domingo, 15 de octubre de 2017

NEO-FSSPX: MÁS AMBIGÜEDADES

Más y más ambigüedad. Ahora la FSSPX publica un artículo titulado "¿Firmar o no firmar la Corrección filial?", en el que la Fraternidad se limita a dar la palabra a dos clérigos liberales de ¨línea media”: los Padres Blake y Bux.

El P. Ray Blake es un “conservador” inglés projudío que, según él mismo confiesa, no se atrevió a firmar la Correctio por temor a represalias. Un liberal moderado que sí se atreve a escribir esto, en su blog, el 4 de octubre, hablando sobre la misma Correctio: "Una de las agencias de noticias 'semioficiales', Rome Reports (...) afirmó que los firmantes 'rechazaron el Vaticano Segundo'. Aunque tengo dificultad para interpretar el significado real de ciertos pasajes ambiguos, yo podría haber estado inclinado a firmar la Correctio precisamente porque acepto el Vaticano II. No estoy seguro de si es prudente que esté ahí el nombre del obispo Fellay, pero personalmente me alegra que así sea; es más: él dice que acepta el 98% del Consejo, que es probablemente mucho más que su prelado medio tanto en Roma como en las periferias."

El P. Nicola Bux, por su parte, es otro sacerdote “liberal de derecha” muy cercano a Benedicto XVII, que es o ha sido consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de otros dicasterios romanos. Ferviente partidario del acuerdo traidor entre la FSSPX y Roma, escribió en marzo de 2012 una carta melosa por la que animaba a Mons. Fellay a dar el paso suicida: Venid con seguridad a Roma, a la casa del Padre común, que nos has sido dado como perpetuo y visible principio y fundamento de la unidad católica. Venid a participar de este bendito futuro, del cual, aún en medio de persistentes tinieblas, ya se ve el amanecer. Vuestro rechazo aumentaría el espacio de las tinieblas, no el de la luz."

