"Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del anticristo". Hoy, en el 172° Aniversario de la
aparición de Nuestra Señora en La Salette, Francia; publicamos el comentario que sobre ese pasaje formula el P. Gilbert Combe, confidente de Melania, en su libro
titulado El Secreto de Melania, Pastora de La Salette y la crisis
actual (1904).
"Roma perderá la fe y
se convertirá en la sede del anticristo. Roma, es decir los habitantes de Roma perderán la
fe: Porque es a Pedro y no a los habitantes de Roma que las promesas divinas
fueron hechas."
Esta importante clarificación del P. Combe, coincide exactamente
con lo que dijimos en una entrada de noviembre de 2014:
Sin entrar en la polémica relativa a la versión extensa del Secreto de
Melania (de 1879), cumplimos hacer ciertas advertencias a los lectores acerca
de la frase "Roma perderá le fe y se convertirá en la sede del
Anticristo", que los sedevacantistas, interpretándola del peor
modo posible, veneran como si se tratase de una profecía irrefutable y de una
verdad ciertamente revelada por el Cielo:
a) Ante todo,
tengamos en cuenta que esa frase no está en la redacción original de 1851. Esto
no implica que haya que tenerla por falsa, pero sí permite tenerla como dudosa.
b) Aunque la frase sea verdadera, la interpretación que hacen de ella
los sedevacantistas (y muchos tradicionalistas no sedevacantistas) dista de ser
la única concebible. La versión del secreto que contiene dicha frase también
menciona otras dos ciudades: París y Marsella: "París será quemada
y Marsella será engullida". Y todos están de acuerdo en que París
significa la ciudad, no el gobierno de Francia, ni el Arzobispo de París, ni su
curia, ni la diócesis, etc.; y todos concuerdan en que Marsella significa la
ciudad, no el Obispo de Marsella, ni su curia, ni la diócesis, ni el gobierno
civil de esa ciudad. Entonces, congruentemente, la palabra Roma también debe ser
entendida en un sentido más bien literal, como en los otros dos casos,
significando no la Santa Sede, sino la población de la ciudad cuando dice "perderá
la fe", y Roma como lugar físico cuando dice "y se
convertirá en la sede del Anticristo". Así, el sentido más probable de
la frase sería que los habitantes de Roma perderán la fe y que en esta ciudad
tendrá su asiento el más importante órgano directivo de la acción anticatólica,
como pudiera ser un comando mundial de la Masonería. Parece muy razonable esta
interpretación, pues el demonio, queriendo imitar las obras de Dios, pondría la
sede de su vicario, que es el Anticristo, junto a la sede del Vicario de
Cristo.
c) Esa frase, según los sedevacantistas, significa que la Santa Sede perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo, y profetiza, entonces, el presente estado de la iglesia, la que, por causa del modernismo imperante, actualmente se encontraría sin Papa y sin o casi sin Obispos, y con el número de sus fieles tan mermado, que no pasaría de unos pocos miles; lo cual equivale a decir esto otro: que las puertas del infierno prevalecieron contra ella, porque, en rigor y entre otras razones, ni la Santa Sede puede desviarse tanto como para que llegue a ser la sede del Anticristo, ni la Iglesia Católica puede quedar reducida a un ínfimo remanente de fieles católicos dispersos por el mundo, sin Papa y sin Obispos. Cita:
c) Esa frase, según los sedevacantistas, significa que la Santa Sede perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo, y profetiza, entonces, el presente estado de la iglesia, la que, por causa del modernismo imperante, actualmente se encontraría sin Papa y sin o casi sin Obispos, y con el número de sus fieles tan mermado, que no pasaría de unos pocos miles; lo cual equivale a decir esto otro: que las puertas del infierno prevalecieron contra ella, porque, en rigor y entre otras razones, ni la Santa Sede puede desviarse tanto como para que llegue a ser la sede del Anticristo, ni la Iglesia Católica puede quedar reducida a un ínfimo remanente de fieles católicos dispersos por el mundo, sin Papa y sin Obispos. Cita:
"Doctrina de la Iglesia.
1) La perennidad del Primado está definida explícita y directamente en
el Concilio Vaticano (D 1824s). [D 1825 Canon. Si alguno, pues, dijere que no
es de institución de Cristo mismo, es decir, de derecho divino, que el
bienaventurado Pedro tenga perpetuos sucesores en el primado sobre la Iglesia
universal... sea anatema. NdB].
2) La perennidad de la Iglesia está definida explícita, pero
indirectamente, en el mismo Concilio (D 1821 1824s).
3) La perennidad de la Jerarquía la definió implícitamente el Concilio
Vaticano I. En efecto, definió explícitamente la perennidad del Primado (D
1824s). Es así que también definió que es propio del Primado el tener
subordinados a él y el gobernar a los Pastores u Obispos de la Iglesia
universal (D 1827-1831); luego siempre habrá Pastores u Obispos subordinados al
Primado. Esto mismo se enseña explícitamente en la introducción a la
Constitución de la Iglesia (D 1821)."
Cita de Sacrae Theologiae Summa, por los Padres de la Compañía de Jesús, 4.ª ed., Madrid, B.A.C., 1962, trat. III, "De la Iglesia de Jesucristo", por el P. J. Salaverri S.J., n° 294.
Cita de Sacrae Theologiae Summa, por los Padres de la Compañía de Jesús, 4.ª ed., Madrid, B.A.C., 1962, trat. III, "De la Iglesia de Jesucristo", por el P. J. Salaverri S.J., n° 294.