lunes, 15 de mayo de 2017

UN SACERDOTE DE LA FRATERNIDAD RESPONDE: ¿LA CARTA DE LOS 7 DECANOS ES SUBVERSIVA?

Luego de la publicación de la Carta pública de los decanos y superiores de las comunidades religiosas, el Padre Bouchacourt trató esta iniciativa de “subversiva”, un poco como un slogan para evitar tratar el fondo de las cosas. A pesar de esto, la pregunta puede plantearse: ¿La carta de los siete decanos es subversiva o revolucionaria? He aquí la respuesta que un sacerdote de la FSSPX dio a uno de nuestros lectores.
Estimado señor:
Su pregunta es muy legítima. Cuando los inferiores se oponen a los superiores, el católico, pues es absolutamente obediente, debe por principio inclinarse por la autoridad. San Pedro nos dijo el pasado domingo: “Someteos a toda autoridad por Dios”. Desgraciadamente, muchos católicos olvidan las dos últimas palabras. Si la autoridad está contra Dios, es necesario evidentemente obedecer a Dios más que a los hombres.
1- Revolucionario: Ser revolucionario es oponerse a la autoridad porque ella viene de Dios. Cuando la autoridad es para Dios, el revolucionario se opone a ella. El católico está sometido ordinariamente a la autoridad. Cuando la autoridad es usurpada por el revolucionario, el católico se opone a ella. En ese caso no debe ser calificada de revolucionario, sino de contrarrevolucionario, como los Vendeanos (yo no quiero decir que en la historia que nos ocupa haya revolucionarios y contrarrevolucionarios. Quiero decir que un católico se opone a la autoridad no debe ser inmediatamente calificado de revolucionario).
2- Subversión: Subversión viene de sub vertere: cambiar desde abajo.
2.1 Un acto es subversivo cuando vuelve a los inferiores contra los superiores. En este sentido el revolucionario y contrarrevolucionario son subversivos. ¿Y entonces? En realidad en este sentido la palabra subversivo es utilizada en un sentido amplio. Por ejemplo, por su declaración de 1974, Mons. Lefebvre volvió a los inferiores contra los superiores, contra Roma, contra la Roma moderna y revolucionaria. Este fue un acto contrarrevolucionario y católico. ¿Quién diría que fue subversivo? ¿O que tomó a los fieles por rehenes?
2.2 Un método es subversivo cuando consiste en afectar una inteligencia sin que la víctima tenga conciencia de ello, y así empujarla a actuar contrariamente a su primera intención, siempre sin que ella tenga conciencia de ello. Es una felonía contra la facultad más alta del hombre. Es como la zapa: en lugar de atacar el castillo francamente o incluso penetrar en el recinto por un estrecho túnel, se cavan galerías invisibles bajo las murallas y de un solo golpe ésta caerá…
Típicamente, el mensaje subliminal es un método subversivo. Por ejemplo las “Luces” han utilizado abundantemente este medio de tinieblas por la simple palabra “igualdad”, sin siquiera definirla. En este sentido la autoridad puede ser subversiva, cuando quiere llevar a sus inferiores a sus fines, no mandándolos, sino cambiándoles su manera de ver por medio de una enseñanza ambigua. En este sentido, el católico no tiene el derecho de ser subversivo, ni siquiera por hacer reinar la verdad y el bien, porque un fin tan noble no puede ser deshonrado por medios tan tenebrosos.
Incluso cuando la muralla parece estar sana, es imperativo descubrir la zapa, pues la muralla se derrumbará con un solo golpe. Por ejemplo, se nos repite “Reconocernos tal como somos”. ¿Éste es un argumento o un slogan? “Tal como somos” es una tomada de pelo que no explica nada. En sí, “tal como somos” es: en ruptura de hecho con las autoridades oficiales y el rechazo del nuevo Código. Así nos dan tanto uno como otro. Afirmar una gran idea ambigua para cubrir una operación, es subversión.
Vemos que la Carta de los Decanos no es revolucionaria de ninguna manera, pues proclama la verdad. La Carta de los Decanos tampoco es subversiva en sentido estricto: el texto es perfectamente claro. Las inteligencias la comprenden inmediatamente el sentido y son capaces de aceptarlo o rechazarlo. No tiene nada que ver con una zapa, sino que se asemeja a un ariete. Los autores asumen su peso y son sus visibles defensores. Si el contenido de la carta es justo, debemos concluir que los Decanos no han hecho mal.
Que Nuestro Señor y Nuestra Señora nos den la luz y fuerza para servir fielmente a la Verdad.

Un sacerdote de la FSSPX.