“Prometeo”
– Neo-Iglesia
El
Concilio dice que todos los hombres son buenos y salvos,
¡Por muy mal que se comporten!
¡Por muy mal que se comporten!
Después
de estudiar en la Parte II de La Religión del Hombre el Hombre
Nuevo que surge del Concilio, en la Parte III de su libro sobre el Vaticano II
el P. Calderón estudia la NEO-Iglesia del Concilio, una verdadera Iglesia
nueva. La única religión verdadera del único Dios verdadero fue fundada por
Jesucristo, Dios encarnado, para “enseñar a todas las naciones” (Mt. XXVIII,
20), a fin de llegar a todas las almas y salvar a tantas como sea posible. Para
adaptar una Iglesia tan ambiciosa al hombre moderno, y para proteger el
humanismo moderno, es necesario reducirla y redefinirla, cambiarla
radicalmente, disfrazando al mismo tiempo el cambio. Por lo tanto, 1 La
Neo-Iglesia ya no tiene una misión para toda la humanidad, y 2 ya
no interferirá en la parte mundana de la humanidad. 3 Incluso
en la parte religiosa de la humanidad ya no será la única iglesia, y 4 tendrá
que ser redefinida para cumplir con su nuevo papel.
1 La
Tradición Católica enseña que el “Reino de Dios” y la “Iglesia” son dos
expresiones de exactamente la misma realidad. Ambos tienen la misma misión de
alcance universal. Pero para adaptar esa Iglesia a un mundo en el que cada día
es menos universal en la realidad, el Vaticano II distinguirá entre el Reino de
Dios que es universal en la realidad, estando presente
invisiblemente en el corazón de todos los hombres, y la Iglesia Nueva que es
universal sólo en la intención, porque está todo el tiempo
visiblemente construyendo y extendiendo el Reino en la vida de los hombres. La
Neo-iglesia es también universal por ser el “sacramento” o signo eficaz de la
unidad de todos los hombres (LG#1).
2 Aquí
es donde la Neo-Iglesia libera a los poderes mundanos de cualquier dominación
de la Iglesia. La glorificación del hombre hizo que el “Reino de Dios” ya no
fuera potencial para todos los hombres por el bautismo, sino actual para todos
los hombres por naturaleza. Por lo tanto, la naturaleza ha tomado el relevo de
la religión, por lo que la Neo-iglesia puede señalarla
universalidad del Reino, pero no puede afirmarlo ni reclamarlo. Por
lo tanto, la política está libre de religión, y la Iglesia Nueva sólo necesita
purificarla en su propio dominio. Aquí está la Neo-Cristiandad de Maritain, en
la cual Mammon puede tomar el control del mundo, como hemos visto desde el
Vaticano II. El Concilio fue de hecho la conclusión lógica de la larga
decadencia de la verdadera cristiandad desde la Edad Media. ¿Pero entonces la
Neo-Cristiandad es impía? No, el Neo-Mundo de Maritain, ni creyente ni
bautizado, sigue siendo sin embargo – según Maritain y el Concilio – liberado
por Cristo, y dirigendose a la gloria.
3 Esta
reducción liberal de la Iglesia es seguida por la reducción ecuménica. Desde
que el protestantismo rompió la Iglesia Católica, los fragmentos rotos han
tratado de volver a unirse. La verdadera Iglesia no quería y no quiere
participar en su vana búsqueda de la unidad perdida, a menos que se
reincorporen a la Iglesia Católica, pero la glorificación del hombre hace que
la Neo-Iglesia glorifique a los no católicos y quiera llegar a ellos. Así, en
los cristianos no católicos, glorificará las “huellas” muertas del
catolicismo, todavía presentes pero sin vida entre ellos, por ejemplo, entre
los ortodoxos, Ordenes válidas pero sin jurisdicción; entre los protestantes,
Escrituras pero sin interpretación autorizada; y las convertirá en “elementos”
vivos (Unitatis Redintegratio). Y en la humanidad no
cristiana encontrará “semillas de la Palabra”, es decir, cualquier
verdad y bondad que sea chispa de la Palabra que “ilumina a todos los hombres
que vienen al mundo” (Jn.I, 9) (Nostra Aetate), porque todos los
seres racionales han sido escogidos por Dios para glorificarle, y todos los
escogidos son salvos.
Pero,
¿cómo puede el Concilio dignificar de esta manera a todos los no católicos sin
degradar a los católicos? Declarando que la “Iglesia de Cristo” que todo lo
abarca “subsiste”, es decir, que existe de alguna manera especial, en la
Iglesia Católica (LG#8). Pero “subsiste” es meramente un truco
verbal – si dignifica a los no católicos, ¿cómo puede no degradar a los
católicos? Si no degrada a los no católicos, ¿cómo puede dignificar a los
católicos?
4 Finalmente,
¿cómo se va a redefinir la Neo-iglesia para cumplir con su nuevo papel? Como
“Pueblo de Dios”, necesariamente democrático, así que el sacerdocio de las
Órdenes se difumina en el “sacerdocio” del bautismo (I Ped. II, 5), y toda la
Neo-Iglesia se hace sacerdotal con una misión en todo el mundo, y así que los
obispos son promovidos a gobernar la Iglesia junto con el Papa (LG#22).
Otra palabra lo suficientemente vaga como para corresponder a la vaguedad de
las nociones de la Neo-iglesia es “Comunión”, cuya actividad principal es el
“Diálogo” con todos los hombres, así que nadie se equivoca nunca, y todos
pueden ser amables con los demás. ¡Olviden la doctrina o la verdad!
Kyrie eleison.