domingo, 20 de enero de 2019

ARTÍCULO EXPLICATIVO DE L'OSSERVATORE ROMANO SOBRE LA SUPRESIÓN DE "ECCLESIA DEI"

Un camino que continúa. 
Las condiciones y las circunstancias cambian, pero el diálogo continúa con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X

L'Osservatore Romano (énfasis con negrita añadido por NP)
Vaticano
(Nicola Gori) Las condiciones y las circunstancias cambian, pero el diálogo continúa con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X fundada por Monseñor Marcel Lefebvre y con todos aquellos que la han seguido, adhiriéndose a su propuesta espiritual y litúrgica. Actualmente, el núcleo principal de este diálogo está constituido por cuestiones predominantemente doctrinales. Esto llevó al Papa Francisco, con el motu proprio publicado el sábado 19 de enero, a suprimir la Pontificia Comisión Ecclesia Dei y a confiar sus tareas a una sección especial que se establecerá dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Esta sección se encargará de supervisar, promover y proteger el trabajo realizado hasta ahora por la Pontificia Comisión.
No se trata, por tanto, de una supresión total, sino de una transferencia de competencias, ya que el eje principal en el que se basará la actividad se ha limitado a la esfera doctrinal. Esto significa que se han hecho avances en la comunión y, por lo tanto, el actual motu proprio ofrece un reconocimiento implícito a la Pontificia Comisión, que con su esfuerzo y actividad ha completado sus tareas.
La Pontificia Comisión fue creada por Juan Pablo II (2 de julio de 1988), después del acto cismático de Monseñor Lefebvre con la consagración episcopal sin mandato pontificio de cuatro sacerdotes en Ecône (Suiza) (30 de junio de 1988), con el objetivo de colaborar con los obispos y departamentos de la Curia Romana para facilitar la plena comunión eclesial con aquellos que estaban vinculados a la Fraternidad pero deseosos de permanecer unidos al sucesor de Pedro en la Iglesia católica, conservando al mismo tiempo sus propias tradiciones espirituales y litúrgicas. Una tarea que la comisión ha llevado a cabo con gran dedicación permitiendo también llegar a la remisión de la excomunión.
El 7 de julio de 2007, Benedicto XVI, a través del motu proprio Summorum Pontificum, amplió la autoridad de la Pontificia Comisión sobre los Institutos y Comunidades Religiosas, que se adhirieron a la forma extraordinaria del rito romano y que eligieron las tradiciones anteriores de la vida religiosa. Dos años más tarde, con el motu proprio Ecclesiae unitatem del 2 de julio de 2009, el Papa Ratzinger reorganizó la estructura de la Pontificia Comisión, ya que entretanto se había producido la remisión de la excomunión de los cuatro obispos. Con esa modificación Benedicto XVI vinculó orgánicamente la Pontificia Comisión a la Congregación para la Doctrina de la Fe. La razón que llevó a esta decisión fue la observación de que las cuestiones tratadas eran ahora de naturaleza puramente doctrinal. De hecho, a lo largo de los años, incluso los institutos y las comunidades religiosas que celebran en la forma extraordinaria del rito romano han logrado una cierta estabilidad de personas y de vida. Y esta evolución también ha llevado gradualmente a una reducción en el trabajo de la Comisión Pontificia. El paso siguiente dado por el Papa Francisco con la supresión de la comisión misma es parte de esta necesidad particular de proseguir el diálogo sobre cuestiones doctrinales, cuya competencia corresponde a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
L'Osservatore Romano, 19-20 de enero de 2019.