Artículo tomado de la Revista "La Politique" N° 135, de los Círculos Nacionalistas Franceses.
Después de haber sido despojado de todo ministerio, Monseñor
Fellay ha expulsado a Monseñor Williamson de la FSSPX, echado a la calle, sin
dinero ni seguridad social, a los 72 años, después de haber sido profesor y
luego director de varios seminarios.
El Congreso judío
mundial se alegró inmediatamente de la
expulsión del “obispo negacionista” así
como el distrito alemán de la FSSPX, dirigido por el padre Schmidberger.
Según múltiples testimonios, el clima se ha vuelto
irrespirable en los prioratos, la delación funciona a gran escala al punto de
que los sacerdotes han trasladado su dirección de correo electrónico a la casa
de los fieles por temor de ser espiados por Menzingen.
Monseñor Williamson es molesto porque ha osado tocar el tabú
supremo, la saga de la Shoah.
El caso de Monseñor Williamson se explica también por el
asunto Krah, debido al peso del señor Krah sobre Monseñor Fellay, embarcado en
curiosos asuntos financieros.
Como lo escribió el señor Philippe Ploncard d’Assac, estamos presenciando
la judaización de la FSSPX así como
también la de la Fraternidad San Pedro
por la influencia de Bernard Antony sobre el padre Ribeton, superior del
Distrito de Francia.
Es el mismo proceso del cual es víctima la Iglesia, por
lo tanto, en vez de enojarse por causa del acuerdo o del no a la Roma
modernista habría primero que limpiar a la FSSPX de sus influencias nefastas y
de sus malos pastores.
La 2a edición de Tradición
y Revolución, el libro de Philippe Ploncard d’Assac, corre el riesgo de que no será del
agrado de los incondicionales fanatizados de la FSSPX que no luchan mas que por
la misa sin apercibirse de todo lo demás. Philippe Ploncard d’Assac, uno de los primeros en
revelar las influencias cripto-masónicas de los padres Célier y Tanoüarn, revela
múltiples cosas desconcertantes.
Él reprocha a la dirección actual de haber abandonado la
formación anti-masónica en vigor desde los tiempos de Monseñor Lefebvre y de no
ser más que una empresa recaudadora de herencias y donaciones. ¿Para mayor bien
de los asuntos Krah-Fellay?!
Pascal Henriot