sábado, 29 de junio de 2019

COMENTARIO ELEISON Número DCXXIV (624) - 29 de junio de 2019



“Prometeo” – Neo-Iglesia

El Concilio dice que todos los hombres son buenos y salvos,
¡Por muy mal que se comporten!
Después de estudiar en la Parte II de La Religión del Hombre el Hombre Nuevo que surge del Concilio, en la Parte III de su libro sobre el Vaticano II el P. Calderón estudia la NEO-Iglesia del Concilio, una verdadera Iglesia nueva. La única religión verdadera del único Dios verdadero fue fundada por Jesucristo, Dios encarnado, para “enseñar a todas las naciones” (Mt. XXVIII, 20), a fin de llegar a todas las almas y salvar a tantas como sea posible. Para adaptar una Iglesia tan ambiciosa al hombre moderno, y para proteger el humanismo moderno, es necesario reducirla y redefinirla, cambiarla radicalmente, disfrazando al mismo tiempo el cambio. Por lo tanto, 1 La Neo-Iglesia ya no tiene una misión para toda la humanidad, y 2 ya no interferirá en la parte mundana de la humanidad. 3 Incluso en la parte religiosa de la humanidad ya no será la única iglesia, y 4 tendrá que ser redefinida para cumplir con su nuevo papel.
1 La Tradición Católica enseña que el “Reino de Dios” y la “Iglesia” son dos expresiones de exactamente la misma realidad. Ambos tienen la misma misión de alcance universal. Pero para adaptar esa Iglesia a un mundo en el que cada día es menos universal en la realidad, el Vaticano II distinguirá entre el Reino de Dios que es universal en la realidad, estando presente invisiblemente en el corazón de todos los hombres, y la Iglesia Nueva que es universal sólo en la intención, porque está todo el tiempo visiblemente construyendo y extendiendo el Reino en la vida de los hombres. La Neo-iglesia es también universal por ser el “sacramento” o signo eficaz de la unidad de todos los hombres (LG#1).
2 Aquí es donde la Neo-Iglesia libera a los poderes mundanos de cualquier dominación de la Iglesia. La glorificación del hombre hizo que el “Reino de Dios” ya no fuera potencial para todos los hombres por el bautismo, sino actual para todos los hombres por naturaleza. Por lo tanto, la naturaleza ha tomado el relevo de la religión, por lo que la Neo-iglesia puede señalarla universalidad del Reino, pero no puede afirmarlo ni reclamarlo. Por lo tanto, la política está libre de religión, y la Iglesia Nueva sólo necesita purificarla en su propio dominio. Aquí está la Neo-Cristiandad de Maritain, en la cual Mammon puede tomar el control del mundo, como hemos visto desde el Vaticano II. El Concilio fue de hecho la conclusión lógica de la larga decadencia de la verdadera cristiandad desde la Edad Media. ¿Pero entonces la Neo-Cristiandad es impía? No, el Neo-Mundo de Maritain, ni creyente ni bautizado, sigue siendo sin embargo – según Maritain y el Concilio – liberado por Cristo, y dirigendose a la gloria.
3 Esta reducción liberal de la Iglesia es seguida por la reducción ecuménica. Desde que el protestantismo rompió la Iglesia Católica, los fragmentos rotos han tratado de volver a unirse. La verdadera Iglesia no quería y no quiere participar en su vana búsqueda de la unidad perdida, a menos que se reincorporen a la Iglesia Católica, pero la glorificación del hombre hace que la Neo-Iglesia glorifique a los no católicos y quiera llegar a ellos. Así, en los cristianos no católicos, glorificará las “huellas” muertas del catolicismo, todavía presentes pero sin vida entre ellos, por ejemplo, entre los ortodoxos, Ordenes válidas pero sin jurisdicción; entre los protestantes, Escrituras pero sin interpretación autorizada; y las convertirá en “elementos” vivos (Unitatis Redintegratio). Y en la humanidad no cristiana encontrará “semillas de la Palabra”, es decir, cualquier verdad y bondad que sea chispa de la Palabra que “ilumina a todos los hombres que vienen al mundo” (Jn.I, 9) (Nostra Aetate), porque todos los seres racionales han sido escogidos por Dios para glorificarle, y todos los escogidos son salvos.
Pero, ¿cómo puede el Concilio dignificar de esta manera a todos los no católicos sin degradar a los católicos? Declarando que la “Iglesia de Cristo” que todo lo abarca “subsiste”, es decir, que existe de alguna manera especial, en la Iglesia Católica (LG#8). Pero “subsiste” es meramente un truco verbal – si dignifica a los no católicos, ¿cómo puede no degradar a los católicos? Si no degrada a los no católicos, ¿cómo puede dignificar a los católicos?
4 Finalmente, ¿cómo se va a redefinir la Neo-iglesia para cumplir con su nuevo papel? Como “Pueblo de Dios”, necesariamente democrático, así que el sacerdocio de las Órdenes se difumina en el “sacerdocio” del bautismo (I Ped. II, 5), y toda la Neo-Iglesia se hace sacerdotal con una misión en todo el mundo, y así que los obispos son promovidos a gobernar la Iglesia junto con el Papa (LG#22). Otra palabra lo suficientemente vaga como para corresponder a la vaguedad de las nociones de la Neo-iglesia es “Comunión”, cuya actividad principal es el “Diálogo” con todos los hombres, así que nadie se equivoca nunca, y todos pueden ser amables con los demás. ¡Olviden la doctrina o la verdad!

Kyrie eleison.