Estimados amigos: invitamos a todos a estar a los pies de
Nuestro Señor Jesucristo, nuestro Dios, Rey de Cielos y tierra, los días 6, 7 y
8 de septiembre en la oración de las Cuarenta Horas, en memoria del tiempo en
que Nuestro amado Redentor pasó sepultado, primeramente para creer por aquellos
que no creen, adorar por aquellos que no adoran y amar por aquellos que no
aman.
Y además, con espíritu de reparación, suplicar a Él la gracia de ver a la nación de Monseñor Lefebvre –Francia-
levantarse en contra de la orientación que han tomado los superiores de la
Fraternidad, para mayor gloria de Dios y de su Madre Santísima, para la
salvación de las almas y la salvación de esta barca que tiene como patrón al
Martillo de los Modernistas.
¡Unámonos, al menos espiritualmente a las Cuarenta Horas con esta intención!