Por Gentiloup.
John Vennari reporta en Catholic
Family News las declaraciones de Monseñor Fellay durante una conferencia en The
Angelus el 11 de octubre de 2013, en la éste cual exclama desvergonzadamente:
“Cuando
vemos lo que sucede ahora (con el Papa Francisco), le damos gracias a Dios,
damos gracias a Dios, hemos sido preservados de toda clase de males el año
pasado. Y podemos decir que es uno de los frutos de la cruzada del Rosario que
hicimos, que hemos sido preservados de tal desgracia”. Gracias a Dios”.
Y el resto por el estilo.
Como si Monseñor Fellay fuera
inocente de este intento de acuerdo siendo que él es su principal forjador.
Como si todavía debiéramos darle gracias de haber instrumentalizado el Rosario
para conseguir este acuerdo. Porque en definitiva sería el Rosario el que nos
salvó del acuerdo.
Es muy posible que haya sido el
Rosario que nos preservó de este monstruoso acuerdo, pero a pesar de Monseñor
Fellay y no gracias a Monseñor Fellay.
El único servicio que Monseñor Fellay
podría hacer ahora a la Fraternidad, -después de haber constatado el daño
irreparable del cual él fue responsable, pues hizo de todo para provocarlo
incluidos los millones de Rosarios por esta intención- el mejor servicio que
podría hacer, frente a su incompetencia, sería el de renunciar.
En lugar de eso, él manipula los
hechos para adaptarlos a las necesidades de su propia causa, además de tratar
de obtener su propia gloria.
¡Un poco de humildad Monseñor de
gracia! (o “Ilustrísimo Monseñor”)