Esta consta de
dos tiempos:
1.- Critico al papa para hacer pasar mis palabras liberales.
2.- Realizó el rebranding de la expresión « a la luz de la Tradición” actualmente inservible, para hacer pasar mi declaración del 15 de abril de 2012.
Texto de la conferencia en inglés.
1.- Critico al papa para hacer pasar mis palabras liberales.
2.- Realizó el rebranding de la expresión « a la luz de la Tradición” actualmente inservible, para hacer pasar mi declaración del 15 de abril de 2012.
Texto de la conferencia en inglés.
Es la misma
técnica que emplean todos los modernistas y los masones: hago el papel de tradi
para hacer pasar mis avances liberales, evitando así causar demasiados
descontentos.
Justo en el
momento en que Monseñor Fellay obliga a los prioratos a colgar un retrato de
Francisco, critica de repente al papa por primera vez desde su elección en
marzo de 2013. Él espera hacer pasar así la píldora amarga. Aprovecha también
la oportunidad para re-insistir sobre la declaración del 15 de abril de 2012, verdaderamente
“sutil” según dice él.
No nos
equivoquemos. Sobre todo, no le creamos cuando protesta de sus buenas
intenciones. Si ésas fueran verdaderamente tan buenas, si dijera la verdad,
regresaría a los principios del Capítulo de 2006. El no menciona las seis
condiciones establecidas en el 2012: por lo tanto él tiene la intención de
tentar un acuerdo práctico, cuando llegue el momento (cf. el último párrafo
traducido por Gentiloup bajo este artículo). Pero para esto, el desea que los
sacerdotes y los fieles bajen la guardia y su vigilancia… Trata de dormirnos.
Él se niega a
reconocer que la declaración del 15 de abril contiene la hermenéutica de la
continuidad, se niega a reconocer que proclamar que la nueva misa está
legítimamente promulgada es lo mismo que decir que es legítima (1). Él se niega
a reconocer que no se puede interpretar ni aceptar el Vaticano II a la luz de
la Tradición, etc. Nos hace recordar a Juan Pablo II que denunciaba la apostasía de las naciones haciendo
sus propios sacrilegios y reflexiones heréticas. Nos recuerda a Paulo VI que
denunció hipócritamente que el humo de
Satanás ha entrado en la Iglesia… mientras que atizaba la reforma tanto
como podía. Nos hace pensar igualmente en los políticos como Sarkozy que imita
los discursos de derecha para destruir mejor a Francia con su plan masónico. El
lobo trata de vestirse como cordero, pero le sobresale el hocico y el sonido de
su voz, si bien endulzada por la miel, tiene acentos no-católicos… en el
sentido propio del término… Pues no condenar la declaración del 15 de abril de
2012, es no tener una doctrina católica.
He aquí algunos pasajes de la conferencia traducidos por Gentiloup y
comentados por Avec l’Immaculée.
Monseñor Fellay: “Cuando vemos lo que está pasando ahora (bajo el Papa Francisco) le agradecemos a Dios, le agradecemos a Dios, hemos sido preservado de cualquier clase de acuerdo el año pasado. Y diríamos que uno de los frutos de la Cruzada (del Rosario) que hicimos es que hemos sido preservados de tal desgracia. Gracias a Dios” (…)
Comentario: Usted no fue preservado
por la Santísima Virgen. Fue usted mismo quien quitó su firma, de común acuerdo
con Roma, para impedir la creación de una nueva Fraternidad y consagraciones de
obispos por Monseñor Tissier de Mallerais. Este retiro de su firma ¿fue
benéfico para la Fraternidad? En nuestra opinión, no. Si la firma hubiera
tenido lugar, se hubiera salvado alrededor de la mitad de la Fraternidad,
sacerdotes y fieles. Hubiéramos tenido a Monseñor Tissier con nosotros y quizá
a Monseñor de Galarreta. Tendríamos capillas de resistencia en todo el mundo y
las capillas de la Fraternidad estarían vacías. En vez de eso, todo el mundo
está sufriendo la influencia del veneno menzingeniano.
