ENTREVISTA EXCLUSIVA A MONSEÑOR JEAN MICHEL FAURE
25 de marzo de 2015
ESPAÑOL - FRANÇAIS - ENGLISH
Su Excelencia, hay algunos que se preguntan los
motivos que llevaron a que su consagración fuera hecha con tanta discreción.
¿No habría sido mejor dar la mayor publicidad posible a un acontecimiento tan
feliz?
La consagración
debió ser hecha así para que no fuera impedida. La situación de Mons.
Williamson sigue siendo delicada. Se eligió este monasterio por ser un lugar un
poco alejado y que facilitara ciertas medidas de seguridad. Además los espacios
acá son adecuados y se dispone de suficientes ministros para la liturgia. Ante
todo, había que evitar cualquier disturbio, y eso se logró absolutamente.
Excelencia, ¿nos puede decir algunas palabras sobre
la firma del protocolo de 1988? ¿Usted estaba con Mons. Lefebvre en esos días?
Yo no estaba,
sino que me enteré de esos hechos como cualquier otro miembro de la FSSPX. El 5
de mayo de 1988 Mons. Lefebvre firmó un protocolo para un acuerdo con Roma en
el que el Papa le reconocía el derecho a consagrar a un Obispo de entre los
sacerdotes de la Fraternidad. En ese momento esto se consideró como algo
necesario para que la obra de Mons. Lefebvre pudiera sobrevivir después de su
muerte, pero tal cosa fue también el cebo y el anzuelo para obtener la firma de
Monseñor. Pienso que cuando Mons. Lefebvre firmó ese documento tuvo un momento
-muy pasajero- de debilidad, como fue el caso de Santa Juana de Arco, y, igual
que ella, él escribió, después de “la peor noche de su vida” una carta de
retractación al representante del Vaticano, mediante la cual quedaba anulado el
protocolo. Mons. Fellay no puede valerse de ese momento de debilidad retractada
para decir que está imitando la conducta de Mons. Lefebvre. “Yo he ido
demasiado lejos”, diría después Mons. Lefebvre, refiriéndose a la firma del
protocolo. Sobre la diplomacia y sobre sus interlocutores romanos, Mons.
Lefebvre no se hacía ninguna ilusión, según queda demostrado en muchas de sus
declaraciones y en la determinación nada diplomática que aparece claramente en
su declaración fundamental de 1974 sobre las dos Romas: la eterna y la
modernista, o las dos iglesias: la católica y la conciliar. Y Mons. Fellay, en
la medida en que confunde la Roma actual, oficial, modernista con la Roma
eterna; se hace infiel a la Roma eterna, maestra de la verdad. Confunde iglesia
conciliar -de la cual Mons. Lefebvre tanto habló- e Iglesia Católica. Para
Mons. Fellay no hay más que una sola iglesia y una sola Roma: esto es la antítesis
de la postura de Mons. Lefebvre.
Excelencia, en estos días hemos podido leer muchas
críticas a su persona. Definitivamente el demonio no está muy feliz con su
consagración. ¿Qué nos dice al respecto?
Lo que sucede es
que nosotros pretendemos seguir lo más exactamente posible la línea de Mons. Lefebvre, por eso recibimos ataques de la derecha y de la izquierda, tal como
le sucedió a Mons. Lefebvre.
¿De la izquierda y de la derecha?
Sí. La izquierda
son los que están llevando a cabo la integración de la FSSPX a la iglesia
conciliar, y la derecha son los sedevacantistas. El sedevacantismo es una
simplificación excesiva (y a veces no exenta de sentimentalismo, que se puede
comprender) de la situación que, a nivel prudencial, no fue aceptado, luego de
un profundo examen, por Mons. Lefebvre y los teólogos y canonistas de alto
nivel que él podía consultar. En esto habría que hablar de una verdadera gracia
de estado por parte de Monseñor Lefebvre, que tuvo, en cierta medida, el papel
de San Atanasio frente al modernismo. Para nosotros no hay duda de que la Providencia
lo puso para guiarnos en esta crisis de la Iglesia que ha empeorado desde la
muerte de él, pero que sigue siendo sustancialmente la misma. No se puede decir
que Francisco tenga una responsabilidad mayor que Pablo VI o Juan Pablo II en
el desarrollo de esta crisis que enfrentaron Mons. Lefebvre y Mons. De Castro
Mayer, el P. Calmel y tantos grandes teólogos.
