miércoles, 22 de enero de 2014

ESCANDALOSAS CONFERENCIAS DEL P. PFLUGER (parte 4)



FORO CHRISTUS VINCIT

La ignorancia es el primer problema : « Ellos no me conocen a Mí ni a mi Padre”. El apostolado de nuestros sacerdotes debe enfocarse en la formación y en reducir la ignorancia de los fieles, no limitarse a hablar de los escándalos del Vaticano II o de la libertad religiosa… sino de (predicar) la Fe. No hacer dialéctica. No caridad amarga. No forzar con la verdad sino ser pacientes.
En este nuevo pontificado se habla mucho de reformas. Con “Evangelii gaudium”, el papa trata de llegar a todos las personas, de transmitir la alegría del Evangelio y de la Fe. Como dijo el Padre Schmidberger: “Tiene cosas buenas, pero también omisiones”. Después de nueve meses vemos más claro acerca de este Papa. El quiere cambiar la Iglesia. Le gusta agradar y siempre actúa diferente: el no canta cuando tiene que cantar, no ayuda cuando hay que ayunar, no es exacto con las rúbricas (genuflexiones), usa el clergy cuando debe usar sotana.  En breve, él impacta. Lo que hay que decir, es que él es único, es diferente, es argentino y jesuita. Es un hombre de acción. El es un hombre de actuar, de hacer, de movimiento, pero es el Papa. “Evangelii gaudium”, tiene un lenguaje un poco sorprendente para nosotros, al cual no estamos habituados.
 (El Padre Pfluger lee el índice de materias) Hay que subrayar que el papa nos invita a no caer en la pereza espiritual… (De hecho, el verdadero problema no es lo que dice, sino lo que no dice/ más grave que lo que dice, es lo que no dice): el problema de la salvación universal. Comprendemos la reacción del papa pero el problema es que no habla de convertir. Lucha contra el clericalismo: aquellos que no piensan más que en sí mismos y están se contentan con sus pequeñas reglas.
 Lo que dice sobre los homosexuales (en el fondo/de cierta manera) no es falso, pues Nuestro Señor tampoco juzga: él abraza a los protestantes, ¿por qué no? Pero lo más grave es que no les habla de la exclusividad de la salvación. (En los modernistas, la fe no es objetiva, es subjetiva. Yo no me adhiero a un objeto preciso. El papa recuerda la cruz, etc. pero para los modernistas, todos estamos salvados). Este papa está en la ilusión. Tiene la voluntad de reformar, eso está muy bien pero falta la necesidad de la fe: “El que no crea, puede arriesgar su salvación” (sic). En Pentecostés, San Pedro dio un sermón que impactó, pues él es el Papa y hay tres mil convertidos (para el papa Francisco, “todo el mundo sabe lo que piensa la Iglesia”: no, eso es falso).