GOVERNMENT REQUIREMENTS
Hombre de dos caras: el anti liberal declarado...
y el liberal declarado...
Cobardes, traidores, liberales y ahora también contumaces, son los responsables del colegio australiano de la FSSPX, porque han modificado
el texto de adhesión al liberalismo agregando, a fin de excusarse, la siguiente
frase (en rojo) In keeping with the government
requirements (Education and Training Reform Act 2006) the programs of,
and teaching at St Thomas Aquinas College, support and promote the principles
and practice of Australian democracy, including a commitment to:
(...)
Freedom of
religion.
Freedom of
speech and association.
The values of openness and tolerance.
Así es que ahora son contumaces o
pertinaces, porque después de haberse enterado de nuestra denuncia (eso explica
el cambio en la redacción) estos traidores insisten en declarar su adhesión al
liberalismo, sólo que pretendiendo ahora justificarse en que estarían forzados a cometer tal traición por la ley que mencionan. Pero sucede que ni esa
“ley” (les recordamos que Santo Tomás de Aquino enseña que la ley injusta no es
ley) debe ser obedecida en lo que tiene de anticatólico, ni se refiere ella a las publicaciones que los
colegios hacen en internet o por otros medios.
En resumidas cuentas: si un día a
usted los “requisitos gubernamentales” lo obligan a declarar expresa y públicamente
que adhiere los principios liberales condenados solemnemente por la Iglesia,
usted puede hacerlo con tranquilidad de conciencia. ¡Esta es la FSSPX de Mons.
Fellay!
Si los “requisitos
gubernamentales” lo obligan a hacer algo moralmente malo, usted no peca. ¡Esta
es la obra destructora de alguien como Mons. Fellay a la cabeza de la FSSPX!
Porque después de todo… Mons.
Fellay dijo, en la respuesta a los 3 Obispos, que “por el bien común de la
Fraternidad, preferiríamos de lejos la solución actual de status quo
intermedio, pero manifiestamente Roma no lo tolera más”. Luego, los “requisitos
gubernamentales” de Roma justificaron la traidora “Declaración Doctrinal” del
abril de 2012, como queda también probado por lo que dijo Mons. Tissier (en una carta a los Sacerdotes dada a conocer por el R.P. Faure): que esa declaración fue redactada y presentada por Mons. Fellay “para
evitar a la Fraternidad la excomunión con que la amenazaba el cardenal”
(Levada).
¿Y los mártires?
¿Y los que se dejaron asesinar
por no acatar “requisitos gubernamentales” contrarios a la fe?
¿Y Santo Tomás Moro, a quien
estos blasfemos mencionan en el mismo documento por el que declaran que
adhieren a los principios liberales? Si este santo hubiera accedido a los “requisitos
gubernamentales” que le imponía Enrique VIII, no habría estado jamás en la
Torre de Londres ni habría sido decapitado.
Pero eran otros tiempos… y, sobre
todo, otra clase de hombres… ahora lo que se usa es el estilo Fellay: ambiguo,
errático, acomodaticio, contradictorio, confuso y… cobarde.
Quede como moraleja de este
escándalo permanente del colegio australiano de la FSSPX de Mons. Fellay, que a
veces sí se puede hacer el mal para conseguir el bien, sin que nos deba quitar
el sueño este principio básico de la moral expresado por San Pablo en Romanos
3, 8:
“NO HAGAMOS EL MAL
PARA QUE VENGAN BIENES”