Sobrevivir
en Prisión
¿El
infierno venidero de los Globalistas teme usted?
Su castillo interior, lleno de Dios, hay que construirlo.
Su castillo interior, lleno de Dios, hay que construirlo.
Alexander
Solzhenitsyn (1918–2008) es uno de los pocos escritores verdaderamente
destacados del siglo 20 porque él no es ateo, sino que volvió a Dios gracias a
sus sufrimientos bajo la tiranía totalitaria de la Rusia Comunista, que duró
desde 1917 hasta 1989. Su obra más importante es el Archipiélago Gulag en
tres volúmenes, para lo cual se basó ampliamente en su propia experiencia,
cuando vivió desde 1945 a 1953 dentro del archipiélago Comunista de campos de
prisioneros que se extendían por toda Rusia. Él sobrevivió a la experiencia, y
sus escritos incluyen sugerencias o consejos serios sobre cómo sobrevivir en
tales prisiones totalitarias modernas. Se escucha que los Globalistas ya tienen
construidas prisiones en todo Estados Unidos en las cuales encerrar a los
enemigos del Estado Globalista, que ciertamente incluirá cristianos
convencidos. La siguiente receta de siete puntos para sobrevivir fue tomada
del Archipiélago Gulag y presentada el año pasado en Francia:—
* En
el interrogatorio preliminar, no trate de engañar a
los interrogadores cuando por una semana se le ha dado lo mínimo esencial de
comida y de sueño para sobrevivir. Más bien hágase el tonto de principio a fin,
p/ej. “No lo sé”, “no puedo recordar”. En cualquier caso, no se engañe, son los
interrogadores quienes redactan el interrogatorio – el Partido es su
conciencia, y ellos no quieren perder sus trabajos.
*
Una vez dentro de la prisión, lleve
cualquier clase de vida de la mente, suficientemente intensa para que ninguna
clase de sufrimiento pueda golpear su mente fuera de su equilibrio.
*
Entre a su cabeza tan rápido como sea posible que su vida pasada ha terminado y
se ha acabado, incluso la vida misma. Una vez que usted no tenga nada más que
perder y esté convencido de ello, y se ha hecho a la idea qu e cueste lo que
cueste, usted se va a apegar a la línea que ha determinado, entonces usted ya
no tiene miedo, automáticamente encuentra las respuestas correctas y cómo
contestar, ellos ya no pueden imponerse a usted, y si usted tiene que morir, lo
hace con dignidad y conciencia limpia. Ésta es la fuerza moral que ellos temen
y que ellos hacen todo lo que pueden para romperlo, por ejemplo dando falsas
esperanzas de que recibirá un perdón.
*
No posea nada, desapéguese de todo, y usted tendrá la calma y la libertad
mental para juzgar serenamente la gente y las circunstancias. Confíe sólo en su
memoria para recordar todo lo que sabe sobre el hombre y la naturaleza humana.
*
Abandone cualquier deseo de organizar su propia vida, a fin de preservar su tranquilidad.
*
No le crea a nadie, desconfíe de todos: dentro del gulag nadie hace algo a
cambio de nada.
*
Finalmente, manténgase cerca de sus compañeros prisioneros buenos cont ra los
malhechores e informantes, tomando la justicia en sus propias manos, si es
necesario. Pues en verdad, uno de los descubrimientos más notables en su viaje
a través de esta escena del Infierno es que sus peores enemigos no son los
guardias de la prisión, sino... sus compañeros prisioneros. La ley de esta
jungla es, hoy es usted quien estira la pata, mañana es mi turno. Todo lo que
puede hacer es atacar primero, incluso si lo acuchillan a cambio... en resumen,
hágase respetar si no quiere ser explotado.
En
cuanto al uso de la fuerza física por defensa propia, la Iglesia enseña que
debe ser proporcional al ataque amenazado. Pero el punto principal de
Solzhenitsyn es la renuncia a toda esperanza terrena, el desprendimiento de
todas las posesiones, la calma de la mente, la conciencia en paz, en resumen,
esa fuerza moral interior que transfiere el propio miedo al adversario. En este
respecto los católicos son universalmente conocidos por ser ganadores, porque
tienen una vida de oración por la cual viven cerca de Dios. “Esta es la
victoria que derrota al mundo, nuestra fe” (I Juan V, 4).
Kyrie
eleison.