Monseñor Fellay:“Imaginar que hay algunas personas que pretenden que nosotros estamos decididos (todavía) a obtener un Acuerdo con Roma. Pobre gente, yo realmente los desafío a que lo prueben. Ellos pretenden que yo pienso algo diferente de lo que hago. Ellos no están dentro de mi cabeza” (…).
Comentario: Desafío aceptado. Las pruebas: a) lo dicho anteriormente, b) una cita de la
conferencia del Padre Rioult La imposible
reconciliación (más abajo), así como c) en el último párrafo de este artículo, traducido por
Gentiloup.
MonseñorFellay:“Cualquier clase de dirección para el reconocimiento terminó cuando ellos me dieron el documento para firmar el 13 de junio de 2012”
Comentario: No, usted está fingiendo. Usted
quisiera que nos durmiéramos para poder seguir moviendo sus peones en paz… el
Padre Rioult publicó un artículo, La
imposible reconciliación en La Sapinière. El reveló:Recientemente, en mayo de 2013,
Monseñor Fellay dijo a una comunidad de monjas opuestas a un acuerdo, que ya no
había posibilidad de acuerdo con Roma, que luego de las últimas discusiones,
todo había acabado; pero el mismo
día, a algunos cofrades más dispuestos a un acuerdo, Monseñor Fellay les dijo
que esperaba que Francisco operara una limpieza en la Curia para intentar un
acercamiento.
Pasemos ahora al segundo punto de la técnica patentada: En esta conferencia, Monseñor Fellay opera el rebranding de la expresión “a la luz de la Tradición”, ya inútil. Así es como lo hace, él dice:
Pasemos ahora al segundo punto de la técnica patentada: En esta conferencia, Monseñor Fellay opera el rebranding de la expresión “a la luz de la Tradición”, ya inútil. Así es como lo hace, él dice:
Monseñor Fellay: El texto que presentamos a Roma (15 de abril de 2012) era un, podría decirse, texto muy delicado que se suponía iba a ser entendido correctamente, que estaba destinado a ser leído con un gran principio que dirigía todo. Este gran principio no era una novedad en la Iglesia: “Porque el Espíritu Santo no ha sido prometido a los sucesores de Pedro para que den a conocer una nueva doctrina, sino que con su asistencia ellos conserven santamente y expongan fielmente la revelación transmitida a los Apóstoles, es decir, el depósito de la fe”. Esto pertenece a la definición de infabilidad (del Vaticano I). Ese era el principio, la base del documento en su conjunto, lo que excluía desde el principio toda novedad.Entonces, tomar no importa qué tipo de frases del texto sin este principio, es justamente tomar frases que jamás han sido nuestro pensamiento y nuestra vida. Estas frases en sí mismas son ambiguas, de suerte que para quitar la ambigüedad nosotros queríamos incluir este principio. Desgraciadamente, quizá era demasiado sutil y es por eso que retiramos ese texto, porque no era suficientemente claro tal como fue escrito
Comentario:
Esta
explicación es una escapatoria de mala fe que no se sostiene en el plan
teológico: en efecto, por estas
mismas palabras, Monseñor Fellay persiste en la hermenéutica de la continuidad
a pesar de que lo niegue. Monseñor Fellay dice que hay que leer su
declaración a la luz de un gran principio del Vaticano I, el principio que se
debe excluir toda novedad. Por lo tanto hay que leer que se acepta el Vaticano
II, los nuevos sacramentos, el nuevo código de derecho canónico, a la luz del
Vaticano I… (¡Sí! ese es el nuevo invento, acaba de salir). Desde que el Padre
Chazal comprobó que la luz de la Tradición es la misma cosa que la hermenéutica
de la continuidad, los fieles se han hecho muy sensibles a esta expresión. Ellos
saben ahora que esa expresión es peligrosa. Entonces Monseñor Fellay va a
emplear una nueva fórmula para decir exactamente la misma cosa: hay que leer
este texto “con-el-principio-que-hay-que-excluir-toda-novedad”.
