MONSEÑOR FELLAY Y LA CIZAÑA
“Semejante es el reino de los cielos a un
hombre que sembró buena semilla en un campo. Y mientras dormían los hombres,
vino su enemigo y sembró cizaña en medio del trigo y se fue”.
Mons.
Fellay, en su sermón de 11 de noviembre en San Nicolás de Chardonnet, hace una
aplicación de la parábola de la cizaña a la actual crisis de la FSSPX. Algunas
citas:
“Hemos visto
hasta en nuestra querida Fraternidad, una confusión, una mala hierba, una
cizaña, una turbación. Dios lo permitió, como Él lo permite en la Iglesia, como
lo permite, podemos decir, en cualquier sociedad.”
“Ustedes
saben que los actuales tiempos de turbación, por supuesto estoy hablando de
nuestras relaciones con Roma, de las reacciones que se suscitaron entre
nosotros, y de la consecuencia dolorosa que fue la pérdida de uno de nuestros
obispos… ¡No es poca cosa! Quiero precisar y confirmar que la causa de esta
partida no radica en el problema de nuestras relaciones con Roma. Fue la
ocasión, pero en realidad se trata del desenlace de un problema que existe
desde hace mucho más tiempo; un problema de disciplina interno a la
Fraternidad, que al final se manifestó con una suerte de rebeldía abierta
contra la autoridad, bajo, digamos, un falso pretexto.”
“Quiero
explicarles un poco más. ¿Qué pasó durante todos estos meses? ¿Cuál es la causa
de aquellas turbaciones? Pienso que la causa es múltiple, pero la razón de
fondo es una contradicción en Roma”.
¿Así que
usted, Monseñor Fellay, no tiene responsabilidad alguna en esta crisis?
En la Catena Aurea de Santo Tomás nos encontramos con los siguientes
comentarios acerca de esa parábola:
San Juan Crisóstomo dice: “Nos presenta en seguida los lazos del
demonio diciendo: "Y mientras dormían los hombres, vino su enemigo y
sembró cizaña en medio del trigo y se fue". Con estas palabras nos hace
ver que el error viene después de la verdad, cosa demostrada por la
experiencia. Así, después de los profetas vinieron los falsos profetas; después
de los Apóstoles los falsos apóstoles; y después de Cristo el Anticristo”. Después de Mons. Lefebvre… “Porque no se esfuerza el diablo en tentar a
quien no lo ha de imitar ni a quien no puede tender sus lazos, porque ha visto
que la simiente fructifica, a veces como ciento, otras como sesenta, y otras
como treinta, y que no puede él arrebatar ni sofocar la que tiene buenas
raíces, y por eso se vale de otro engaño, confundiendo su propia simiente y
revistiendo sus obras con colores y semejanzas que sorprenden al que se deja engañar
con facilidad. Por eso no dice el Señor que siembra una simiente cualquiera,
sino la cizaña, que es muy parecida, al menos a la vista, a la simiente del
sembrador: tal es la malicia del diablo; siembra cuando han nacido las
simientes, para de esta manera causar más daños a los intereses del agricultor”.
San Agustín, por su parte, señala: “"Mientras dormían los hombres"
porque cuando los jefes de la Iglesia
obran con negligencia (…) viene
el diablo y siembra (…) Cuando el
diablo con sus detestables errores y falsas doctrinas ha sembrado la cizaña -esto
es, ha arrojado las herejías valiéndose del nombre de Cristo- se oculta con más
cuidado y se hace más invisible; y esto es lo que significa: "Y se
fue". Se comprende, pues, que el Señor significó en esta parábola con la
palabra cizaña (…) no algunos
escándalos, sino todos los escándalos, y a aquellos que cometen ciertas maldades”.
¿Acaso no ha
bajado la guardia, acaso no se ha dormido usted, Mons. Fellay, ante los
modernistas de Roma, ante la expectativa de que éstos regularicen la FSSPX?