Sin embargo, Ménzingen dice que Su Excelencia y
Mons. Williamson reconocen a las autoridades romanas “de modo puramente
retórico”.
Ni más ni menos
que Mons. Lefebvre. Por eso es que también nos atacan los sedevacantistas, y de
modo bastante violento.
¿Su Excelencia reza en las misas por el Papa
Francisco?
Yo cumplo las
instrucciones de Mons. Lefebvre al respecto:
rezar por el Papa y denunciar sus herejías, a ejemplo de San Atanasio y
tantos santos que tuvieron que oponerse a los Papas de su época.
A propósito de estos Papas liberales y modernistas y
de la cuestión Iglesia Católica – iglesia conciliar, ¿Su Excelencia concuerda
con la postura que los Dominicos de Avrillé exponen en el estudio titulado “Una Jerarquía para Dos Iglesias"?
Sí.
Sigamos con el tema del Papa. En la entrevista
anterior preguntamos al Padre Faure que haría si fuera invitado al Vaticano por
el Papa Francisco. Ahora le preguntamos a Monseñor Faure qué le diría a
Francisco.
Ante todo, digo
que tal entrevista es prácticamente imposible, ya que una condición sine qua non sería la presencia de Mons.
Williamson y otros sacerdotes nuestros, siendo excluido absolutamente cualquier
tipo de “negociación” en vista a un acuerdo del tipo que sea mientras, como
decía Mons. Lefebvre, no exista una conversión radical de Roma aceptando, de
hecho y de derecho, todas las encíclicas anteriores al Vaticano II, así como
las condenas en contra del liberalismo y del modernismo que ellas contienen; lo
que aparentemente no sucederá antes de la tercera guerra mundial (que parece
próxima). Yo le diría al Papa: ¿a qué iglesia pertenece usted, a la Iglesia
Católica o a una falsificación de la Iglesia? Su función es confirmar en la fe
a sus hermanos. Le recordaría estas palabras de San Pablo: vuestra autoridad es para edificar y no para
destruir (2 Cor 13, 10), para edificar y no para destruir ni disminuir la fe
y la moral de los católicos. Le diría también esto, citando a Mons. lefebvre:
¿Está Usted de acuerdo con todas las grandes encíclicas anteriores a Juan XXIII
y con todos los Papas hasta Pío XII inclusive? ¿Está Usted en “plena comunión”
con esos Papas y con sus enseñanzas? ¿Acepta el juramento anti modernista?
¿Está a favor del Reino social de Nuestro señor Jesucristo? Si Usted no acepta
la doctrina de esos predecesores suyos, es inútil hablar con Usted. Es porque
somos fieles a la Roma eterna que nos vemos obligados a separarnos de la Roma
modernista y liberal, actual y oficial. No es porque Ménzingen se esté dejando
seducir que un Mons. Williamson o yo caeríamos en la misma trampa.
Volviendo a lo de las críticas y mentiras respecto
de su persona, algunas de ellas son extremadamente ridículas. Por eso perdone
esta pregunta que formulamos con el fin de honrar a la verdad y de proteger a
algunas almas simples y excesivamente crédulas: ¿nos puede decir algo sobre las
circunstancias del entierro de su padre?
El 3 de marzo de
1986, el cuerpo de mi padre fue llevado a mi casa para ser velado. Ahí fue
puesto sobre mi cama y no en el piso, como falsamente pretenden los
calumniadores sedevacantistas. ¡Que digan los nombres de los testigos!
