COMUNICADO DE LOS SACERDOTES DE LA USML
Con motivo del 50º aniversario de la clausura del
Concilio Vaticano II (8 de diciembre 1965), los sacerdotes de la Unión
Sacerdotal Marcel Lefebvre desean reafirmar su "rechazo categórico" a
este fatídico concilio y a "todas las reformas que le siguieron" (Mons.
Lefebvre, Declaración de 21 de noviembre de 1974.)
Ellos hacen completamente suyo el juicio del
Arzobispo Lefebvre, quien veía en este concilio "la mayor catástrofe de
toda la historia de la Iglesia" y lo comparaba con una "tercera
guerra mundial". El Vaticano II, "dando la espalda a la tradición y
rompiendo con la Iglesia del pasado, es un concilio cismático" (Monseñor
Lefebvre en Le Figaro de 4 de agosto de 1976). "La
conclusión se impone: este evento ruinoso para la Iglesia católica y la
civilización cristiana no ha sido dirigido
ni conducido por el Espíritu Santo." (Yo acuso al Concilio,
1976).
En consecuencia, los sacerdotes de la Unión
Sacerdotal Marcel Lefebvre renuevan su determinación formal de no aceptar
ningún "acuerdo práctico" ni ningún "reconocimiento
canónico", en cualquier forma que sea, de parte de las autoridades
conciliares. "Para todo Sacerdote que quiere permanecer católico,
apartarse de esta iglesia conciliar es un deber estricto." (Arzobispo
Lefebvre, Itinerario Espiritual, 1990).
En esta solemnidad de la Inmaculada Concepción,
ellos confían su fidelidad a la Virgen fiel, "Inmaculada en su fe"
(oración de San Pío X). Que Ella se digne a ayudarles a dar testimonio de la
verdad y a trabajar sin descanso por la salvación de las almas y por someter
todo al "dulce reinado de Nuestro Señor Jesucristo" (Arzobispo
Lefebvre, Carta al Cardenal Seper, 13 de abril 1978).