lunes, 7 de octubre de 2013

MÁS SOBRE EL GRAVÍSIMO ESCÁNDALO DEL COLEGIO AUSTRALIANO DE LA FSSPX.


AVEC L'IMMACULÉE

Santo Tomás nos enseña que el fin no justifica los medios. En el catecismo, nos han enseñado que incluso para salvar una vida, un católico no puede apostatar de su fe o cometer un pecado. Si alguien nos dice: Defienda la libertad religiosa o lo mato, ¿qué debemos hacer? ¿los santos no preferirían morir antes que cometer un solo pecado venial voluntario? Y defender la libertad religiosa cuando se ha comprendido la gravedad, ¿no es el equivalente a una apostasía? ¿No es un pecado mortal? ¿Qué no dijo Nuestro Señor “Que vuestro si sea sí, que vuestro no sea no, todo lo demás viene del demonio”?

Predicar oficialmente la libertad religiosa, la libertad de expresión o asociación, va directamente contra la doctrina de la Iglesia hasta Pío XII. La doctrina social de la Iglesia tolera el error en ciertos casos y en cierta medida, pero ella jamás le da la libertad, es decir, los mismos derechos que a la verdad. Es imposible moralmente defender el principio de la libertad religiosa o de la libertad de expresión o de asociación porque éstas llevan a los peores desórdenes, tal como lo constatamos actualmente y además pierde las almas por millones.

Predicar la libertad religiosa, es luchar contra el Reinado Social de Nuestros Señor Jesucristo. Incluso para tener las subvenciones para abrir un colegio, no se puede cometer el pecado de escribir una apostasía en internet. Este dinero ganado gracias a un pecado, Dios lo mira con horror. Es mejor una escuela pobre fuera de reglamentación o incluso es mejor no tener escuela. En nuestra opinión, este texto es un pecado mortal de la FSSPX. Dios pedirá cuentas rigurosas. Nosotros le pedimos a Monseñor Tissier de Mallerais que actúe públicamente sobre este escándalo y que pida que se cambie inmediatamente esta página del sitio de la escuela. Si esto significa pasar la escuela a locales más pequeños, que así sea. Es mejor ser pobre que cometer un pecado mortal, y lo que es más, un pecado mortal que es un escándalo público. Tal acto es muy grave y demuestra que la Fraternidad está perdida. Esto refuerza nuestra posición de querer dejar la Fraternidad.