Personalmente yo puedo nombrar al Padre Canale FSSPX, que celebró la misa de Requiem,
al P. Ricardo Olmedo FSSPX y a los profesores del seminario, que conocían los
hechos; a los seminaristas que hoy son Padres, al P. Schmidberger FSSPX, que
estuvo en la misa y en el cementerio, y también a los miembros de la familia
Masuda, que fueron grandes benefactores del seminario en los comienzos de éste
y que estuvieron toda la noche en la velación. Éstos, más tarde, acogieron en su campo, por misericordia, la veintena de seminaristas que salieron del
seminario con ocasión de la rebelión sedevacantista de 1989. Mi padre está enterrado en el pequeño cementerio del seminario de la Fraternidad, donde su
tumba es bien visible. A su misa asistieron todos los
seminaristas y muchos sacerdotes y fieles. En ese episodio nada hubo de raro y
nada hay que ocultar, sino que lo que hay en esto es un ejemplo de la lógica
sedevacantista para poder decir que el Obispo Faure es judío: yo nací en
Argelia; los judíos son numerosos en Argelia; luego, ¡yo debo ser judío! Pero
como los musulmanes son mucho más numerosos, ¿acaso no seré un musulmán
marrano? Contra las calumnias e invenciones más ridículas, yo dispongo en
Francia de un bien hecho árbol genealógico de mi familia, que haré público
cuando vuelva allá.
¿Y qué nos puede decir sobre la crisis que tuvo
lugar en el seminario de Argentina en 1989? También se le culpa de eso.
Acerca de la
crisis del seminario de Buenos Aires, aclaro que yo llegué a México el día 24
de septiembre de 1985, cinco días después del terrible terremoto, luego de
haber sido nombrado como Superior del Distrito de México, pero esa crisis tuvo
lugar en 1989, en el marco de la rebelión sedevacantista en contra de Mons.
Lefebvre. El director, un profesor y varios Padres de esa tendencia habían
influenciado a la mitad de los seminaristas de La Reja, los que en 1989
esperaron la visita del P. Schmidberger para salir en masa del seminario e irse
a un “seminario” hecho por un grupo seglar mejicano. Fracaso total: un pequeño
grupo de ellos se quedó en un monasterio abandonado cerca de Córdoba,
Argentina, y luego en los alrededores de Luján y finalmente en El Bolsón (al
Sur de Argentina). Entonces es una falsedad evidente que el supuesto escándalo
del entierro de mi padre, ocurrido tres años antes, haya provocado la salida
inmediata de esos veinticinco seminaristas. Sobre estos hechos escribe Mons.
Tissier em la biografía de Mons. Lefebvre (pág. 546, 2da. Edic. correg., Edit.
Clovis, 2002).
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FRANÇAIS
Monseigneur, certains s'interrogent sur les motifs pour lesquels votre consécration fut réalisée avec autant de discrétion. N'aurait-il pas été préférable de donner une plus grande publicité à un événement aussi heureux?
La consécration a dû être réalisée ainsi pour ne pas être empêchée, la situation de Mgr Williamson restant délicate. Nous avons choisi ce monastère d'accès assez difficile qui permettait certaines mesures de sécurité. En outre les installations ici sont suffisantes et l'on dispose d'un bon nombre de ministres pour la liturgie. Avant tout, il s'agissait d'éviter toute manifestation et la cérémonie s'est parfaitement déroulée.
Monseigneur, pouvez-vous nous parler de la signature du protocole de 1988? Étiez-vous avec Mgr Lefebvre à ce moment là ?
Non, j'ai appris la nouvelle comme les autres membres de la FSSPX. Le 5 Mai 1988 Mgr Lefebvre a signé un protocole en vue d'un accord avec Rome selon lequel le pape lui reconnaissait le droit de consacrer un évêque choisi parmi les prêtres de la Fraternité. Cela était alors considéré comme nécessaire pour assurer la survie de l’œuvre de Mgr Lefebvre après sa mort, mais cela fut aussi l'hameçon utilisé pour obtenir la signature de Monseigneur. Je pense que Mgr Lefebvre eut alors un moment - très bref – de faiblesse, comme ce fut le cas de Sainte Jeanne d'Arc et, comme elle, il écrivit après “la plus mauvaise nuit de sa vie” une lettre de rétractation à son interlocuteur du Vatican, par laquelle le protocole se trouvait annulé. Mgr Fellay ne peut prétendre imiter la conduite de Mgr Lefebvre en se basant sur ce moment de faiblesse, au sujet duquel il a déclaré: “Je suis allé trop loin”. Quant à la diplomatie, Mgr Lefebvre ne se faisait aucune illusion sur ses interlocuteurs romains. Bon nombre de ses déclarations montrent sa détermination qui apparaît particulièrement dans sa déclaration fondamentale de 1974, sur les deux Rome, qui n'a rien de diplomatique, la Rome éternelle et la Rome moderniste, les deux églises: Catholique et Conciliaire. Mgr Fellay, dans la mesure où il confond la Rome actuelle, officielle, moderniste avec la Rome éternelle se rend infidèle à la Rome éternelle, maîtresse de vérité. Il confond aussi l'église conciliaire, dont Mgr Lefebvre a tant parlé et l'Église Catholique. Pour Mgr Fellay il n'y a qu'une seule église et une seule Rome: c'est l'antithèse de la position de Mgr Lefebvre.
