14 de enero de 2014
Señor Superior General,
En la continuación de
mi proceso, su respuesta del 12 de diciembre de 2013 me llegó bien.
Usted toma nota del
retiro de mi recurso. Usted confirma “la entrada en vigor de la sentencia
pronunciada en mi contra por el Padre Wuilloud en el precepto penal del 28 de
octubre de 2013” y usted me pide “dirigirme quam
primum a Montgardin…”
Después de ocho meses
de espera incomprensible de mi proceso… aprecio la súbita eficacia de su
secretario personal que llamó a uno de mis hermanos desde el 10 de diciembre de
2013, impacientándose al punto de reprocharle ¡no conocer mi número de
teléfono! El mismo día a las 21:30 hrs, él llamó también a mis padres para
saber si yo estaba presente y obtener mi número de teléfono móvil. Un número
que no parece haber sido útil hasta hoy.
Cuando uno consulta en
el diccionario las palabras « mascarada », « parodia »
y « simulacro », se constata que hacen referencia a mi proceso… Esta
mascarada ha sido larga pero finalmente se termina.
Si yo acepté el sufrir
esta parodia de proceso no fue con la esperanza de obtener justicia, pues
personalmente ya no tengo duda de su desprecio por la palabra dada, al menos
desde agosto de 2011, fecha de mi regreso de Gabón.
Yo acepté sufrir este
simulacro de justicia, para darles una nueva ocasión a los cofrades de
constatar su deshonestidad intelectual.
¡Ya es suficiente!
La desproporción
exorbitante de la sentencia prueba, si fuera necesario, que esta puesta en
escena « burlesca y ridícula” no corresponde a la realidad… ella esconde
una voluntad silenciosa.
Después de la
publicación en el blog Austremoine.org del artículo del 11 de noviembre de
2013: “La condenación-justificación del
Padre Nicolás Pinaud”, usted mandó
llamar a su autor el miércoles 20 de noviembre a Zurich y usted le confió que
él no sabía todo. Usted le afirmó que él ignoraba que yo era un “manipulador” y
que este proceso, en lo que me concierne, no era más que “la punta del iceberg”.
La sentencia castiga
entonces a un iceberg y una manipulación que no fueron precisadas en la
acusación… ¿Cuál es este iceberg y cuál esta manipulación?
De su parte, ¿no serían
estas insinuaciones puramente manipuladoras, como usted sabe hacerlo muy bien,
usted y sus colaboradores cercanos?
Usted conoce el juicio
de Monseñor Tissier de Mallerais sobre mi sentencia: ella es nula, porque entre
otras cosas, la colaboración formal que se me reprocha es inexistente…
En tales condiciones,
usted me obliga a negarme a continuar en esta hipócrita vía. Someterme una vez
más a un enésimo abuso de poder, perjudicará el bien común de la FSSPX.
Por lo tanto, no es ni
razonable ni virtuoso prolongar esta comedia.
Su penosa y cruel
actitud me recuerda estas palabras de Juana a su verdugo: “Obispo, es por usted que yo muero”.
Su ceguera y su
obstinación en destruir la identidad de nuestra Fraternidad Sacerdotal San Pio
X me consternan. Usted desprecia todo consejo, usted continuará
encarnizadamente su objetivo subversivo caminando sobre el cadáver de sus
sacerdotes.
Nada parece poder
detenerlo. Qué hacer, sino repetirle estas palabras del Divino Maestro a su
discípulo traidor: “Lo que has de hacer,
hazlo pronto”.
¡Ya es suficiente!
En la fiesta de San
Hilario de Poitiers,
Padre
Nicolas Pinaud,
suspens
a divinis, bajo su jurisdicción.
Adjunto :
Imagen-recuerdo de mi condenación del 28 de octubre de 2013.