lunes, 14 de octubre de 2019

LOS CONCILIARES RETRIBUYEN EL SILENCIO DE LA NEO-FSSPX

La catedral de Saint Paul, Minnesota

Fuente (extracto)

"Misa Tradicional por un Sacerdote de la FSSPX en la Catedral de Saint Paul - Viernes, 18 de octubre.- El viernes 18 de octubre a las 11:30 AM, al P. James Trummer del priorato de la FSSPX de Long Prairie, MN, se le ha concedido permiso para ofrecer la Misa Tridentina en la Catedral de San Pablo, MN. La misa se ofrecerá en el antiguo altar del Sagrado Corazón de la Catedral. Debido a la logística, el P. Trummer necesita un conteo de los fieles que asistirán y recibirán la Sagrada Comunión. Por favor envíe un email a j.trummer@fsspx.email antes del miércoles 16 de octubre si va a asistir y recibir la Sagrada Comunión."
Comentario de Sean Johnson:
Hace 20 años, esta noticia habría sido recibida con la misma alegría que respecto a un ejército conquistador convirtiendo una mezquita a la fe verdadera, con este espíritu: entrar en territorio hostil e insertar la verdadera Misa y la verdadera fe en una iglesia hecha para esto.
Lo mismo se dirá de este último anuncio de la Misa en la hermosa Catedral de Saint Paul, por supuesto. Pero el contexto dice que otro espíritu anima estos continuos gestos diocesanos para con la FSSPX.
Antes de que el nuevo sacerdote fuera asignado aquí en agosto, el P. Dailey, a quien se le había visto deambulando por la misma catedral más de una vez, había colaborado con la Arquidiócesis para asegurar la casa de retiros diocesana para un retiro de mujeres el verano pasado, en lugar de llevar a cabo el retiro en Winona, como se había hecho muchas veces antes (un edificio de seminario vacío en el 75%). 

Parece que se ha establecido algún tipo de acuerdo entre la Arquidiócesis a lo largo de los años, y que este último permiso es el resultado de la negativa de la FSSPX a condenar al modernismo y a los modernistas.
No es que Roma quiera que la Tradición se difunda en la Iglesia, y por eso esté extendiendo estos privilegios y permisos, sino que, debido a que la FSSPX ha frenado su guerra contra el modernismo, los conciliares desean alentar y recompensar esa traición.  

En realidad, no es una FSSPX conquistadora la que entra en la Catedral, como un ejército de Cristo proclamando la victoria de la Tradición, sino un ejército derrotado telegrafiando a Roma que se ha rendido, y esperando conseguir el mejor trato que pueda y sacarle el mayor provecho posible.