CONSAGRACIÓN A LA SMA. VIRGEN DE GUADALUPE
¡Oh Madre Nuestra, Virgen Santísima de Guadalupe!, en el día sublime en que festejamos la aparición por la cual quisiste quedarte para siempre con nosotros; humildemente postrados ante Nuestro Señor y ante tu imagen milagrosa, nos consagramos a ti, poniendo en tus manos santísimas y purísimas todo lo que somos y todo lo que tenemos.
Dígnate, oh Madre amadísima, aceptar la ofrenda de los que verdaderamente desean ser tus fieles hijos. Aplasta a la serpiente infernal delante de nosotros y protégenos en todos los peligros de esta vida de prueba, enséñanos a vivir y morir por Cristo, y llévanos a la vida eterna. Alcánzanos de Dios una caridad ardiente, a fin de dar al fruto bendito de tu vientre, los dulces frutos de nuestras almas abrasadas por el fuego invencible del amor de Cristo.
¡Oh Madre, Reina y Generala nuestra!, te rogamos que siempre intercedas por estos tus devotos hijos, por el pequeño rebaño que en estos tiempos terribles, resiste, con la gracia divina, al embate del misterio de iniquidad y a la apostasía que asola al mundo y devasta a la santa Iglesia.
En fin, ¡oh Señora nuestra!, te suplicamos encarecidamente que venga a nuestros corazones el Reino de tu Corazón Inmaculado para que venga a nuestros corazones el Reino del Corazón Sacratísimo de tu Hijo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.