jueves, 30 de mayo de 2013

MONSEÑOR LEFEBVRE CENSURADO POR MENZINGEN (OTRA VEZ).-



El Padre François Pivert escribió un libro llamado “Su Excelencia Monseñor Lefebvre: Nuestras relaciones con Roma”. Este libro se puede comprar aquí.

Nos informa el señor Paul Chaussée, en el foro Un évêque s’est levé, lo siguiente:

Recibimos esta información del señor Max Barret:

« Como información que puede alentarnos a multiplicar nuestras oraciones por el padre de Cacqueray, deben saber que Menzingen le pidió retirar de la venta todos los ejemplares del libro del padre Pivert, El Combate de la Fe, « Monseñor Lefebvre y nuestras relaciones con Roma » y sancionar al autor (el padre Pivert, no Monseñor Lefebvre…) El Padre de Cacqueray se rehusó a ejecutar las dos órdenes ».



Yo verifiqué esta información con el Padre Pivert quien me la confirmó ¡pero él no había sido informado por Menzingen !
¡Esto dice en qué estado se encuentra la Fraternidad! Pero hay que apoyar con nuestras oraciones al padre de Cacqueray que va a concentrar en su persona la ira del dictador suizo.

Este libro extraordinario, por su riqueza y su construcción está compuesto con el 90% de citas de Monseñor Lefebvre aproximadamente, y el resto son breves textos de enlace por el padre Pivert y algunas citas de Roma. Se puede descubrir allí la perfección de la argumentación por la lectura continua o escogiendo un aspecto de este tema a partir del índice temático muy completo o por una sola palabra por el índice onomástico. Yo lo probé a partir de la cuestión disputada del « acuerdo práctico » tratado en el capítulo 7 y con la palabra « Tradición viva ». Las respuestas son muy claras, al punto que me sentí inteligente por comprender tan bien estas cuestiones embrolladas. Es verdad que las respuestas ¡son de Monseñor Lefebvre! Pero el talento del padre Pivert se descubre por la elección de citas y por la manera en que están ordenadas.

Es contundente de orden y de inteligencia, y es reconfortante descubrirse de acuerdo con Monseñor Lefebvre y con el padre Pivert y unidos en el campo de los que resisten a la unión con Roma. Pero comprendemos también el furor del Superior General cuya estrategia de afirmaciones ambiguas se reduce a nada ¡sin ni siquiera ser citado ni nombrado!