Menzingen Manda
¿La Providencia ha mantenido a la Fraternidad a salvo hasta ahora?
¡Al bloquear ya muchos intentos de unirse con Roma!
De ninguna manera todos los lectores de estos “Comentarios” están a favor de la crítica de las palabras y los hechos del Cuartel General a Menzingen de la Neofraternidad San Pio X. Sin embargo, hay muchos que ven que tal y como Mons. Lefebvre estaba, por el bien de la Iglesia Católica, totalmente justificado para tomar su fructífera posición en contra del derrumbamiento por el Concilio Vaticano II, así uno está totalmente justificado, por la misma salvación de las almas, a criticar en público el deslizamiento de esta Neofraternidad en los brazos de los oficiales de la Roma conciliar. El número de junio del boletín interno de Menzingen para los sacerdotes de la Fraternidad, “Cor Unum”, publicó otra justificación implacable de este deslizamiento. Menzingen es obstinado. Menzingen debe ser corregido en público.
Sigue en bastardilla un resumen fiel de algunos de los argumentos principales, que pueden ser verificados (en francés) en el sitio web Résistance catholique francophone: Cor Unum juin 2017
Monseñor Lefebvre hizo que las relaciones con Roma estén reservadas solamente al Superior General (SG). Esto fue porque él sabía que no podía confiar en que sus propios sacerdotes entendieran la extrema necesidad de la prudencia para tratar con los oficiales Romanos. El actual SG demuestra la razón que tenía.
El Capítulo general de 2006 previó entre los motivos de expulsión de la Fraternidad la rebelión y la difusión pública de un desacuerdo con la autoridad: "Que esta advertencia sea tomada en serio". Fue de esta manera que Paulo VI “expulsó” a Mons. Lefebvre. ¿Sabe Menzingen a quién está imitando? ¿Y los sacerdotes que votaron en 2006, previeron a dónde iba a conducir su autorización para tales expulsiones?
No importa qué tan buenos sean los argumentos en desacuerdo, el desacuerdo público siempre daña el bien común. ¿Dañó Mons. Lefebvre el bien común de la (verdadera) Iglesia por sus dos décadas de desacuerdo? ¡La Verdad es la suprema medida de la autoridad, especialmente en la Iglesia Católica, y no al contrario!
Mons. Lefebvre salvó a la Iglesia al formar sacerdotes de acuerdo a la Tradición Católica. No exactamente. Formar buenos sacerdotes fue su manera de salvar la Fe Católica. Pero ahora los sacerdotes están siendo formados para avenirse con los Romanos Conciliares, lo que los expone a no salvar ni a la Fe ni a la Iglesia.
El Arzobispo siempre reconoció, y quiso que los sacerdotes de la Fraternidad reconocieran, a las autoridades de la Iglesia instituidas, tanto antes como después de que consagrara cuatro obispos en 1988. Sí, pero en 1988, después de que los Romanos demostraron, de una vez por todas, que ellos no cuidarían de la Fe, su actitud hacia ellos cambió radicalmente: “Hasta ahora, diplomacia, pero a partir de ahora la doctrina”, decía, como bien sabe Menzingen, pero Menzingen simplemente no ve la importancia de la doctrina como la veía Mons. Lefebvre.
Exactamente. Los que disienten de Menzingen están convirtiendo en asuntos de Fe unas cuestiones de prudencia. No. Someter a Católicos creyentes a los Romanos Conciliares – mal creyentes hasta no creyentes – es directamente una cuestión de Fe.
¿Pero cómo pueden tales Romanos convertirse si los Católicos creyentes de la Fraternidad se niegan a tener contacto con ellos? ¿Al contrario, cómo pueden los Católicos conservar la Fe si se someten a los modernistas contagiosos, sobre todo si estos son inconcientemente peligrosos?
Pero no todo en la Iglesia oficial de hoy es Conciliar. Esto incluye a conservadores, a quienes agradamos. Pero los conservadores no tienen poder. Todo el poder en Roma está en las manos de los Masones, quienes son enemigos acérrimos e implacables de la Tradició n Católica, de la Iglesia de Nuestro Señor, de Nuestro Señor mismo y de Dios. Y todo en la Iglesia oficial [*] está siendo finalmente tomado en la dirección Conciliar, especialmente por el Papa Francisco.
Kyrie eleison.
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[*]: La expresión Iglesia oficial designa aquello que en la Iglesia Católica está en "plena comunión" con Roma.