SALIDA TEATRAL DEL P. DE LA MOTTE

El P. de la Motte y su evolución lógica: de Prior acuerdista y perseguidor de la Resistencia, a sacerdote diocesano modernista.

FUENTE

Hay dos pesos, dos medidas… Se persigue o se demoniza a la resistencia, pero se trata de lo mejor a los liberales en el seno de la FSSPX. A la salida del P. de la Motte del priorato de Caen, los Normandos habían presenciado ya una verdadera tragicomedia que sugería que el prior que se iba, era como el salvador del universo que estaba abandonando su rebaño y que después de tal prior, los fieles de Caen no tenían más que morir.

Los fieles de Fabrègues sufrieron la misma suerte: El P. de la Motte celebró una misa antes de partir (con el P. Rousseau [nuevo prior] en el confesionario). Fue este último quien anunció su partida en una puesta en escena teatral…

Mientras tanto, una fiel de la resistencia del mismo priorato está bajo la amenaza de doble excomunión en el caso de que la sorprendan recibiendo a “cualquier personalidad” de la resistencia.

Fuera de este detalle, todo va bien en la Fraternidad: el barco se hunde normalmente.

El P. de la Motte era conocido por los fieles de la FSSPX como liberal y acuerdista. Los fieles se quejaban de ello desde hace tiempo:

«Desde la llegada del P. de la Motte, de este priorato no queda más que la sombra… y cuando el Padre dijo «he decidido seguir al papa Francisco» anunciando vigilias de oración en unión con Roma, nadie reaccionó abiertamente…”

“Hace tiempo que el P. de la Motte debió de haber sido expulsado de la Fraternidad (affaire Lisieux) ¡pero en cambio, él se beneficia con protección! Lo que es preocupante es que él parece intocable, como el P. Célier, el P. Lorans, Jacques Régis du Cray…” (tomado de acá).

¿Qué sucedió en Lisieux? El P. de la Motte negoció con Mons. Lagoutte, rector de la Basílica de Santa Teresita del Niño Jesús, que la Fraternidad pudiera celebrar la misa en ese templo durante la peregrinación de la FSSPX a ese lugar, en el año 2003. El mismo Monseñor Lagoutte narra este hecho:

«Desde el 2002, pensé, en mi conciencia de pastor, que yo podía recibir esta peregrinación de la Fraternidad San Pio X, que quería ser la “peregrinación de la Tradición”.
En la medida en que la Iglesia no cuestionara la validez de la ordenación de los sacerdotes que están a su servicio, pensé que no era conveniente entrar en conflicto con ellos y dejarlos construir un podium al aire libre para celebrar la misa allí.
Varias negociaciones previas al encuentro de octubre de 2002, permitieron definir con su responsable, el P. Renaud de la Motte, las condiciones para recibirlos:

-Una reunión prevista para la oración ante Teresa, y no una manifestación para expresar las diferencias.

-Un respeto de los unos y de los otros, reservándose estrictamente sobre las cuestiones litúrgicas o eclesiales que pueden discutirse en otros lugares” (tomado de acá)

Algunos fieles se escandalizaron con lo sucedido en la Basílica de Lisieux:

"... Dejemos a un lado nuestros prejuicios, estemos en paz..." Padre de la Motte, ¿Dónde está la lucha por la misa, fue sólo una peregrinación dedicada a Santa Teresa, pero parece que nos hemos olvidado de lo principal, el derecho de la Misa con toda su liturgia, no una tabla de planchar con 4 velas a lo moderno, ¿por qué no utilizar el altar mayor en todo su esplendor?...Monseñor Lagoutte hizo todo esto en un espíritu ecuménico, ¡y el Prior de Gavrus cayó en la trampa!” (de acá)

Y un fiel acuerdista, narraba:

"Pequeña anécdota tranquilizadora : en Lisieux el P. de la Motte nos pidió que no entráramos a la basílica como conquistadores, ¡sino con el corazón en acción de gracias!” (de acá) 

Pues bien, como en el caso del P. Bouchacourt, público negador del deicidio; la FSSPX, en lugar de castigar al P. de la Motte por su evidente liberalismo, lo promovió al cargo de prior. Y como buen liberal, últimamente publicó varios artículos atacando a la Resistencia, llegando a llamarla “1789 en la Fraternidad”:

“Ahora bien, es muy perjudicial para la FSSPX y para las almas de nuestros prioratos el descubrir, día tras día, estas declaraciones intempestivas, estos llamados a la desobediencia respecto a la autoridad, estos estados del alma manifestados en la Web… ¡Qué escándalo para los fieles!” (de acá).

"Hay todo un estado de espíritu: o somos católicos o no lo somos; o somos Romanos o ya no lo somos, salvo para ejercitarse en contorsiones intelectuales más o menos acrobáticas para salvar la Iglesia de sus desórdenes actuales. Los años de combate son rudos y largos. Debemos recordar sin cesar que el espíritu católico es un espíritu de dependencia y de humildad (…) (Nuestra misión) no consiste primera y principalmente en juzgar y corregir la teología o la disciplina de otros en la Iglesia despreciando las reglas fundamentales de prudencia”. (de acá).

No se puede acusar de "inconsecuente" a este sacerdote: al contrario, se impacientó el P. de la Motte ante la tardanza del acuerdo traidor con Roma y por eso hizo su propio acuerdo, incardinándose en la diócesis. Ojalá hicieran lo mismo Mons. Fellay y demás acuerdistas, y dejaran así de hundir la obra de Mons. Lefebvre. En este sermón de hace tan solo un año, el P. de la Motte repite la conocida cantinela de Mons. Fellay, del P. Pfluger, del P. Célier, del P. Lorans y de todos los demás liberales acuerdistas: el fin primordial de la FSSPX es la preservación del sacerdocio y la liturgia, no el combate por la fe.  Los que piensan como el P. de la Motte, terminarán como el P. de la Motte...