Mons.
Tissier de Mallerais, veinte años después de su consagración episcopal (1),
afirmó que los papas conciliares no estaban haciendo nada para reconstruir la
fe. "La gran apostasía de la que
habla san Pablo (2 Ts 2, 3) no ha cesado de aumentar. La realeza social de
Cristo está totalmente aniquilada por la libertad religiosa y los Derechos del
hombre"[del Concilio Vaticano 2]. "Sin las consagraciones de Mons.
Lefebvre en 1988 habríamos muerto; ni Fraternidad San Pedro, ni ninguna otra (ni
Ecclesia Dei, ni Motu Proprio, ni Misa...). La tradición habría muerto –la "Operación
Supervivencia" fue un éxito total gracias al heroico acto de Mons.
Lefebvre (todavía "excomulgado"...) Nada ha cambiado en Roma:
endurecimiento de los corazones, ceguera de los espíritus (...) La Iglesia
paralela es la nueva Iglesia del Vaticano II; su nueva religión o "no
religión".
A
la observación de su interlocutor: "Muchos
de los que lucharon junto a Mons. Lefebvre tienden ahora a reunirse en Roma,
buscando un "estatus más regular" dentro de la Iglesia",
Mons. Tissier de Mallerais respondió: "Sí,
muchas pérdidas, en razón de una falta de principios, infidelidades
en la lucha de la Fraternidad (y de Mons. Lefebvre), la búsqueda de un
compromiso, una aspiración a la paz –estos pobres, ya sean sacerdotes o laicos,
son liberales, seducidos por las sonrisas de los prelados del Vaticano. Son
personas cansadas de la larga lucha de la Fe.... pero este combate puede durar
otros treinta años [esto fue hace diez años...] –por lo tanto, no bajen las armas, no busquen una reconciliación,
¡continúen el combate!”
"¿Mi recuerdo más memorable de Mons. Lefebvre?
El del 13 de octubre de 1969, cuando nos abrió la puerta en Friburgo, Suiza, él
solo, sin ningún sacerdote, dándonos la bienvenida a los nueve seminaristas. ¡Solo,
a los 63 años, vuelve a empezar con nosotros, pobres jóvenes!”
"¿Ha cambiado el combate? Absolutamente no.
Nada ha cambiado –con raras excepciones, los obispos se enfurecen contra la
Misa, su nueva religión se opone a la verdadera Misa que destruye su nueva y
falsa religión, una religión sin sacrificio, sin expiación por el pecado, sin
justicia divina, sin penitencia, sin ascetismo; la nueva religión del supuesto “amor,
amor, amor”… El combate contra la libertad religiosa del Concilio Vaticano II
no puede separarse del combate por la misa. Asimismo, la lucha contra el
ecumenismo es una lucha por la realeza social de Cristo”.
"Mons. Rifan, obispo de Campos, ya no combate contra la
nueva misa, contra la libertad religiosa, etc... Tuvo que dejar de combatir. El
silencio ante las herejías de la nueva religión es el precio, la condición sine
qua non para la "reconciliación", el acuerdo, la Prelatura Personal." [¿Qué podemos
decir hoy del ecumenismo del que fue invitado a residir en la Fraternidad en
Suiza, el obispo conciliar Mons. Huonder? Él es el autor de la fiesta "Dies
Judaicus", ahora obligatoria en la Iglesia en Suiza (2). (...) ]
"Mons. Lefebvre tenía razón: sólo los obispos
totalmente libres de cualquier influencia de la Roma liberal pueden trabajar
por el bien de la Iglesia”.
"¿Cuáles serán los mayores desafíos en los
próximos años? Ante todo, nuestra persistencia en rechazar los errores del
Concilio V2 y nuestra determinación de rechazar cualquier
"reconciliación" con la Roma ocupada. Mons. Lefebvre exclamaba –incluso
cuando hablaba de Benedicto XVI ("un verdadero modernista"): "¡Herejes, ustedes pervierten la fe de los fieles!""
"¿Cómo serán los próximos años? En Roma, la
apostasía: organizada con la religión judía -[sobre este tema, ver la
trayectoria (...) del huésped de la Fraternidad, Mons.
Huonder (2)] –Pero poco tiempo después:
"Al final, mi Corazón Inmaculado triunfará".... con un nuevo Papa
católico. No es el momento de vacilar; el diablo, viendo que le queda poco
tiempo, se apresura a destruir lo que aún se le resiste." [La FSSPX, por
ejemplo...]
