martes, 14 de marzo de 2017

VUELTAS DE LA VIDA: EL CARD. MÜLLER PASA DE SER DENUNCIADO COMO HEREJE MODERNISTA POR LA FSSPX, A SER PRESENTADO COMO UN "ALIADO DE LA FSSPX EN LA LUCHA CONTRA EL MODERNISMO"

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Dijo Mons Fellay el 3 de marzo en Polonia:  "nos tratan de un modo mejor porque la Iglesia va mal. Ven cosas malas en la Iglesia.... Por ejemplo, la última vez que encontré al Cardenal Müller, que es el Prefecto de la Comisión  [Congregación] de la fe, me ha dicho “nosotros -los de la Comisión de la fe- esperamos que vosotros entréis en la Iglesia... para que nos ayudemos a combatir a los modernistas”. Están muy molestos con todas las herejías que pasan ahora y nos miran como una ayuda para combatir estas herejías."

Curioso giro, si se tiene en cuenta que el 5 de julio de 2012, el Distrito alemán de la FSSPX emitió un comunicado denunciando las nunca retractadas herejías de Mons. Müller, recién nombrado Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El Distrito italiano hizo lo mismo el 3 de julio del mismo año.
Pero -¡oh sorpresa!- ambos comunicados han desaparecido convenientemente de los sitios web respectivos (vea acá para el sitio oficial de Alemania y acá para el sitio oficial de Italia). Sin embargo, puede encontrarse -todavía- una copia del comunicado alemán en esta página, y una reproducción del comunicado italiano acá.


COMUNICADO DE PRENSA POR EL NOMBRAMIENTO DE MONS. MÜLLER


La Iglesia siempre ha contemplado como una de sus tareas más importantes el defender fielmente el depósito de la Fe confiado a ella por Cristo y los Apóstoles y para defenderlo contra los errores, para poder pasarlo intacto a las generaciones futuras. Con razón, el cargo de Prefecto de la Congregación es uno de los más altos cargos en la Iglesia.

La FSSPX en Alemania, por lo tanto, ha sido tomada por sorpresa por el hecho de que el Obispo de Ratisbona, Gerhard Ludwig Müller haya sido nombrado para este cargo. La FSSPX se pregunta si es apto para el cargo un hombre que en sus escritos y discursos públicos ha atentado contra la doctrina católica.
Los puntos son:
Mons. Müller niega en su libro La Misa, fuente de vida cristiana, la real transubstanciación del pan y vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo. Pan y vino permanecen, de acuerdo a él, lo que son pero son medios para integrar a los creyentes en la comunidad de vida con el Padre y el Hijo. Esto es similar a la doctrina calvinista de que el pan y vino no cambian, pero son medios de gracia[1].
-Contra la enseñanza católica de que la transubstanciación de las especies se lleva a cabo por la pronunciación de las palabras “Este es mi Cuerpo… Este es el Cáliz de Mi Sangre”[2], Mons. Müller dice que la cuestión del punto preciso relativo a ese cambio “teológicamente, no tiene un significado real[3]”.
-Mons. Müller niega en su enseñanza dogmática la doctrina de la virginidad de María en el nacimiento[4], y también la doctrina de que María dio a luz a Su Hijo sin dañar su integridad física[5].
-En un elogio para el obispo protestante Dr. Johannes Friedrich, Mons. Müller dijo el 11 de octubre de 2011: “Los cristianos que no están en plena comunión con la enseñanza, los medios de salvación, así como la constitución apostólica y episcopal de la Iglesia Católica, son justificados por la fe y el bautismo e incorporados completamente en la Iglesia de Dios como Cuerpo de Cristo”. Esto contradice toda la Tradición Católica, en particular la enseñanza del Papa Pio XII en Mystici corporis.
Contra la doctrina católica de la necesidad de conversión a la Iglesia Católica, como el Vaticano II enseñó explícitamente[6], Mons. Müller dijo en el mismo discurso que el supuesto “ecumenismo de regreso” es “absurdo”.
La FSSPX pide urgentemente a Mons. Müller hacer una declaración sobre estas posiciones controversiales y corregirlas. No hay aversiones personales que lleven a la FSSPX a tomar esta actitud, sino simplemente el deseo de la exposición pura de la doctrina de la Fe.
Como Mons. Müller, en los años recientes, no tuvo en secreto su actitud negativa hacia la FSSPX, ésta no ve ninguna señal positiva de la voluntad de discutir la cuestión del reconocimiento canónico. Ella espera que el nuevo prefecto pueda tener una actitud más positiva hacia la FSSPX en el contexto de las discusiones dentro de la Iglesia universal.
P. Matthias Gaudron, teólogo dogmático de la FSSPX.




[1] “En realidad, el cuerpo y la sangre de Cristo no significan los componentes físicos del hombre Jesús durante su vida o en su corporeidad gloriosa. Cuerpo y sangre significan aquí específicamente una presencia de Cristo en el signo mediato del pan y del vino… Tenemos hermandad con Jesucristo ahora, mediada por la comida y bebida del pan y vino. Sólo en las relaciones interpersonales puede algo, como una carta de amistad entre el pueblo, ser establecido y en la recepción, se puede decir que el afecto del destinatario puede verse y encarnarse”. (La Misa, fuente de vida cristiana, Augsburg, St. Ulrich Publisher: 2002, pp. 139).

[2] Cf Catecismo de la Iglesia Católica, 1375, 1377.

[3] La Misa, fuente de vida cristiana, pág. 142.

[4] Catecismo de la Iglesia Católica, 499, 510.

[5] “No se trata de diferentes características fisiológicas en el proceso natural de nacimiento (como la no apertura del canal de nacimiento, no violación del himen y la no aparición de dolores de parto), sino con el influjo salvífico y redentor de la gracia del Salvador para la naturaleza humana, que estaba herida por el pecado original. Los contenidos de las afirmaciones doctrinales… se derivan de detalles somáticos fisiológicos y empíricamente verificables” (Dogma católico para el estudio y la práctica, Freiburg 5, 2003, p 498). En realidad, la enseñanza tradicional mantiene tales peculiaridades fisiológicas.

[6] “ Por lo cual no podrían salvarse aquellos hombres que, conociendo que la Iglesia católica fue instituida por Dios a través de Jesucristo como necesaria, sin embargo, se negasen a entrar o a perseverar en ella”. (Lumen Gentium 14).

Noten los lectores que, aunque denuncia correctamente las más relevantes herejías de Müller, la declaración, entre otros defectos, se funda en el Vaticano II y en el catecismo oficial, que es liberal y modernista, y expresa una postura ambigua, débil y acuerdista en el párrafo final. Nota de NP.