 60. Francia recobrará la fe; luego llegará un gran rey. El papa morirá; un papa francés lo sucederá. Y este rey y este Papa no serán más que uno solo. Habrá solo una religión y un solo reino. Luego llegará un monstruo, que asolará esta paz y que perturbará la Iglesia. Un gran número de hombres serán sus víctimas. 



[i] Adición marginal.
[ii] En el momento de traducir en “siglos” los años “2000”, Maximino se adelanta un siglo para su lector. El ingeniero Dausse constató que en 1851, Maximino se cree en el siglo XVIII. De allí estas fechas en su propia escala de tiempo, señal de un conocimiento no libresco.
[iii] MC pág. 178.

MELANIA, 12 Y 14 DE AGOSTO DE 1853
(...) el pedido del obispo –revelar el secreto completo- planteó a Melania un problema específico, pues a diferencia de Maximino, ella estaba consciente de su misión: revelar más completamente el secreto cuando la Virgen lo dijera (1858). En 1853, ella trató de decir, alusivamente, un poco más que en 1851, pero sin explicar las cuestiones políticas y religiosas, las guerras y persecuciones.
(...) Melania redactó dos veces el secreto, el 12 y el 14 de agosto (la primera redacción con un lapsus de fecha). El Padre Stern publicó el segundo texto (JS III pág. 319) tomado de una capia del Padre Ginon y que fue conservado en el obispado de Grenoble. Nosotros reproducimos el primer texto, imprimiendo en itálicas las proposiciones ausentes del segundo texto.
J.M.J. Secreto que la Santísima Virgen me dijo sobre la Montaña de la Salette el 19 de Septiembre de 1853 (Lapsus calami por 1846)
Melanie Matthieu, te diré algo que no dirás a nadie hasta que yo te diga que lo digas.
Si después de que le digas al pueblo todo lo que te dije y todo lo que te diré que digas, si después de esto el mundo no se convierte, si, en una palabra, la faz de la tierra no cambia para bien, llegarán grandes desgracias; vendrá una gran hambruna y al mismo tiempo una guerra, en toda Francia en primer lugar, luego en Rusia y en Inglaterra; después de estas revoluciones, vendrá una gran hambruna en tres partes del mundo, en el año 1863, durante la hambruna, se cometerán muchos crímenes en todas partes y sobre todo en las ciudades; pero, desgracia a los Eclesiásticos, a los religiosos y a las religiosas, pues son ellos que atraen los más grandes males que llegan a la Tierra, también mi Hijo los castigará de una manera terrible; después de estas guerras y esta hambruna, los pueblos, por un poco de tiempo, reconocerán las manos de Dios todopoderoso que los golpea, ellos regresarán a sus deberes religiosos, y se dará la calma, pero por poco tiempo.
Las personas consagradas a Dios olvidarán sus deberes de religión y caerán en un gran relajamiento y casi en el olvido de Dios, finalmente todo el mundo olvidará a su Creador y será entonces que comenzarán nuevos castigos, Dios, irritado contra todo el mundo, los fulminará de la manera que voy a decir, un hombre malo reinará sobre Francia, perseguirá la religión, se cerrarán las iglesias, las quemarán, una larga y grande hambruna vendrá, acompañada de la peste y de una guerra civil; en este tiempo París será destruida, Marsella será inundada, y será durante ese tiempo que los verdaderos servidores de Dios recibirán la corona del martirio, el Papa y los ministros serán perseguidos, pero por haber sido fieles Dios estará con ellos y el Jefe de la Iglesia tendrá la Palma del Martirio, así como religiosos y religiosas; que el Soberano Pontífice tome sus armas (o ejércitos, no lo tengo claro por las faltas de ortografía de Melania) y que esté dispuesto a marchar y a defender la religión de mi Hijo, que pida sin cesar la fuerza al Espíritu Santo, así como todas las personas consagradas a Dios; [pues se perseguirá a la religión en todas partes, muchos sacerdotes, religiosos y religiosas renunciarán a su fe, ¡Oh! Cómo mi Hijo será ofendido por los ministros y las esposas de Jesucristo] después de esta persecución, solo habrá una más antes del fin del mundo.
Habrá tres años de calma, luego vendrá el nacimiento y el reino del Anticristo, que será más que terrible, él nacerá de una religiosa de una orden muy austera. Esta religiosa será considerada como la más santa del monasterio, [el padre del Anticristo será obispo, etc. etc. Aquí la Santísima Virgen me dio la Regla, luego me dice otro secreto sobre el fin de los tiempos], y las religiosas que estén en el mismo convento serán cegadas hasta el punto de no reconocer que el infierno las conduce.
El fin del mundo no pasará de dos veces 40 años.
Sor María de la Cruz, nacida Melania Mathieu.
Corenc, 12 de agosto de 1853.
En 1858, Melania envió al Papa el secreto completo: redacción perdida.
En 1860, Melania llegó a Marsella donde reescribe el secreto para sus superiores, pero no la autorizan a divulgarlo. Su manuscrito (perdido) fue copiado en Castellammare a finales de enero de 1870 y publicado por el padre Felicien Bliard, con el imprimatur del arzobispo de Nápoles en 1873; fue encontrado por el Padre Combe en 1902. Fue fotografiado por el Padre Gouin. Comunicado por el Padre Bliard, fue publicado en Francia de manera menos precisa a partir de 1870, notablemente por el abogado Girard, en Grenoble (quien recibió para sus opúsculos las bendiciones autógrafas de Pio IX).
En Castellammare, el 21 de noviembre de 1878, Melania consignó su propio relato, cuidadoso y detallado, de la aparición. Y fue en Lecce, con el imprimatur de Monseñor Zola del 15 de noviembre de 1879, que ella publicó este relato. En 1904, el año de su muerte, antes de dejar Francia, ella hará editar el folleto.

Este relato, de un impecable estilo, fue denunciado en Francia como una extrapolación subjetiva de Melania: el fruto de una “revolución coperniqueana” egocéntrica (JS III pág. 128-129). Pero los grandes temas, reputados como nuevos, ya estaban en las ediciones anteriores.