Monseigneur, ces jours-ci nous avons pu lire de nombreuses critiques contre vous-même. Le diable ne semble guère apprécier votre consécration. Que nous dites-vous à ce sujet?
La raison en est que nous prétendons suivre le plus fidèlement possible la ligne de Mgr Lefebvre, et c'est pourquoi nous recevons des attaques de la gauche et de la droite, exactement comme Mgr Lefebvre.
De la gauche et de la droite?
Oui. À gauche se trouvent ceux qui ont entrepris d'intégrer la FSSPX à l'église conciliaire et à droite se trouvent les sédévacantistes. Le sédévacantisme est une simplification excessive du problème (parfois non exempte de sentiments qu'on peut comprendre) et qui n'a pas été acceptée, après avoir été longuement étudiée par Mgr Lefebvre avec les théologiens et les canonistes qu'il consultait régulièrement. On pourrait parler d'une véritable grâce d'état de Mgr Lefebvre dans un rôle semblable à celui de de Saint Athanase, face au modernisme. Pour nous, il ne fait pas de doute que la Providence l'a suscité pour nous guider dans cette crise de l'Église qui empire dans ses conséquences mais qui reste substantiellement la même. On ne peut dire que François ait une responsabilité plus grande que Paul VI ou Jean-Paul II dans le développement de cette crise à laquelle firent face Mgr Lefebvre, Mgr de Castro Mayer, le Père Calmel et tant d'autres grands théologiens.
Cependant Menzigen prétend que vous-même et Mgr Williamson reconnaissent les autorités romaines « d'une façon purement rhétorique ».
Ni plus ni moins que Mgr Lefebvre. C'est la raison pour laquelle nous attaquent également les sédévacantistes et d'une façon assez violente.
Monseigneur, priez-vous, à la messe, pour le pape François?
Je suis les instructions de Mgr Lefebvre à ce sujet: prier pour le pape et dénoncer ses hérésies, selon l'exemple de Saint Athanase et de tant d'autres saints qui eurent à s'opposer au pape de leur époque dans des circonstances difficiles.
Au sujet de ces papes libéraux et modernistes et de la question de l'Église Catholique et de l'église conciliaire, suivez-vous la position que les dominicains d'Avrillé exposent dans leur étude intitulée “Une Hiérarchie Pour Deux Églises” ?
Oui.
Continuons sur la question du pape. Dans l'entrevue précédente, nous demandions à l'Abbé Faure ce qu'il ferait s'il était invité à une entrevue avec le pape François. Maintenant nous demandons à Mgr Faure ce qu'il dirait à François.
Avant tout, je dis qu'une telle entrevue est pratiquement irréalisable, car une condition sine qua non est la présence de Mgr Williamson et d'autres prêtres de nos amis, étant exclu absolument tout type de “négociation” en vue d'un accord quel qu’il soit tant que, comme le disait Mgr Lefebvre, n'ait lieu une conversion radicale de Rome, acceptant, en fait et en droit, toutes les encycliques antérieures au Vatican II, ainsi que les condamnations du libéralisme et du modernisme qu'elles contiennent, ce qui apparemment n'arrivera pas avant la troisième guerre mondiale (qui paraît proche). Je dirais au pape, comme Mgr Lefebvre, à quelle église appartenez-vous, à l'Église Catholique ou à une falsification de l'Église ? Votre fonction est de confirmer vos frères dans la foi. Je lui rappellerais ces paroles de Saint Paul: Votre autorité est pour édifier, et non pour détruire (2 Cor 13, 10), pour édifier et non pour détruire la foi et la morale des catholiques. Je lui dirais aussi ceci, citant Mgr Lefebvre: Êtes-vous d'accord avec toutes les grandes encycliques antérieures à Jean XXIII et avec tous les papes jusqu'à Pie XII compris ? Êtes-vous en pleine communion avec ces papes et avec leurs enseignements ? Acceptez-vous le serment anti-moderniste ? Êtes-vous en faveur du règne social de Notre Seigneur Jésus-Christ ? Si Vous n'acceptez pas la doctrine de vos prédécesseurs, il est inutile de parler avec Vous. C'est parce que nous sommes fidèles à la Rome éternelle que nous nous voyons obligés à nous séparer de la Rome moderniste et libérale actuelle et officielle. Ce n'est pas parce que Menzigen se laisse séduire qu'un Mgr Williamson ou moi tomberions dans le même piège, avec la grâce de Dieu.
