sábado, 18 de enero de 2014

PASO ATRÁS DE MONS. FELLAY: CARTA SOBRE LA PROHIBICIÓN DEL LIBRO DEL P. PIVERT



Menzingen da un paso atrás en cuanto al documento de 16 páginas ("reseña") que sirvió para fundamentar la prohibición del libro del P. Pivert. 

Mons. Fellay desautoriza en parte dicha reseña y trata de aclarar algunas de sus habituales ambigüedades...

FRATERNIDAD SACERDOTAL SAN PIO X
CARTA INTERNA.


+ Menzingen, 16 de enero de 2014


Estimados Miembros de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X:

Nosotros creímos útil, para ilustrar nuestra decisión de prohibir la difusión del libro del Padre Pivert titulado Su Excelencia Monseñor Lefebvre: Nuestras relaciones con Roma, de adjuntar una reseña de dicho libro.

Si bien la mayoría de los miembros comprendió bien nuestra decisión, algunos otros se preocuparon. Con el fin de evitar cualquier confusión, deseo aportar las precisiones y comentarios siguientes:

1. Algunos vieron, en esta reseña, sea una comunicación oficial del Superior General cambiando radicalmente la posición de la Fraternidad hacia los grupos Ecclesia Dei, sea denotando un ablandamiento de esta posición. Yo rechazo formalmente, en la intención y en los hechos, que la reseña adjunta a esta Carta Circular a los Superiores tenga un valor más grande que el que se ha querido darle: es solamente un anexo y nada más, ilustrando simplemente mi juicio según el cual la obra del Padre Pivert hace una presentación errónea, parcial, de las relaciones de Monseñor Lefebvre con Roma. Como se ve claramente en la advertencia que aparece al principio de la reseña, la finalidad que yo buscaba al comunicar este texto se limita estrictamente al juicio sobre el libro y de ninguna manera se refiere a la posición de la Fraternidad actualmente, o sobre la posición mantenida por Monseñor Lefebvre.

2.- En una carta que Monseñor Tissier me dirigió el 6 de enero, estimó que: “La reseña anónima de este libro adjunta a una carta circular del Secretario de la Fraternidad, parece verídica en lo esencial. Pues si Monseñor Lefebvre fue antes que nada un hombre de fe y de sabiduría, él poseía una buena dosis de pragmatismo, como bien lo discernió el Padre Aulagnier en su libro “Tradición sin miedo”. Por sagacidad natural y su disposición sobrenatural de seguir el camino de la Providencia, Monseñor Lefebvre siempre buscó aprovechar las ocasiones favorables para restablecer contactos con Roma y obtener el retorno a nuestra aprobación canónica. El Padre Pivert no supo discernir el pragmatismo de nuestro fundador. Lo que él hubiera podido decir, es que este pragmatismo siempre fracasó frente a Roma conciliar. (…) Monseñor, la reseña del libro del Padre Pivert presentada en la última circular de Menzingen me parece contener equívocos. A pesar de los méritos de su análisis crítico, no se pueden aprobar los juicios del autor sobre Monseñor Lefebvre ni la estima que manifestó hacia las comunidades Ecclesia Dei”. 

Nosotros compartimos plenamente esta apreciación.


3. En particular, y como al parecer el punto n° 5 de la reseña es el que ha causado más inquietud, quisiéramos recordar :


a. Que los primeros grupos Ecclesia Dei nacieron por decisión de Roma, en oposición con la FSSPX y para hacernos desaparecer, si fuera posible;


b. Que ellos abandonaron a Monseñor Lefebvre en medio del combate, dividiendo así el frente unido de la Tradición; que entre ellos se encuentran fervientes defensores del Concilio Vaticano II que antes combatían, en particular la libertad religiosa, pero también el ecumenismo, Asís, etc. ; que su silencio en estas materias doctrinales es utiversal y nociva;

c. Que su defensa de la liturgia tradicional está manchada con su participación en la nueva misa (al menos la Misa Crismal) y de su silencio sobre la nocividad del Novus Ordo;

d. Que su apostolado sigue siendo muy limitado en razón de las medidas drásticas que les son impuestas por los obispos locales;

e. Que existen, sin embargo entre ellos, muchos de buena voluntad, muchas personas e incluso grupos que, aprovechando la oportunidad y llegando del Novus Ordo, comparten nuestras convicciones y merecen ser ayudados y apoyados en su acercamiento con la Tradición.

f. Todo esto es el ejemplo reciente de los Franciscanos de la Inmaculada, que nos muestran la imposibilidad y el peligro suicida para aquellos que quisieren llegar a un acuerdo con las autoridades actuales (vean la crítica a la exhortación apostólica Evangelii gaudium del papa Francisco por el Padre Schmidberger y la acusación fantasmagórica de cisma sacramental de Monseñor Muller respecto de la Fraternidad).

4. La posición del Superior de la Fraternidad respecto a Roma no ha cambiado en nada. Está claramente expresada en los documentos oficiales, como la Carta a los amigos y benefactores n° 80 (26 de abril de 2013), que describe nuestro combate y el de Monseñor Lefebvre por Cristo Rey, así como los errores contra los cuales debemos luchar, la declaración de los obispos del 27 de junio de 2013, que traza la síntesis de nuestra posición, esperando sin precipitar de ningún modo el día donde “la Tradición reencontrará sus derechos en Roma”. (Sermón de Monseñor Lefebvre con ocasión de las consagraciones del 30 de junio de 1988), posición expresada en los capítulos de 2006 y 2012.


En las circunstancias tan difíciles que atraviesa actualmente nuestra Fraternidad sacerdotal, sepamos conservar la noble actitud católica que da a cada cosa su justo valor; a la opinión el valor de una opinión, al dogma el de un dogma, sin mezclar los géneros, sin sospechar desmesuradamente, acordando el beneficio de la duda cada vez que sea posible (según las reglas del discernimiento de los espíritus expuestas por San Ignacio de Loyola).

Evitemos todo lo que divide y debilita nuestro combate por la defensa de la Tradición. Aprovechemos la ocasión de esta nueva Cruzada del Rosario para redoblar el celo y defender el tesoro de la Fe, reagrupados bien unidos en torno al Corazón Inmaculado de María, suplicándole que su triunfo llegue pronto.

En esta fiesta de san Marcelo, los bendigo a todos.

+Bernard Fellay