Entonces,
ahora veremos esta expresión: « comprender (un texto) con
« el-principio-que-hay-que-excluir-toda-novedad”, el cual hay que traducir: comprender este texto a la luz de la
tradición y de la hermenéutica de la
continuidad. “A la luz de la Tradición » se ha renovado…
MonseñorFellay: « Yo les he dicho desde principios de Septiembre del año pasado que nosotros no podemos aceptar esta « hermenéutica de la continuidad », porque no es verdadera, no es verdadera. Ella va contra la realidad. Entonces nosotros no la aceptamos. El Concilio no está en continuidad con la Tradición. No lo está. Entonces, cuando el papa Benedicto pidió que aceptáramos el concilio Vaticano II como parte integrante de la Tradición, nosotros dijimos: « Lo siento, esta no es la realidad, así que no vamos a firmar. No vamos a reconocer eso”.
Comentario:
Hemos
demostrado más arriba el rebranding de la expresión “a la luz de la Tradición”.
Este párrafo es la hipocresía pura.
MonseñorFellay: « Lo mismo para la misa. Ellos querían no solamente que reconociéramos que la (nueva) misa es válida a condición de que sea correctamente celebrada, etc., sino que ella también es lícita. Yo les dije: nosotros no utilizamos esa palabra. Es un poco complicado, nuestros fieles tienen bastante (confusión) respecto a la validez, si nosotros les decimos “la nueva misa es mala, ella es mala, ¡ellos lo comprenden! Por supuesto, las autoridades romanas no estaban muy contentas”.
Comentario:
Monseñor Fellay dice, hablando de la palabra
« lícita” aplicada a la nueva misa: “we don’t use that Word. It’s a
bit messy”… Traducción: Nosotros no utilizamos esa palabra, es un
poco desordenada/hace un poco de “desorden” o “embrollo”. Lo que también es
un desorden, es que Monseñor Fellay hable así de la licitud de la nueva misa. Aquí,
él nos muestra claramente que él no está fundamentalmente en contra del
principio de decir que la nueva misa es lícita… No le dice a Roma que la nueva
misa no es lícita… No dice que es falsa. Él dice que esta palabra, si fuera
utilizada, sería mal comprendida por los fieles. Y por esta razón, prefiere no
emplearla.
MonseñorFellay: “Jamás ha sido nuestra intención pretender o que el Concilio deba ser considerado bueno, o que la nueva misa pueda ser “legítima”.
Comentario:
El
Padre de la Roque es un teólogo que la Fraternidad envió a Roma para las
discusiones, y no piensa así. El afirma
que la legitimidad de la promulgación y la legitimidad de la misa son una sola
y misma cosa. (cf. nota 1) Nuestro sentido común nos dice que tiene razón.
Nosotros no creemos en las buenas intenciones de Monseñor Fellay. Hemos visto
sus mentiras durante todo este año.
MonseñorFellay: " No es que no queramos ser católicos, por supuesto. Queremos ser católicos y somos católicos, tenemos el derecho a ser reconocidos como católicos. Pero no vamos a comprometer nuestros tesoros para ello. Por supuesto que no".
Comentario:
Esta
frase no prueba nada. Monseñor Fellay se contenta con aseverar hipócritamente
sus buenas intenciones, mientras que en esta misma conferencia, acaba de operar
el rebranding a la luz de la Tradición
y de reafirmar que su declaración del 15 de abril fue sutil.
Por
estas palabras: nosotros tenemos el
derecho de ser reconocidos, etc., Monseñor Fellay demuestra que él desea
este reconocimiento por los herejes y no excluye el acuerdo práctico. El
reconocimiento por los enemigos de Dios para formar parte del Panteón de Asís,
no nos interesa. Nosotros queremos mejor ser reconocidos por Jesús cuando él
nos presente a su Padre en el juicio. Los que piden como derecho su
reconocimiento por los enemigos de Dios serán castigados.
Conclusión:
Es verdad que por primera vez lacrítica
al papa. Pero es para que pase el golpe del retrato de Francisco obligatorio en
los prioratos y el rebranding de la luz
de la Tradición con el fin de continuar defendiendo su declaración
doctrinal.
Nota1:
Es lo que afirmó el padre de la Rocque, teólogo encargado de las discusiones con Roma. Él sabe
de lo que habla. No se le puede acusar de ser un “resistente excesivo”