Jacques-Régis du Cray. |
Les
informábamos de la Carta del Padre Thouvenot a los
sacerdotes de Francia condenando el libro del Padre Pivert “Monseñor Lefebvre: nuestras relaciones con
Roma”. Una extensa crítica del libro acompañó la mencionada carta. Esta
crítica fue redactada por el laico acuerdista miembro del GREC
Jacques Régis du Cray, alias Ennemond, alias Come de Previgny, al cual las
autoridades de la Fraternidad le han dado poder para ser el único intérprete
autorizado para los escritos de Monseñor Lefebvre (ver acá).
Pues bien,
en la mencionada crítica, el señor intérprete-autorizado dice lo siguiente (el
destacado en rojo es nuestro):
“5. La actitud respecto a los medios Ecclesia Dei es
contraproducente. No se puede contar el número de veces que el Padre Pivert
repite el término “rallié”, desde la misma presentación del libro.
En sus páginas, se descubren juicios
bastante severos en contra de estas comunidades, los cuales no son
puestas en su contexto. Desde las consagraciones hasta su muerte, Monseñor Lefebvre
no tuvo tiempo de ver evolucionar estas comunidades. Los únicos
ejemplos que lo incitaron –y que son citados a título de ejemplo en esta época-
a ser particularmente severos son: El monasterio Saint-Joseph de Clairval à
Flavigny-sur-Ozerain que, después de haber aceptado el indulto de 1984, adoptó
el nuevo misal, y el seminario Mater Ecclesiae en Roma que, apenas implementado,
recicló a los fugados de Econe en favor de las reformas. Por lo tanto, no es de
extrañar que Monseñor Lefebvre escribiera en privado al Padre Couture
diciéndole que las misas del indulto eran “atrapa bobos”.
Es evidente que esos ensayos aparecen como trampas
tendidas para conducir a las almas hacia el rito reformado. Él afirmó
igualmente que sólo era cuestión de tiempo para que los sacerdotes de la
Fraternidad San Pedro adoptaran la nueva misa. Pero finalmente los hechos han demostrado
que estos últimos pudieron resistir a los asaltos. En 1999, ellos
tuvieron una tentativa de sometimiento por parte de Roma y, progresivamente,
casi la totalidad de los dieciséis signatarios que preconizaban el
birritualismo, debieron dejar la FSSP. Hoy en día, son 250 sacerdotes
celebrando exclusivamente el antiguo rito. Nadie puede decir que Monseñor Lefebvre mantuvo la misma
aprensión que en 1988 con el transcurso de los años. Al mismo
tiempo, si vemos la correspondencia de Monseñor Lefebvre, podemos encontrar
también frases más moderadas respecto a las comunidades Ecclesia Dei,
concediendo el hecho que ellos no se adhirieron al espíritu y que tienen la ventaja de recordar cotidianamente a los
obispos lo que es la Tradición.
“La tensión aumentará entre los obispos y
Roma respecto a estos sacerdotes y seminaristas que están unidos sin estar
unidos. Los obispos no los quieren. El intento de Roma corre el riesgo de
fracasar. ¿Qué hará el obispo de Laval con los sacerdotes vestidos con el
hábito dominico? Así se plantea constantemente a Roma y a los obispos el
problema del concilio y de la Tradición”.
En este pasaje, Monseñor Lefebvre admitió que
aquellos que han regularizado su situación –unidos sin estar unidos- planteaban
constantemente a Roma y a los obispos el problema del concilio y de la
Tradición. Estas son sus expresiones.
Además el Padre Pivert compara el mundo Ecclesia Dei con el
clero jurado pues dependen directamente de un episcopado modernista. Cierto,
pero la comparación tiene sus límites: el clero jurado estaba efectivamente
sometido a un episcopado claramente cismático. Además, al firmar el reconocimiento de la Fraternidad por
Monseñor Charriere, obispo de Friburgo, imbuido de las ideas ecumenistas y de
libertad religiosa, Monseñor Lefebvre se encontró en regularidad canónica de
1970 a 1975. ¿Habría que asimilarlo a un obispo jurado, sometido a los hombres
del Vaticano II?”
Hasta
aquí el señor-intérprete-autorizado. Pero el Padre Chautard tiene otra opinión:
“Abramos
los ojos, pues doctrinalmente, estos institutos han cedido sobre :
1.-
La Misa. Curiosamente, estos
institutos que pasan por ser campeones de la liturgia, han aflojado sobre este
punto reconociendo la legitimidad de la nueva misa y callándose lógicamente en
cuanto a la nocividad de ésta. Mencionaremos a Dom Gérard, abad de
Barroux que lo hizo el 27 de abril de 1995, Monseñor Wach, superior de
Cristo Rey, el 21 de diciembre de 1991, Monseñor Rifán, Superior de
Campos, el 8 de diciembre de 2004; todos han concelebrado en el nuevo rito.
Podríamos citar igualmente a la revista Sedes
Sapientiae, que defendió la perfecta ortodoxia de la nueva liturgia, o el
padre Ribeton, superior actual del distrito de Francia de la Fraternidad
San Pedro, o también a los Padres de Tanouärn y C. Héry (del Instituto
Buen Pastor) que defienden, uno la legitimidad y el otro el valor del nuevo
rito.
