PROMESAS HECHAS POR NUESTRA SEÑORA A QUIENES RECEN EL ROSARIO:
·
Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá
cualquier gracia que me pida.
· Prometo mi especialísima protección y grandes
beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
· El Rosario es el escudo contra el infierno,
destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
· El Rosario hace germinar las virtudes para que las
almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres
el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas
celestiales y eternas.
·
El alma que se me encomiende por el Rosario no
perecerá.
· El que con devoción rece mi Rosario, considerando
sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de
muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es
justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
·
Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán
sin los Sacramentos.
· Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y
en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos
bienaventurados.
·
Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas
devotas a mi Rosario.
·
Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una
gloria singular.
·
Todo cuanto se pida por medio del Rosario se
alcanzará prontamente.
·
Socorreré en sus necesidades a los que propaguen
mi Rosario.
· He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los
cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los
bienaventurados de la corte celestial.
· Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy
amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
· La devoción al Santo Rosario es una señal
manifiesta de predestinación de gloria.