viernes, 25 de enero de 2019

EL PAPA NOMBRA A UN IZQUIERDISTA COMO SUCESOR DEL CARD. CIPRIANI


INFOVATICANA (extracto)
Por Gabriel Ariza | 25 enero, 2019
El Papa nombra a Carlos Mattasoglio arzobispo de Lima en sustitución de Juan Luis Cipriani.
Fuentes de la ciudad limeña confirman a InfoVaticana que Carlos Mattasoglio estuvo vinculado al Partido Comunista Revolucionario, partido político de Sendero Luminoso. De confirmarse la noticia sería un motivo de perplejidad y preocupación. La ciudad de Lima sufrió durante décadas el terror y la muerte de miles de personas por parte del grupo terrorista Sendero Luminoso.

El periódico peruano La República ofrece algunas anécdotas de su vida:
Su tesis de doctor versó sobre Bartolomé de las Casas y cuando era estudiante de sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ingresó a la Unión Nacional de Estudiantes Católicos donde conoció al padre Gustavo Gutiérrez, autor de la “Teología de la Liberación”, con quien hizo una amistad duradera.
A propósito de la celebración de los 90 años del padre Gutiérrez, en junio del año pasado, La República conversó con el ahora arzobispo de Lima sobre su amistad con él.
“Gustavo ha sido un transmisor de que no podemos ser cristianos aislados, y menos en cuanto a la teología, que es una reflexión sobre la fe, teniendo en cuenta la palabra de Dios”, refirió el sacerdote.
Contó que, junto a otros laicos y sacerdotes, participó con Gutiérrez en largos debates sobre la Iglesia y su opción por los pobres, que ayudaron al nacimiento de la innovadora corriente teológica.
En 1968, en un encuentro de laicos organizado en Chimbote, el padre Gutiérrez dio una ponencia sobre el cambio social. Un mes después, la presentó en la Conferencia Episcopal de Medellín, llamándola, por primera vez, Teología de la Liberación. 
Fue ordenado por Landázuri
– Carlos Castillo Mattasoglio fue ordenado sacerdote el 15 de julio de 1984, a los 34 años, por el excardenal Juan Landázuri Rickets, con quien mantuvo una gran amistad.
– Destacó ese aprecio así: “Escribo con gusto estas notas sobre el laicado en el ministerio de mi amigo el cardenal Juan, no solo porque él acogió mi vocación laical, de cristiano comprometido con el pueblo y con la Iglesia, y reconoció ese camino para volcarlo a favor de la vocación sacerdotal, sino también porque hasta hoy en mi vida la mayor parte de mis años todavía son como laico; solo cuando llegue a los 68 años tendré la mitad de mi vida como laico y la mitad como sacerdote”.


Carlos Castillo Mattasoglio

El filomarxista Francisco ha producido un giro a la izquierda también en Argentina, donde el sucesor del digno (al igual que el Card. Cipriani) Arzobispo Aguer, de La Plata, es el izquierdista Victor Manuel “Tucho” Fernández, quien hace pocas semanas ha prohibido la Misa Tradicional en su diócesis:
El Arzobispo de la Plata, tanto tiempo mano derecha de Francisco en la sombra, Víctor Manuel Fernández, “Tucho”, recién nombrado Arzobispo de la Plata, acaba de emitir dos decretos en los que básicamente prohíbe en su diócesis argentina la misa tradicional, contraviniendo lo dispuesto por Benedicto XVI en su motu propio Summorum pontificum.
El año acabó con malas noticias para los católicos tradicionales. Si en la última asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Italiana ya se planteó que el motu proprio de Benedicto XVI Summorum pontificum, que ‘liberaba’ la misa en su rito tradicional, era ‘antijurídico’, preparando su abrogación, y este mes pasado se anunciaba oficiosamente la liquidación de la comisión Ecclesia Dei, que se ocupa de las relaciones con los grupos tradicionalistas, uno de los hombres del Papa, Victor Manuel Fernandez ‘Tucho’, Arzobispo de la Plata, daba un paso más en esta alarmante dirección.
E pasado 17 de diciembre, Fernández promulgó un decreto en el que abroga “toda norma arquidiocesana anterior referida a las celebraciones litúrgicas en general”. Solo una semana después, el mismo día de Nochebuena, 24 de diciembre, decretaba que los sacramentos se celebren siempre “en lengua vernácula”, es decir, solo en español.
La Misa, dispone el recién nombrado arzobispo y confidente de Su Santidad, debe celebrarse “en su forma ordinaria”, “en lengua vernácula” (no en latín) y “cara al pueblo”. En suma, el elegido del Papa para sustituir a Monseñor Aguer, cuya renuncia por edad se aceptó en segundos, supone ignorar el motu proprio de Benedicto XVI, que elimina el requisito de pedir permiso al ordinario para celebrar la misa común de la Iglesia durante siglos.
Solo un ciego -voluntario o involuntario- podría negar la campaña de acoso y derribo a cualquier cosa en la Iglesia que huela a tradicional, ya sean corporaciones ‘misericordiadas por visitación’, de las que hemos visto unas cuantas ese año pasado, ya sea el rito tradicional en las parroquias. Lo que nos preguntamos ahora es cuál es la meta, cuál es la ‘estación término’, el último acto de toda esta operación.


Víctor Manuel Fernández