2. La libertad religiosa:
es el caso de Barroux, con la justificación de la libertad religiosa por el padre Basile, en una larguísima tesis;
es el caso del IBP, con un artículo del padre Héry que inciensa el pasaje del
Discurso de Benedicto XVI de diciembre de 2005 sobre la libertad religiosa;
3. La eclesiología
del subsistit in, con la adhesión entusiasta el padre Laguérie sobre la interpretación ahora clásica de Roma;
4. El ecumenismo.
Esto es lo que se atrevió a declarar hace algunos años el antiguo superior y
cofundador de la Fraternidad San Pedro, el
padre Bisig:
“Yo no veo nada de malo en el hecho
que los católicos se encuentren con los no católicos, que tengan discusiones
con ellos, etc. Asís tuvo en cierto sentido una gran importancia, en la medida
en que, en el marco de la oración por la paz, se encontraran fieles de
diferentes religiones”
5.- El nuevo código de derecho
canónico que todos estos institutos han adoptado sin pestañear.
La
lista podría alargarse. Un último punto : No hay ni una sola palabra, ni
la sombra de una crítica respecto a los escándalos doctrinales de Roma…
Hay
que remarcar lo siguiente :
Cada
vez que se hizo una pretendida apertura de Roma en favor de la Tradición,
estuvo acompañada de divisiones en el seno de la FSSPX. Este fue el caso cuando
la fundación de la Fraternidad San Pedro, el Instituto San Felipe Neri, La
Fraternidad San Juan, el seminario Mater Eclesiae y últimamente el Instituto
del Buen Pastor, los cuales fueron fundados por antiguos miembros de la FSSPX,
provocando divisiones en ella; además Barroux, Chéméré y Campos, son
fundaciones de antiguos aliados cuyos acuerdos se acompañaron de nuevas
divisiones en el frente antiguamente unido de la Tradición.
Por
lo tanto, no es una multiplicación por aumento sino por división.
Este
abandono de la FSSPX, supone para aquellos que la dejan, la aceptación
progresiva y manifiesta de los errores conciliares y litúrgicos. Esta voluntad
de división fue expresada claramente por Monseñor Decourtray el 4 de diciembre
de 1988:
“Si
Monseñor Lefebvre hubiera confirmado la firma que dio el 5 de mayo al protocolo
de acuerdo, hubiera probado que estaba dispuesto a aceptar todo el concilio
Vaticano II al mismo tiempo que la autoridad del papa actual y de los obispos
locales que se le unieron”. En realidad, si Monseñor Lefebvre no aceptó el
protocolo que se le propuso, es precisamente porque comprendió repentinamente
su significado real. “Ellos querían engañarnos”, ha dicho equivalentemente.
Esto significa: “Ellos querían hacernos aceptar el concilio”. (“Progresar en la
fidelidad al concilio. Discurso de introducción del Cardenal Decourtray en la
asamblea del episcopado de Lourdes” )
Podríamos
citar además el documento de fundación del Instituto Buen Pastor:
« El
Instituto Buen Pastor tiene por vocación acoger en la Iglesia Católica a los
sacerdotes salidos de la Fraternidad San Pio X, cismática”.
Su
deslizamiento doctrinal no es pequeño. Esto explica sin duda una confusión tan
presente hoy en día en nuestros medios, el de limitar el combate de la Tradición
al de la misa, como si esto fuera suficiente y no se debiera exigir la fe de
siempre con la misa de siempre. Es por eso que pensamos que es hoy, tal vez más
que antes, que nosotros estamos pagando los frutos amargos de esta división de
1988.
« Desde que ellos admiten la
falsa libertad religiosa, concluye Monseñor Lefebvre, el falso ecumenismo,(…) la reforma litúrgica, (…) ellos contribuyen oficialmente a la
revolución en la Iglesia y a su destrucción” (Itinerario espiritual, Fideliter, p. 10-11)”
Hasta
acá la cita del P. Chautard. Se puede ver todo el artículo del Padre Chautard
con sus citas correspondientes acá.
Y
añadimos nosotros esta escandalosa nota del
Padre Tanouarn (IBP): El 9 de diciembre participó en un coloquio llamado Católicos, musulmanes: ¿compañeros o
adversarios?, durante el cual se encontró
con un imán musulmán. Respondiendo algunas preguntas, el Padre dice:
“El encuentro público entre un imán y
un sacerdote católico, manifiesta una voluntad de conocerse, de no quedarse, en
la misma sociedad, los unos junto a los otros ignorándose, manteniendo toda
suerte de prejuicios sobre las personas que uno juzgaría de manera abstracta,
únicamente a través de su doctrina. Todo encuentro significa un respeto. Para
mí el respeto es, más allá de todas las comunidades, la forma laicizada de la
caridad. El respeto y la caridad tienen el mismo carácter de universalidad. Uno
no respeta solamente a su cónyuge, sus correligionarios, sus familiares
cercanos, sino a todo hombre, en la medida en que no mienta con su propia vida.
Y este respeto, que se le debe al otro, es la forma más elemental, la más
necesaria de amor al prójimo. En este marco, yo aceptaría cualquier invitación”.
En próximas entradas daremos a conocer más citas del estudio en que se ha fundado la Neo-FSSPX para prohibir el libro del P. Pivert.
En próximas entradas daremos a conocer más citas del estudio en que se ha fundado la Neo-FSSPX para prohibir el libro del P. Pivert.