¿Firmar o no firmar la Corrección filial?
La Corrección filial dirigida, el 24 de septiembre de 2017, al papa Francisco, respecto a los pasajes heterodoxos de Amoris laetitia, cuenta hasta hoy con 235 firmas de clérigos y universitarios laicos. Los primeros 62 signatarios hicieron saber, desde el principio, que ellos representaban “igualmente a otras personas que no tienen la libertad de expresión necesaria para firmar».
Esto es lo que confiesa con toda humildad en su blog, el 28 de septiembre, el Padre Ray Blake de Brighton (Reino Unido), que firmó la Carta de los 45 teólogos al cardenal Angelo Sodano en 2016, y que renunció a firmar la Corrección filial en 2017: «Se me pidió firmar la Corrección filial. Yo firmé el año pasado la carta de los 45 universitarios y pastores, y casi inmediatamente encontré el automóvil del cardenal Nichols (arzobispo de Westminster, NDLR) estacionado en mi jardín para informarme de su disgusto, el cual era bastante ligero en comparación de la suerte de los otros signatarios laicos que fueron despedidos de sus empleos en instituciones católicas, siendo el más prestigioso de ellos el Dr. Josef Seifert. Lo admito, tengo miedo de firmar y conozco a otros sacerdotes que comparten mi temor. Muchos de los que hubieran podido firmar tienen, en el curso de los últimos cuatro años, un cierto temor respecto a su posición en la Iglesia. (…)
«El clima es malo en toda la Iglesia, en Roma es positivamente tóxico. Bajo Francisco, el Vaticano se ha convertido en un lugar de miedo y de opresión arbitraria, como lo atestigua la evicción del cardenal Muller por el papa, y anteriormente el despido de dos sacerdotes de la Congregación de la fe, y entre los laicos, Libero Milone, antiguo Verificador general de las cuentas, y muchos otros. No es solamente en teología que 2+2 = 5 o no importa cuál cifra elegida por el papa ese día, esto se extiende a la moralidad y a la decencia humana ordinaria, y esto es finalmente un ataque grave contra la racionalidad de la fe católica y el rigor intelectual. (…) La Iglesia de Jesucristo no es una multitud, el gran defecto del papa Francisco es que en lugar de reunir el rebaño, lo dispersa, enviando a muchos al desierto, o a la confusión y el miedo”.
Junto a aquellos que no tuvieron la libertad de firmar la Corrección filial, están también los que, sin firmarla, le aportan su apoyo intelectual y moral, como Mons. Nicola Bux, sacerdote italiano muy cercano a Benedicto XVI, quien concedió una entrevista, el 5 de octubre de 2017, al sitio italiano La Fede Quotidiana, retomada al día siguiente en forma de resumen por Maike Hickson en el sitio americano OnePeterFive:
«Don Bux subraya que “el derecho canónico reconoce que los fieles tienen el derecho -y a veces incluso el deber- de expresar sus pensamientos a los pastores por el bien de la Iglesia”. Los “mismos pastores no son infalibles”, agregó. Los fieles están obligados a obedecer al papa cuando enseña “de manera definitiva” una doctrina de fe o de moral, dijo Don Bux. La misma obligación se aplica a los documentos no falibles, es decir, “a los actos del papa que aspira a volver más claros ciertos aspectos de la fe y de la moral reveladas por Dios”. Sin embargo, precisa, no se debe obedecer cuando los pastores, y sobre todo el papa, en lugar de reforzarla, debilita la fe de los cristianos con sus pensamientos personales, por sus palabras o sus acciones”. Don Bux parece hacer aquí una referencia indirecta a la Corrección filial que cita explícitamente no solamente a la misma Amoris Laetitia , sino que igualmente concierne a las palabras y acciones del papa fuera de este documento oficial.
«Don Bux declara entonces muy claramente que, en el caso de debilitamiento de la fe, los cristianos “deben expresar (al papa) su oposición con el respeto que le es debido. La autoridad del papa en la Iglesia no debe ser falsamente confundida con un poder absoluto”. El sacerdote italiano espera que las dos proposiciones del cardenal Gerhard Muller y del cardenal Pietro Parolin para una discusión más profunda sobre estas cuestiones, serán tomadas en cuenta.
«Si bien el mismo Don Bux no es “un teólogo moralista” él precisa sin embargo que los numerosos llamados, declaraciones y dubia respecto a Amoris lætitia indican que “una aclaración es necesaria”. “Se encuentran no solamente errores teológicos y ambigüedades, sino también errores de naturaleza filosófica y lógica”, explica. (Ciertas de las ambigüedades y errores filosóficos y lógicos de Amoris lætitia han sido bastante bien señalados y sin cesar explicados por el Profesor Josef Seifert).
«Don Bux caracteriza la reacción desfavorable a la crítica de Amoris lætitia como “un debate impertinente, porque no se quiere responder a los argumentos de fondo”. Amoris lætitia causa mucha confusión en cuanto a su aplicación, notablemente en el caso de las personas divorciadas y vueltas a casar y de su acceso a la santa comunión.
«A escuchar y a leer por todos, Don Bux insiste sobre el hecho de que el papa tiene “el deber de preservar la fe tal cual ha sido confiada a la Iglesia” y que debe “proclamarla de suerte que, en nuestros días, la gente pueda convertirse a Cristo y no permanecer incrédula”. El pastor italiano nos recuerda igualmente que la misión última de la jerarquía católica no es el resolver “problemas políticos”, sino más bien “proclamar el Evangelio y administrar los sacramentos”. La misión del sacerdote católico es “honrar a Dios y salvar almas”. Como lo dijo Don Bux: “Jesucristo vino al mundo para salvar las almas del pecado y conducirlas a Dios Padre”. Así, él rechaza la idea de una Iglesia “en la cual todo el mundo, sin convertirse necesariamente a Jesucristo e independientemente del Decálogo, continúa a vivir como quiere”.
«Don Bux reconoce que “la Iglesia se encuentra ahora en gran confusión” y -según las palabras del Profesor Ernesto Galli Della Loggia (historiador, editorialista en Corriere della Sera. NDLR): “que ella entre en concurrencia con la ONU, la FAO (Organización para la alimentación y la agricultura)” que no son para nada católicas. Don Bux concluye esta excelente entrevista con estas palabras: “Jesús dijo que de nada le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma” (Cf. Marcos 8, 36).”