4 de marzo de 2017
“Vox túrturis
audita est in terra nostra”
(Cant.
II, 12)
En Fátima Nuestra
Señora habla de política al hablar de Rusia, pues fue la política soviética la
causa de las guerras, habré y persecuciones anunciadas en Fátima.
Pero hablar de política
¿conviene a Nuestra Señora? ¿No es necesario separar política y religión,
Iglesia y Estado, cada cual en su propia esfera sin intervenir en los asuntos
uno del otro?
Grave error sería
pensar así. Los enemigos de la Iglesia procuran difundir este modo de pensar,
pues quieren separar las naciones católicas del seno de la Iglesia. Los
católicos no se dan cuenta de que las naciones católicas están unidas a la
Iglesia como el cuerpo está unido al alma. Iglesia y Estado forman una sola
realidad, de la cual Nuestro Señor Jesucristo es la cabeza y los Estados, los
miembros. La Iglesia es el alma. El Estado el cuerpo.
La masonería sabía lo
que hacía cuando declaró la guerra a las monarquías católicas heredadas de la
Edad Media, época en que los Santos Evangelios eran la ley del mundo civilizado
a través de esta unión entre la Iglesia y el Estado.
Hoy esta unión está
rota y el cuerpo de la sociedad, separado de su alma, se vuelve cada día más
semejante a un cadáver exhalando el aroma de la muerte.
Que el mundo se vuelva
a su Redentor por la intercesión de la Medianera de todas las gracias, a cuyo
Inmaculado Corazón Rusia debe ser consagrada por el Santo Padre en unión de
todos los Obispos y así volver al redil de la Iglesia para que el mundo tenga
un tiempo de paz.
+ Tomás de
Aquino OSB
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VOZ DE FÁTIMA, VOZ DE DIOS Nº 6
11 de marzo de 2017
“Vox túrturis audita est in terra nostra”
(Cant. II, 12)
El
Apocalipsis nos presenta los hechos que ocurrirán cuando aparezca el
Anticristo.
Dom
Emmanuel, abad benedictino del siglo XIX y párroco del pueblo de
Mesnil-Saint-Loup, nos describe en términos proféticos el esfuerzo de seducción
que precederá y acompañará la vida del hombre de pecado, que hará prestar a sí
mismo los honores debidos a Dios. Para obtener discípulos, el Anticristo no
escatimará esfuerzos para verse aceptado por los adeptos de toda clase de falsas
religiones y procurará conquistar incluso a los católicos. Escuchemos lo que él
nos dice:
“Es muy creíble también que el Anticristo contará,
para ascender, con todos los partidarios de las falsas religiones. Él se dará a
conocer como lleno de respeto por la libertad de cultos, una de las máximas y
una de las mentiras de la bestia revolucionaria. Dirá a los budistas que es un
Buda; a los musulmanes que es Mahoma y un gran profeta. Nada impide que el
mundo musulmán acepte el falso mesías de los judíos como un nuevo Mahoma.
¿Y qué sabemos? Tal vez llegará hasta decir, en su
hipocresía, como Herodes su precursor, que quiere adorar a Jesucristo. Pero eso
no pasa una burla amarga. ¡Malditos los cristianos que soportan sin indignación
que su adorable Salvador sea puesto lado a lado con Buda y Mahoma, en no sé qué
panteón de falsos dioses!”
¿Quién no reconoce en esta descripción profética el
ecumenismo inspirado por el concilio Vaticano II?
¿Pero habrá algún ecumenismo superior, una unidad
trascendente de las religiones, donde las religiones estarían unificadas “desde
arriba”, como dice Olavo de Carvalho?
No, de ningún modo. La Religión, es decir, conjunto
de verdades y de preceptos por los cuales nuestra vida está ordenada a Dios,
sólo existe una. Y la religión católica, con exclusión de todas las otras.
Con la gracia de Dios, volveremos a este tema en el
próximo número.
+ Tomás de Aquino OSB