La
señora Huguette Pérol es la autora de varias obras y esposa del antiguo
embajador de Francia en el Vaticano, Gilbert Pérol. Ella acaba de publicar su
último libro “La elección imposible de la
FSSPX - ¿Fidelidad o Sectarismo?”, que es una acusación especialmente contra textos publicados en el sitio del distrito de Francia de esta Fraternidad, La
Porte Latine. En efecto, Huguette Pérol ha trabajado mucho por una
“reconciliación” entre la FSSPX y el Vaticano modernista.
Ella
fue especialmente activa en el seno del GREC -del cual fue una de sus
fundadoras-, organización oficiosa con dudosas ramificaciones que aspiraba,
bajo el disfraz de discusiones doctrinales -a las cuales algunos se entregaron
de buena fe-, por medio de contactos mundanos entre las personas; a reconciliar
Roma y la FSSPX: una especie de unidad en la diversidad…
Con ocasión de la publicación de su libro, la señora Pérol participó junto al P.Grégoire Célier, sacerdote de la FSSPX, en la emisión le libre Journal de Henry de Lesquen, el 1° de febrero de 2016, en Radio Courtoisie. Y hay que decir que si la señora Huguette Pérol siempre ha frecuentado los medios tradicionales católicos, ella ha ingerido todas las consecuencias catastróficas del modernismo bajo un barniz tradicional.
Pues además del tema de las relaciones de la FSSPX con Roma, la señora Pérol no encuentra nada que decir respecto a los delirios pos-conciliares, e incluso los defiende. Visiblemente, los encuentros interreligiosos no la asustan, el escandaloso Sínodo sobre la familia no parece haberle ocasionado problemas, llegando incluso a defender la comunión de los divorciados vueltos a “casar” y la posibilidad de tener una nueva unión en caso de divorcio; ella explica, por otra parte, que desea una solución nueva a nivel de la Iglesia para su hijo que se encuentra en esta situación. Respuesta simple e inevitable del P. Célier: esta doctrina de la indisolubilidad del matrimonio es de Cristo, no de la FSSPX. La señora Pérol no rectifica afirmando que los concilios ya pudieron hacer evolucionar cierto número de cosas, ¡por qué no este último punto!
Brevemente: demostración de fuerza de un relativismo doctrinal y moral desgraciadamente sintomático de este catolicismo liberal que quiere hacer la paz con los enemigos de la Iglesia y poco a poco abandona secciones completas de principios y de doctrinas al buscar un consenso que en ocasiones puede calmar situaciones personales dolorosas.
Lo que la señora Pérol llama “Fidelidad” en su obra, no es otra cosa que un apego sentimental a la institución pontifical y, en definitiva, a la autoridad como un absoluto y no como ordenada a un fin, aún siendo infiel a la doctrina de la Iglesia. “Sectarismo” es entonces darle primacía a la doctrina incluso si esta primacía pone en oposición con las orientaciones anti católicas de las autoridades actuales.
Triste ejemplo de este catolicismo liberal ahogado en un mundo de ositos cariñosos que sueña con una paz imposible: de un silencio diplomático se erige una tregua, de la tregua se llega al acuerdo, del acuerdo se resbala al compromiso… Es por eso que el liberalismo es pecado.
Con ocasión de la publicación de su libro, la señora Pérol participó junto al P.Grégoire Célier, sacerdote de la FSSPX, en la emisión le libre Journal de Henry de Lesquen, el 1° de febrero de 2016, en Radio Courtoisie. Y hay que decir que si la señora Huguette Pérol siempre ha frecuentado los medios tradicionales católicos, ella ha ingerido todas las consecuencias catastróficas del modernismo bajo un barniz tradicional.
Pues además del tema de las relaciones de la FSSPX con Roma, la señora Pérol no encuentra nada que decir respecto a los delirios pos-conciliares, e incluso los defiende. Visiblemente, los encuentros interreligiosos no la asustan, el escandaloso Sínodo sobre la familia no parece haberle ocasionado problemas, llegando incluso a defender la comunión de los divorciados vueltos a “casar” y la posibilidad de tener una nueva unión en caso de divorcio; ella explica, por otra parte, que desea una solución nueva a nivel de la Iglesia para su hijo que se encuentra en esta situación. Respuesta simple e inevitable del P. Célier: esta doctrina de la indisolubilidad del matrimonio es de Cristo, no de la FSSPX. La señora Pérol no rectifica afirmando que los concilios ya pudieron hacer evolucionar cierto número de cosas, ¡por qué no este último punto!
Brevemente: demostración de fuerza de un relativismo doctrinal y moral desgraciadamente sintomático de este catolicismo liberal que quiere hacer la paz con los enemigos de la Iglesia y poco a poco abandona secciones completas de principios y de doctrinas al buscar un consenso que en ocasiones puede calmar situaciones personales dolorosas.
Lo que la señora Pérol llama “Fidelidad” en su obra, no es otra cosa que un apego sentimental a la institución pontifical y, en definitiva, a la autoridad como un absoluto y no como ordenada a un fin, aún siendo infiel a la doctrina de la Iglesia. “Sectarismo” es entonces darle primacía a la doctrina incluso si esta primacía pone en oposición con las orientaciones anti católicas de las autoridades actuales.
Triste ejemplo de este catolicismo liberal ahogado en un mundo de ositos cariñosos que sueña con una paz imposible: de un silencio diplomático se erige una tregua, de la tregua se llega al acuerdo, del acuerdo se resbala al compromiso… Es por eso que el liberalismo es pecado.