Revenant aux critiques et mensonges à votre sujet, certaines sont franchement ridicules. Veuillez nous pardonner cette question que nous posons afin d’honorer la vérité et de protéger quelques âmes simples et excessivement crédules. Pouvez-vous nous parler des circonstances qui ont entouré l'enterrement de votre père ?
Le 3 mars 1986, le corps de mon père fut ramené chez moi pour être veillé. Il fut placé sur mon lit et non sur le sol comme le prétendent faussement les calomnies des sédévacantistes. Qu'ils donnent le nom de leurs témoins ! Personnellement je peux nommer l'Abbé Canale FSSPX qui a célébré la messe de Requiem, l'Abbé Ricardo Olmedo FSSPX, les professeurs du séminaire qui connaissent les faits, les séminaristes qui sont aujourd'hui prêtres, l'Abbé Schmidberger FSSPX, qui se trouvait à la messe et au cimetière et aussi les membres de la famille Masuda, qui furent de grands bienfaiteurs du séminaire dès les débuts et qui veillèrent toute la nuit. Eux-mêmes, par la suite, accueillirent dans leur maison de campagne les vingt-cinq séminaristes qui s'enfuirent du séminaire à l'occasion de la rébellion sédévacantiste de 1989. Mon père est enterré dans le petit cimetière du séminaire où sa tombe est bien visible. Les séminaristes et de nombreux prêtres et fidèles assistèrent à la messe. Il n'y eut, dans cet épisode, rien de spécial et rien à cacher, sinon que l'on trouve en cela un exemple de la logique sédévacantiste pour pouvoir dire que Mgr Faure est juif : je suis né en Algérie: les juifs sont nombreux en Algérie; donc je dois être juif! Mais comme les musulmans sont beaucoup plus nombreux, ne serais-je pas un musulman marrane ? Contre les calomnies et les inventions ridicules, je dispose en France d'un arbre généalogique bien fait que je rendrai publique lors de mon retour.
Que pouvez-vous nous dire de la crise qui eut lieu au séminaire d'Argentine en 1989. On vous accuse aussi de cela.
Au sujet de la crise du séminaire de Buenos Aires, je dois dire que je suis arrivé à Mexico le 24 septembre 1985, cinq jours après le terrible tremblement de terre , après avoir été nommé supérieur du district du Mexique, mais cette crise eut lieu en 1989 dans le cadre de la rébellion sédévacantiste contre Mgr Lefebvre. Le directeur, un professeur et plusieurs prêtres de cette tendance, avaient influencé la moitié des séminaristes de La Reja, ceux qui, en 1989, attendirent la visite de l'Abbé Schmidberger pour quitter en masse le séminaire et s'en aller dans un “séminaire” construit par un groupe de laïcs mexicains. Échec total: un petit groupe d'entre eux se rendit dans un monastère abandonné près de Cordoba, Argentine, et ensuite dans les environs de Lujan et finalement à El Boson (au sud de l'Argentine). Donc il est évidemment faux que le soi-disant scandale de l'enterrement de mon père, survenu trois ans avant, ait provoqué la sortie immédiate de ces vingt-cinq séminaristes. Mgr Tissier a relaté ces faits dans la biographie de Mgr Lefebvre (page 546, 2ème édition corrigée, Édit. Clovis, 2002).
