¿FSSPX – 2018?
San Pablo exige “Doctrina y piedad” –
¡Católicos! Lean y oren, o ustedes caerán.
A medida que el mundo se hunde, cada vez más personas están abriendo sus ojos y se preguntan dónde terminará. Mientras que la Iglesia Católica es dirigida resueltamente cuesta abajo por un papa que parece decidido a borrar los últimos rastros de la Iglesia pre-conciliar, cada vez más católicos están abriendo sus ojos y son llevados a preguntarse si el Concilio (1962–1965) no fue algún tipo de problema para la verdadera Iglesia Católica. Luego dirigen su mirada hacia la Fraternidad San Pío X, porque ésta fue fundada en 1970 por Mons. Lefebvre precisamente para asegurar la continuación de la Iglesia preconciliar, ¿y qué encuentran? Un grupo de sacerdotes cada vez más indulgentes con la Iglesia posconciliar, cada vez menos claros sobre el Vaticano II, y deslizándose hacia los brazos de los romanos conciliares. ¿Resultado? Muchas de esas almas que buscan la Verdad están más confundidas que nunca. Así que ¿hacia dónde se dirige la Iglesia y la Fraternidad San Pío X en el 2018?
Las almas que buscan la Verdad deben leer (por ejemplo El Rin desemboca en el Tíber de Ralph Wiltgen o Carta abierta a los Católicos Perplejos de Mons. Lefebvre). Es así como muchos católicos hallaron la senda, en los años 1970 y 1980, hacia el movimiento Tradicionalista, donde encontraron de nuevo la verdadera Iglesia que ellos sabían que habían perdido después de la “renovación” del Concilio. Y en Mons. Lefebvre (1905–1991) encontraron a un líder con una visión clara y católica de lo que sucedió en el Concilio, que tuvo lugar bajo la presión del mundo moderno para conformarse al mundo, mientras que desde el comienzo de la Iglesia hasta el siglo XX, fue siempre la Iglesia la que presionó al mundo para que se conformara a Dios. En esta perspectiva, el Vaticano II representó un levantamiento, un cambio radical sin precedente en toda la historia de la Iglesia, pero los Padres del Concilio estaban casi todos más o menos deslumbrados por el mundo moderno. Es este levantamiento que fijó el curso de la Iglesia oficial desde el Concilio hasta nuestros días. Y dado que los enemigos de Dios y del hombre estaban detrás del mundo moderno y detrás del Vaticano II, y dado que por un justo castigo de Dios, ellos están profundamente arraigados dentro de las oficinas del Vaticano; entonces en el 2018, salvo un milagro o la intervención de graves acontecimientos, la Iglesia oficial continuará su declive.
¿Y la Fraternidad San Pío X en el 2018? A principios de julio, dentro de seis meses, la FSSPX celebrará sus elecciones para los que serán durante los próximos 12 años sus tres Superiores: el Superior General y sus dos Asistentes. Si los 40 sacerdotes principales de la Fraternidad que votan en esas elecciones desean continuar el deslizamiento de la Fraternidad hacia los brazos de la Roma conciliar, es decir, la Iglesia oficial, entonces sin duda votarán para que Mons. Fellay sea Superior General y pueda terminar la obra de reemplazar la clara visión del Arzobispo de la necesidad de resistir al Vaticano II, con su propia visión confusa de mezclar la Tradición Católica con el Vaticano II, que es como mezclar fuego con agua. Pues así como Paulo VI (1963–1978) soñó con salvar tanto la Iglesia como el mundo moderno mezclando ambos en el Vaticano II, terminando casi con la vida de la Iglesia por su tiránico sueño; así Mons. Fellay ha desecado la vida de la Fraternidad aferrándose a su sueño paralelo de salvar tanto la Tradición como el Concilio en una reconciliación mesiánica de su propia creación. La visión de él es muy diferente de la del Arzobispo. Entonces ¿cómo votarán los 40 sacerdotes? De su voto depende cómo la Fraternidad se desenvolverá en 2018, por lo menos a partir de julio.
Sin embargo, había una razón para el Vaticano II, y ese era el abismo cada vez más grande entre la verdadera Iglesia de Dios y el hombre moderno. La presión por unirlos se volvió insoportable, y los Padres del Concilio reventaron. Mons. Lefebvre mantuvo su posición católica y fundó la Fraternidad, pero en cambio sus sucesores a la cabeza de ésta, reventaron bajo la misma presión. El mundo impío de hoy nos rodea a todos nosotros, y sus sirenas encantadoras son bastante seductoras. Los católicos deben “vigilar y orar”: necesitan leer, y continuar leyendo, y deben tener una vida de fuerte oración con la cual se aferren a Dios, los15 Misterios del Santo Rosario todos los días.
Kyrie eleison.