Liberalismo
= Religión
“Dios
o Mammon – hay que elegir”, Nuestro Señor afirmó.
El Vaticano, al elegir a Mammon, enfermó.
El Vaticano, al elegir a Mammon, enfermó.
No
solo el liberalismo es un pecado y un pecado grave que afecta al honor de
Nuestro Señor Jesucristo, sino que el liberalismo es una religión. Nos
estamos muriendo del liberalismo y sus consecuencias. Hace ya dos siglos que
este liberalismo se ha extendido por todas partes, en nuestras sociedades, en
nuestras escuelas. Este veneno destruye los mandamientos de Dios, destruye todo
lo que constituye la belleza, la grandeza de la civilización cristiana. Como
dijo el papa León XIII a propósito de la masonería en su encíclica Humanus
Genus: “Hay que arrancarles su máscara y mostrarlos tal y como son para
que así los evitemos y evitemos sus errores”. Creo que el
liberalismo, que es un fruto de la masonería, necesita también ser
desenmascarado y ser presentado tal cual es, de forma que se comprenda su
peligro.
El
liberalismo tiene su diosa. Es la libertad.
Recordarán ustedes la adoración, las adoraciones hechas durante la Revolución
francesa en la catedral de Nuestra Señora de París a la diosa razón, es decir,
a la libertad, a la libertad del hombre. Y es a esta libertad, que tiene su
estatua a la entrada de Nueva York, a la que han festejado de una manera
increíble hace pocos meses. El hombre libre. El hombre liberado, por fin, de
toda ley y principalmente de la Ley de Dios. Esta es la diosa de la religión
del liberalismo.
El
liberalismo tiene su sacerdocio, su sacerdocio son los
masones. Sacerdocio secreto, sacerdocio organizado, sacerdocio extremadamente
eficaz. Masones hay miles y miles. La secta masónica de los B’nai B’rith, que
hace sus entradas a Roma con mucha frecuencia y que estaba presente en la
reunión de ayer en Asís, ella sola consta de ciento sesenta mil miembros en el
mundo. El Gran Oriente también está extendido por todo el mundo.
El
liberalismo tiene sus dogmas. Estos
dogmas son la Declaración de los Derechos del Hombre. Los papas nos han
instruido que estos derechos del liberalismo son el instrumento inventado por
la masonería contra Dios, precisamente para liberar al hombre de la ley de
Dios. De ahora en adelante, el hombre es libre de pecar, puede desobedecer a
Dios… por ejemplo, libertad de prensa… estas son las famosas libertades que han
sido escritas en la Declaración de los Derechos Humanos y que han sido
condenadas por los papas durante siglo y medio.
El
liberalismo tiene su moral, que es un
contra-Decálogo, su moral es sencillamente la inmoralidad. Por veinte años los
liberales han logrado introducir en la legislación de casi todos los Estados
todos los principios que van en contra de la moral católica, como el aborto,
unión libre, etc. – vivir en pecado es favorecido por las leyes impositivas.
El
liberalismo tiene su política, la
política de la democracia, la política del número. Según la “democracia” es el
pueblo que aparentemente gobierna. Pero es para mejor avasallarlo, para mejor
dominarlo y desposeerlo por medio de un estado omnipotente, de un socialismo
totalitario que poco a poco arruina el derecho de propiedad, que hace trabajar
a los ciudadanos para el Estado casi una tercera parte del año. Y así, ya
tenemos a los ciudadanos prácticamente esclavos del estado totalitario. Esta es
la política del liberalismo, a la que llaman libertad.
El
liberalismo tiene su enseñanza y quiere que su
enseñanza sea atea, laica y universal para todo el mundo. En Francia, no fueron
los obispos quienes defendieron la libertad de una educación no gubernamental,
sino las familias. Si no hubieran ido dos millones de familias a Paris para
rechazar la ley de educación socialista, hoy solamente habría en Francia la
educación gubernamental, y la educación privada habría desaparecido.
El
liberalismo tiene su economía, dirigida por las
finanzas internacionales. Según apliquen los países la moral liberal, la
economía liberal, la enseñanza liberal, las leyes liberales, así interviene el
Fondo Monetario Internacional al lado del gobierno para sostenerlo, aunque
tenga enormes deudas. Por el contrario, los Estados que resisten el liberalismo
son socavados financieramente y arruinados económicamente, si es posible. El
mismo Vaticano ha sido arruinado por la economía internacional. Los masones
infiltraron las finanzas pontificias, y transfirieron la fortuna del Vaticano a
Canadá, donde desapareció. Inmediatamente los masones y la Finanza
Internacional intervinieron para ofrecer el apoyo financiero que necesitaba.
Naturalmente esto explica las presiones que se ejercitan cerca del Vaticano en
el nombramiento de los obispos y cardenales, y también para conseguir que se
haga cuanto el papa hace, quien prácticamente está ahora al servicio de la
masonería. Hay que decir las cosas como son.
Esto
dijo Mons. Lefebvre en Barcelona en 1986. ¿Es necesario cambiar una sola
palabra?
Kyrie
eleison.