¿Acaso no ha intentado, acaso no sigue intentando dormir a los Sacerdotes y
fieles de la FSSPX? ¿Acaso “no se ven ya
en la Fraternidad los síntomas de esa disminución en la confesión de la Fe?” (Carta
de los 3 Obispos al Consejo General, 7-4-12).
¿Acaso el
autor del escándalo, el que ha sembrado la venenosa cizaña que hay en las
siguientes palabras, no ha sido usted mismo, Monseñor Fellay?:
·
“Da la impresión de que rechazamos todo el
Vaticano II. Sin embargo, conservamos el 95%. Es más a un espíritu que nos
oponemos, a una actitud ante el cambio presentado como premisa.” (al
periódico Suizo “La Liberté”, 11 de Mayo de 2001).
·
“¿Y si el Papa le llamase? Si me llama, voy en seguida. Mejor
dicho, voy corriendo.” Esto es seguro” (revista “30 Días”, Nº 9, de octubre de 2002).
·
“Lejos
de detener el Magisterio en 1962, deseamos considerar al concilio Vaticano II y
al magisterio posconciliar a la luz de la tradición sin ruptura y en un
desarrollo perfectamente homogéneo.” (Carta a Benedicto XVI del 12 de Marzo de
2009).
·
“Yo
diría que debemos sobrepasar al Concilio para volver a lo que la Iglesia
siempre enseñó y aquello de lo cual la Iglesia no puede separarse; y que de
algún modo debemos sobrepasar al Concilio, que quiso ser pastoral y no
doctrinal, que quiso ocuparse de la situación contingente de la Iglesia, pero
las cosas cambian, y muchos puntos del Concilio ya están superados.” (Entrevista a la agencia APCOM del 31 de Julio
del 2009).
·
“En la Fraternidad se está haciendo de los
errores del Concilio unas súper-herejías, eso se vuelve como el mal absoluto,
peor que todo, de la misma manera que los liberales han dogmatizado ese
concilio pastoral.” (carta respuesta los 3 Obispos, 14 de Abril de 2012).
·
“La
libertad religiosa es utilizada de muchas maneras, y viendo de cerca yo
realmente tengo la impresión que no muchos conocen lo que el Concilio dijo al
respecto. El Concilio presenta una libertad religiosa de hecho muy, muy
limitada. Muy limitada”. “Después de las discusiones, nos hemos dado
cuenta que los errores que creíamos provenientes del concilio de hecho son
resultado de la interpretación común que se ha hecho de él”. “El Papa dice que (…) el Concilio
debe ser colocado en la gran tradición de la Iglesia, que debe ser comprendido
en acuerdo con ella. Estas son declaraciones con las cuales estamos
completamente de acuerdo, entera, absolutamente”. “Hay algunas discrepancias en la fraternidad. No puedo descartar que
pudiera haber una división.” (Entrevista a “Catholic News Services”, 11 de
Mayo de 2012).
·
“Hoy en día,
en Roma, algunos consideran que una comprensión diferente del Concilio no es
determinante para el futuro de la Iglesia, porque la Iglesia no es solo el
Concilio. De hecho, la Iglesia no se limita solo al Concilio, ella es mucho más
grande. Por lo tanto, hay que dedicarse a resolver problemas mayores… hay problemas tremendamente importantes en
la Iglesia de hoy. Debemos hacer frente a estos problemas. Debemos dejar de
lado los problemas secundarios y hacer frente a problemas mayores. Sobre el Concilio, cuando
se me hizo la pregunta: “¿Pertenece el Vaticano II a la Tradición?” Le dije:
“Quisiera esperar que así fuera” (lo que una traducción al francés defectuosa
se ha convertido en: “Espero que sí”).” (DICI, 7 de junio de 2012).
·
“Por el bien común de la Fraternidad,
preferiríamos de lejos la solución actual de status quo intermedio, pero
manifiestamente Roma no lo tolera más.” (carta respuesta a los 3 Obispos, 14 de abril de
2012).
Fidelis