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ENGLISH
INTERVIEW WITH BISHOP JEAN MICHEL FAURE
March 25, 2015
Your Excellency, there are some who are asking what
the reasons are that led to your consecration having been done with so much
discretion. Wouldn't it have been better to have given greater publicity
to such a joyous event?
The consecration had to be
done this way so as not to have been hindered. Bishop Williamson's situation
remains delicate. We chose this monastery because it is a little distant
and provides certain measures of security. Moreover, there is adequate space
here which makes it easy for liturgical ministers. Overall, there was a
need to avoid any type of disturbance, and this was accomplished
successfully.
Your Excellency, can you tell us anything about the
signature of the 1988 protocol? Were you with Archbishop Lefebvre in those
days?
I was not; instead, I was
made aware of these facts just like any other member of the Society. On
the 5th of May of 1988, Archbishop Lefebvre signed a protocol for an
agreement with Rome, in which the pope recognized the right to consecrate one
of the SSPX priests a bishop. At this time, it was considered to be
something necessary in order for the work of Archbishop Lefebvre to survive
after his death, but such a thing was also the bait and the hook to obtain the
Archbishop's signature. I think that when Archbishop Lefebvre signed this
document he had a moment (temporary indeed) of weakness, as was the case with
Saint Joan of Arc, and like her, he wrote, after the “worst night of his life”,
a retraction letter to the Vatican representative, by which he nullified the
protocol. Bishop Fellay cannot take advantage of this moment of
weakness which was later retracted to say he is imitating Archbishop Lefebvre’s
conduct. “I went too far”, Archbishop Lefebvre would say later, referring
to the signature of the protocol. Archbishop Lefebvre had no illusion about the
Roman diplomacy and the Roman interlocutors, as is demonstrated in many of his
declarations and in the non-diplomatic determination that appears in the
fundamental declaration of 1974 about the two Romes: the Eternal and the
modernist, or the two churches: the Catholic and the
conciliar. And Bishop Fellay, in the in which he confuses the
current, official, modernist Rome with the Eternal Rome, he makes himself
unfaithful to Eternal Rome, guardian of the Truth. He confounds the conciliar
church – about which Arch. Lefebvre spoke so much – with the Catholic Church.
For Bp. Fellay there is only one church and only one Rome: but this is the
antithesis of Arch. Lefebvre’s position.
Your Excellency, recently we have been able to read
many criticisms about yourself. For sure, the devil is not very happy with this
consecration. What could you tell us about this?
What happens is that we intend to continue as much as
possible the line of Arch. Lefebvre, and for this reason we receive attacks
from the right and from the left, just like it happened to Arch. Lefebvre.
From the right and from the left?
Yes. On the left are those that are carrying out the
integration of the SSPX into the conciliar church, and on the right are
the sedevacantists. Sedevacantism is an excessive simplification of
the situation (and sometimes it is not exempt of sentimentalism, even though
this may be understandable) that was not accepted, on a prudential level and
after a deep examination, by Arch. Lefebvre and by theologians and canonists of
high level that he was able to consult. On this one must speak about
the true grace of state in Arch. Lefebvre, who had to some degree the same role
of Saint Athanasius against modernism. We have no doubt that Providence put him
here to guide us in this crisis of the Church, that has only gotten worse after
his death, but continues to be essentially the same. We cannot say that Francis
has a greater responsibility than Paul VI or John Paul II for the development
of the crisis that Arch. Lefebvre, Bp. De Castro Mayer,
Fr. Calmel and so many other great theologians confronted.
On the other hand, Menzingen says that Your
Excellency and Bp. Williamson do not recognize the Roman
authorities “except in a purely rhetorical manner”.
No more and no less than Arch. Lefebvre. Hence
the sedevacantists also attack us, and in a very violent way.
Your Excellency, in your Masses do you pray for
Pope Francis?
I follow Arch. Lefebvre’s instructions about this
matter: pray for the pope and denounce his heresies, like Saint Athanasius and
so many saints who had to oppose the popes of their times.
Concerning these liberal
and modernist popes, and the question of the Catholic Church vs.
the conciliar church, does Your Excellency agree with the position of the
Dominicans of Avrillé, as exposed in the article
titled: “One Pope for two Churches”?
Yes.