Diez
años después, estas palabras de Mons. Tissier no han envejecido ni un poco.
Treinta años después de las consagraciones de 1988, ni una línea, ni una
palabra debe modificarse. La situación de la Iglesia no hace más que empeorar:
¿quién puede decir lo contrario?
Por otra parte, se ha producido un
cambio: antes de 2012 fue la Iglesia conciliar la que persiguió y expulsó a los
más fieles, mientras que hoy es Menzingen quien, después de expulsar a uno de
sus obispos y a muchos sacerdotes, entre ellos un miembro permanente del
Capítulo, expulsa hoy a las Hermanas Oblatas de la Fraternidad, que se ocupaban
tan bien de los pequeños alumnos de la Escuela San Miguel de Inglaterra. ¿El
motivo? Su negativa a prestar lealtad a la iglesia conciliar recibiendo al
obispo local y participar en una ceremonia con los estudiantes. Nada más
normal, en definitiva, para una Fraternidad rallié, reconciliada y casi
recuperada por la Iglesia conciliar, que expulsar a los recalcitrantes que se
niegan a aceptar la apostasía de la nueva religión.
El
veneno de los errores del Concilio ha penetrado en todas las fibras de la
Iglesia; como ha dicho Benedicto XVI, el barco hace agua por todas partes y
está muy cerca de zozobrar cuerpos y almas, pero el Señor nos ha dicho: "Sus enemigos no prevalecerán contra Ella".
Y Nuestra Señora en La Salette: "Luchad, hijos de la Luz, vosotros el pequeño
número de los pocos veis... la Iglesia será eclipsada, Roma perderá la Fe. Que vuestro celo os haga hambrientos de la
gloria de Dios y de la honra de Jesucristo".
¡Valor,
queridos fieles!
Mons.
Faure
(1) Entrevista con Mons. Tissier de Mallerais en The
Angelus, 31 de julio de 2008.
(2)
Enlaces a la página web Non possumus que
proporciona enlaces a los documentos:
Enlace
al mensaje de Mons. Huonder para el primer Dies Judaïcus en Suiza el 20 de
marzo de 2011:
http://www.ivescovi.ch/dialogo/giudaismo/message-pour-le-dies-judaicus-20-mars-2011
Mgr Tissier de Mallerais, vingt ans après sa consécration épiscopale (1),
affirmait que rien n’était fait par les papes conciliaires pour reconstruire la
foi. «La grande apostasie dont parle St.
Paul (2 Th 2, 3) n’a cessé de croître. La royauté sociale du Christ est
totalement anéantie par la liberté religieuse et les Droits de l’homme »
[du Concile Vatican 2]. « Sans les
sacres de Mgr Lefebvre en 1988 nous serions morts ; pas de Fraternité St.
Pierre, ni quoique ce soit d’autre (ni Ecclesia Dei, ni Motu Proprio, ni Messe….).
La Tradition serait morte –«l’opération
survie » a été un succès complet grâce à l’acte héroïque de Mgr
Lefebvre (toujours « excommunié »…) Rien n’a changé à Rome :
Endurcissement des cœurs, aveuglement des esprits (…) L’Eglise parallèle, c’est
la nouvelle Eglise de Vatican II ; sa nouvelle religion ou « non
religion ».
A la remarque de son
interlocuteur « Beaucoup de ceux que
ont combattu aux côtés de Mgr Lefebvre ont tendance à présent, à se rallier
à Rome, cherchant un « statut plus régulier » au sein de l’Église »,
Mgr. Tissier de Mallerais répond : « Oui, beaucoup de pertes, en raison d’un manque de principes,
d’infidélités au combat de la Fraternité (et de Mgr Lefebvre), de la
recherche d’un compromis, d’une aspiration à la paix- Ces pauvres gens, qu’ils
soient prêtres ou laïcs sont des libéraux, séduits par les sourires des prélats
du Vatican. Ce sont des gens fatigués par le long combat de la Foi … mais ce
combat durera peut-être encore trente ans – [c’était il y a dix ans…] - par conséquent, ne baissez pas les armes, ne
recherchez pas une réconciliation, mais continuez le combat ! »
« Mon souvenir le plus mémorable de Mgr Lefebvre ? Celui de ce 13
Octobre 1969 où il nous a ouvert la porte à Fribourg en Suisse, tout seul, sans
aucun prêtre, en nous recevant nous, les neufs séminaristes. Tout seul, âgé de
63 ans, il recommence tout avec nous, pauvres jeunes gens ! »
« Le combat a-t-il changé ? Absolument pas. Rien n’a changé –à de
rares exceptions près, les évêques sont enragés contre la messe – leur nouvelle
religion s’oppose a la vraie messe qui détruit leur nouvelle et fausse
religion, une religion sans sacrifice, sans expiation du péché, sans justice
divine, sans pénitence, sans ascétisme ; la nouvelle religion du
soi-disant « amour, amour, amour »… Le combat contre la liberté
religieuse du Concile Vaticano II ne peut
être séparé du combat pour la messe. De même, le combat contre l’œcuménisme est
un combat pour la royauté sociale du Christ ».
