lunes, 5 de agosto de 2013

MONSEÑOR WILLIAMSON NUEVAMENTE CALUMNIADO

Se ha publicado hoy un delirante, ridículo y vil ataque a Monseñor Williamson por este blog sedevacantista, que ha sido retomado por otro sitio con una carta previa del P. Méramo (acá). 

Ese pretendido “informe” no tiene la firma de alguna persona real, lo cual constituye una gran cobardía. Y además de esto, lo que ninguno de los dos sitios ni el P. Méramo dicen, es que el texto replica los datos del sitio francés Virgo María, que era administrado por el hoy fallecido Padre Schoonbroodt.

Cuando este Padre falleció (2012), el P. Cekada pidió oraciones por su alma en el sitio Ignis Ardens. Pues bien, en este foro se encuentra la respuesta del P. Cekada a un forista que señaló que el Padre Schoonbroodt constantemente calumniaba a Monseñor Williamson. Esta es la respuesta y testimonio del P. Cekada:

“Conozco bien Virgo María.
El Padre Schoonbroodt fue atraído cínicamente para supuestamente respaldar lo escrito por Louis-Hubert Rémy, al cual todos consideran un loco de primera clase. Él no es el primer sacerdote anciano de quien se han aprovechado y no será el último.

Pienso que su nombre fue terriblemente abusado por Rémy. Uno de nuestros sacerdotes recuerda haber estado en una cena con el Padre y Rémy, y que el segundo, con audacia y agresividad dominó toda la conversación con sus teorías descabelladas.

Nosotros nos divertíamos leyendo los delirios de Rémy en voz alta y riéndonos; eran como una loca parodia de teorías conspirativas tradicionalistas. Habiendo conocido bien a Monseñor Williamson, sospecho que él probablemente encontró estas denuncias divertidas.

Nadie puede tomar en serio los pronunciamientos rabiosos y absurdos sobre “L’evêque de la rose” en Virgo María. Y nadie que haya conocido personalmente al padre Schoonbroodt podría creer que él aprobó  esta vileza. Él era manso, caritativo en su discurso y edificante en su piedad personal. Tales hombres son frecuentemente abusados por otros con “agendas”. Vemos esto una y otra vez en las vidas de los santos.

El Padre sufrió también persecución por su defensa de Monseñor Lefebvre y fue despojado de su parroquia por el Ordinario local cuando defendió las consagraciones de 1988.

El Padre Schoonbroodt merece ser recordado por tantas cosas buenas que hizo y que apoyó, más que por las palabras y los hechos de los que abusaron de su nombre y lo ensuciaron. ¡Que descanse en paz!”