Let us continue with the theme of the pope. In the
previous interview we asked Fr. Faure what would he do if Francis
invited him to go to Vatican. And now we ask you as Bp. Faure,
what would you say to Francis?
Above all I must say that such an interview is
practically impossible, since a sine qua non condition is the
presence of Bp. Williamson and the other priests, any type of “negotiation”
already being excluded as seen as a deal of any sort, as Arch. Lefebvre used to
say, so long as there is no radical conversion on the part of Rome, accepting,
in fact and in right, all the encyclicals prior to Vatican II, as well as the
condemnations against liberalism and modernism that they include; but
this apparently will not happen before the third world war (that seems
near). I would say to the pope: "What Church do you belong to?
To the Catholic Church or to a falsification of the Church?"
His function is to confirm his brothers in the Faith. I would remind him
of the words of Saint Paul: your authority was given to you
“unto edification, and not unto destruction”(2 Cor. 13, 10), to
edify and not to destroy Catholic faith and morals. I would say to him the
following, citing Arch. Lefebvre: "Do you agree with all the great
encyclicals prior to John XXIII, and with all the popes up until and
including Pius XII? Are you in 'full communion' with those popes and with
their teachings? Do you accept the anti-modernist oath? Do you agree with the
Social Reign of Our Lord Jesus Christ? If you do not accept the doctrine of
these predecessors of yours, it’s useless to talk with you. It is
because we are faithful to the Eternal Rome that we are obligated to separate
ourselves from the modernist and liberal, current and official, Rome. Don't
think that just because Menzingen may let itself be seduced,
that Bp. Williamson or I are going to fall for the same trap."
Coming back to the critics and lies about yourself,
some of them are extremely ridiculous. Therefore,
forgive this question that we are asking with the purpose of honouring
the truth and in order to protect some simple and excessively gullible souls:
Can you tell us something about the circumstances of the burial of your father?
In March 3, 1986, my father’s body was
taken to my home for the wake. There he was placed upon my bed,
and not upon the floor, as the slanderous sedevacantists falsely claim.
Let them say the names of the witnesses! Personally, I can name
Fr. Canale, SSPX, who celebrated the Requiem Mass, Fr.
Ricardo Olmedo, SSPX, and the seminary professors who knew the facts, the
seminarians that today are priests, Fr. Schmidberger, SSPX, who was in the
Mass and in the cemetery, and also the members of Mesuda family, who
were great benefactors of the seminary when it began and who were present at
the wake ceremony. These ones later gathered in their field, moved by mercy,
the twenty seminarians that left seminary during
the sedevacantist rebellion of 1989. My father
was buried in the little cemetery of the Society where his his
tombstone was made visible after the mass attended to by all the seminarians
and many priests and faithful. In this incident there was nothing abnormal
and nothing to hide; but what we have here is an example of
the sedevacantist logic to say Bp. Faure is Jew: I was born in
Algeria; Jews are numerous in Algeria; therefore, “I must be a Jew”. But,
as muslims are much more numerous, maybe I am a marrano muslim?
Against all these very ridiculous calumnies and fabrications, I have a very
good genealogical tree of my family in France that I will make public when
I go back there.
And what can you tell us about the crisis of the
Argentinian seminary, in 1989? They also blame you for this.
About the crisis in the
Buenos Aires Seminary, I am making it clear that I arrived in Mexico
in September 24th, 1985, five days after the terrible earthquake, after having
been appointed Superior of the District of Mexico, but this crisis took place
in 1989, in the period the sedevacantistrebellion against Arch. Lefebvre.
The director, one professor and many priests of this tendency had influenced
half of the seminarians of La Reja, thatwaited the visit of
Fr. Schidberger in 1989 to leave wholesale the seminary and
get into a “seminary” made by a secular group in Mexico. A
complete failure: a little group of them remained in an abandoned
monastery near Cordoba, Argentina, and afterwards around Luján, and
finally in El Bolsón (South of Argentina). Therefore, it is an
evident lie that the supposed scandal around the burying of my
father, that happened three years before, had provoked the immediate departure
of these twenty seminarians. Bp. Tissier writes about these facts in
the biography of Arch. Lefebvre. (page 546, 2nd Ed., Edi.
Clovis, 2002).