POR SERAPHIM, DE IGNIS ARDENS
No hay duda que el « branding »
(imagen de marca) ha ablandado a la FSSPX y ha disminuido su combate en contra
de los errores del Vaticano II.
No hay más que echar un vistazo
al sitio SSPX.org para ver un flujo regular de ideas simplonas y anuncios
pro-romanos.
Como escribí recientemente a
algunas autoridades de la FSSPX :
“Me decepcioné al leer el
artículo titulado “Algunos puntos positivos en Lumen Fidei, en el sitio SSPX.org”.
El artículo viene
inmediatamente después de la defensa realizada por el padre X de los contenidos
del sitio web, del cual sostengo que evidencia la liberalización de la
Fraternidad San Pío X, reflejando la nueva orientación dictada por el
“branding” (imagen de marca) que es el cese al fuego sobre el Vaticano II
y los errores de las reformas
pos-Vaticano II, centrándose en lo positivo, mientras que omite advertir a los
fieles del veneno.
El artículo comienza :
«Aunque Lumen Fidei ciertamente
promueve el subjetivismo y es ambiguo en cuanto a la fe y caridad en general,
sin embargo hay algunos buenos puntos para cosechar de este documento
papal »
Y concluye:
Y concluye:
"En una época en que el pluralismo religioso (la negación de todos los credos) se está convirtiendo en la norma, es refrescante escuchar la voz de la más alta autoridad de la Iglesia recordándonos la importancia de los compromisos prácticos de nuestra fe católica: en los votos familiares y los deberes hacia la vida, en los deberes hacia Cristo. ¡Adveniat Regnum Tuum!”
Dejando a un lado la observación de que esta estrategia (es decir, encontrar algo bueno que decir acerca de los documentos que arruinan la fe y dañan las almas) se puede tomar con todos los documentos del Vaticano II y de toda la reforma post-Vaticano II (en cuyo caso, ¿por qué pretender o por qué molestarse en ser tradicionalistas?), me acordé de los pensamientos de Mons. Fellay sobre esta misma estrategia:
Campos,
por medio de su líder, Monseñor Rifán, clama a todos los vientos que nada ha
cambiado, que los sacerdotes de la Administración Apostólica permanecen tan
tradicionales como antes… Esta actitud de duplicidad implícita se convirtió
como en la norma de la nueva situación en la que se encuentran: han subrayado
los puntos del actual pontificado que parecen ser favorables, se pasa bajo un
silencio reverencial lo que no va… Para tener la paz con Roma, hay que dejar de
luchar… Poco a poco y de esta forma la lucha se debilita y se acaba por aceptar
la situación. De hecho en Campos se conserva todo lo que es realmente
tradicional, es cierto, y por lo tanto los fieles no ven cambio alguno, excepto
los más avispados (la Resistencia) que observan
una tendencia a hablar más frecuente y respetuosamente de las declaraciones y
acontecimientos actuales que se dan en Roma, omitiendo las advertencias de
tiempos pasados y sin comentar las desviaciones de hoy en día; el peligro mayor
está en habituarse a esta situación y no intentar ya poner remedio… (Monseñor Fellay, Carta a los Amigos y
Benefactores n° 63).
¿No ven en estas palabras una
crítica al actual curso de la Fraternidad San Pío X en general, y a este
artículo en particular?
Si no lo ven, estamos perdidos.
El demonio conquistó toda la Iglesia en el Vaticano II de esta manera: Tomemos una nueva orientación positiva hacia el mundo; hagamos amigos con nuestros enemigos; ya no más condenaciones y anatemas (de hecho, Juan XXIII dijo prácticamente lo mismo en el Vaticano II).
Ahora, porque han elegido el consejo de una compañía pagana de marketing (en vez de continuar el combate de Monseñor Lefebvre) para que les dijera cuál estrategia debía tomarse, el demonio ahora está conquistando la FSSPX con la misma técnica.
Por supuesto que ellos lo negarán (igual que Campos lo hizo).
La trayectoria al proseguir de esta manera es fácilmente predecible (como de hecho el Padre Cottier lo predijo con éxito en Campos).
La mentalidad implícita en persistir en esta orientación es para distanciar voluntariamente una parte de su propios fieles (como, de hecho, Monseñor Fellay manifestó su disposición a hacerlo) por el bien de.... ¿qué? ¿Obtener un apostolado más amplio que vendrá con la regularización?
Pero yo pregunto retóricamente:
¿Qué bien hace la Fraternidad San Pío X al llenar las Iglesias, obtener una
pastoral más amplia, llenar los seminarios, etc.; si la compensación es convertirse
(a pesar de la negativa previsible de la acusación) en gran medida en Conciliar?
En la actualidad, la FSSPX aún
puede distinguirse de la FSSP, porque (al menos técnicamente / oficialmente)
asegura que los documentos del Concilio Vaticano II contienen errores.
¿Por cuánto tiempo continuarán
haciéndolo?
Psicológicamente, será difícil que la Fraternidad San Pío X continúe manteniendo esta posición con el tiempo, cuando prácticamente hablando, ya no combate esos errores:
“Aquellos que no actúan del modo en que piensan, empezarán a pensar del modo que actúan”.
Esta es la trayectoria en la
que la Fraternidad San Pío X se ha establecido, y es muy preocupante.
Sí, los nuevos sacerdotes están
marcados desde su formación y no escucharemos que hablen mucho sobre el
Concilio Vaticano II en los púlpitos.