« Mgr.
Rifan, de Campos, ne combat plus contre la nouvelle messe, contre la liberté
religieuse, etc… Il a dû cesser de
combattre ». Le silence face aux
hérésies de la nouvelle religion, c’est le prix, la condition sine qua non de
la « réconciliation », de l’accord, de la Prélature Personnelle.» –
[Que dire aujourd'hui de l'œcuménisme de celui qui devait
être l’invité à demeure de la Fraternité en Suisse, l'évêque conciliaire Mgr
Huonder ? Il est à l’origine de la fête du "Dies Judaicus", désormais obligatoire dans l'Église en Suisse
(2). Son séjour est parait-il annulé pour l’instant ; qu’en sera-t-il dans
l’avenir ?]
« Mgr Lefebvre avait raison : seuls des évêques totalement libres de
toute influence de la Rome libérale, pourront travailler pour le bien de l’Église.»
« Quels seront les plus grands défis au cours des
toutes prochaines années ? Avant tout, notre persistance à refuser les
erreurs du Concile V2 et notre résolution de refuser toute
« réconciliation » avec la Rome occupée. Mgr Lefebvre s’écrierait
–même en parlant de Benoit XVI ("un véritable moderniste") : "Hérétiques, vous pervertissez la foi des
fidèles !" »
« Que seront les prochaines années ? À Rome,
l’apostasie : organisée avec la religion juive – [à ce sujet, voir le parcours de celui qui sera
peut-être tout de même un jour l’hôte de la Fraternité, Mgr Huonder (2)] –Mais bientôt : ‘A la fin mon Cœur
Immaculé triomphera’….avec un nouveau pape catholique. Ce n’est pas le moment de défaillir ; le diable voyant qu’il ne
lui reste que peu de temps, se hâte de détruire ce qui lui résiste encore. [La
FSSPX, par exemple…]
Dix ans plus tard, ces propos de Mgr Tissier n'ont pas pris une ride. Trente
ans après les sacres de 1988, pas une ligne, pas un seul mot n'est à modifier.
La situation de l'Église ne fait qu'empirer - qui prétendra le contraire ?
Par contre un changement est intervenu
: avant 2012 c'était
l'Église conciliaire qui persécutait et expulsait les plus fidèles, tandis
qu'aujourd'hui c'est Menzingen qui après avoir expulsé l'un de ses évêques et
de nombreux prêtres dont un membre permanent du Chapitre, expulse aujourd'hui
les Sœurs oblates de la Fraternité qui s'occupaient si bien des petits
élèves de l'École Saint Michel en Angleterre. Le motif ? Leur refus de
prêter allégeance à l'Église conciliaire en recevant l'évêque du lieu et en
participant à une cérémonie avec les élèves. Rien de plus normal, en somme,
pour une Fraternité ralliée, réconciliée et quasi récupérée par l'Église
conciliaire que d’expulser les récalcitrants qui se refusent à accepter
l’apostasie de la nouvelle religion.
Le venin des
erreurs du Concile a pénétré toutes les fibres de l'Église ; comme le dit
Benoît XVI, le navire fait eau de toutes parts et il est bien près de chavirer corps et âmes, mais Notre Seigneur
nous l'a affirmé : « Ses ennemis ne
prévaudront pas contre Elle ».
Et Notre Dame à La Salette: "Combattez, enfants de Lumière, vous petit
nombre qui y voyez... l'Église sera éclipsée, Rome perdra la Foi. Que votre
zèle vous rende comme des affamés pour la gloire et l'honneur de Jésus-Christ."
Courage, chers fidèles !
Mgr
Faure
(1)
Entretien
de Mgr Tissier de Mallerais à The Angelus,
31 juillet 2008.
(2)
Liens vers le
site Non possumus (en espagnol, traduction possible) qui
donne les liens vers les documents :
Lien vers le
message de Mgr Huonder pour le premier Dies Judaïcus en Suisse le 20 mars
2011 :