La Orden de los Caballeros de Nuestra Señora, o Militia Sanctae Mariae fue fundada en 1945 y erigida canónicamente en Francia en la Vigilia de Navidad de 1964. Luego se extendió a Alemania, Suiza, Portugal y España. Su regla recibió el imprimatur en 1965.
Por fidelidad a la Misa y al Magisterio infalible de la Iglesia, un grupo de Caballeros se separó de la Orden para formar, en 1970, una Fraternidad Caballeresca y en 1989 una rama tradicional de la Orden, llamada de Observancia de los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
Los Caballeros fieles a la Tradición fueron alentados por Mons. Lefebvre, Mons. Tissier de Mallerais dio la aprobación canónica a sus constituciones.
Dada la oposición que, en los años recientes, los Caballeros tradicionalistas han presentado ante la deriva liberal de la Fraternidad y a sus intentos por llegar a un acuerdo con Roma apóstata; la Neo-FSSPX ha llevado a cabo la maniobra maquiavélica de la que da cuenta el siguiente comunicado:
Comunicado n° 18.007 Asunción de Nuestra Señora, 15 ago. 2019
La
Cofradía de los Caballeros de Nuestra Señora de la Asunción
En
su número n° 208 de julio-agosto de 2012, Fideliter publicó un artículo de once
páginas sobre la Orden de los Caballeros de Nuestra Señora, Observancia de los
Sagrados Corazones de Jesús y de María. En su n° 249 de mayo-junio de 2019,
la misma revista propone un artículo de seis páginas sobre una disidencia
formada por el Padre Briols, seguido de dos antiguos miembros de la Orden,
Christian de La Tour y Reynald Berthod.
Esta
disidencia habría adaptado los Estatutos que habían servido para la erección
canónica de la Orden de los Caballeros de Nuestra Señora de Chartres en 1964,
"con las modificaciones dictadas por la experiencia y las circunstancias
particulares debidas a la crisis de la Iglesia". "Fueron revisadas y
enmendadas por Mons. Bernard Tissier de Mallerais y aprobadas el 21 de junio de
2018 por Mons. Bernard Fellay, entonces Superior General”, quien erigió “canónicamente
como Hermandad Mariana a la Orden de los Caballeros de Nuestra Señora de la
Asunción” el 29 de junio. "Poco después, en la capilla de Notre-Dame-des-Champs
del seminario de Ecône, una pequeña ceremonia reunió a algunos sacerdotes y
fieles en torno a Mons. Tissier de Mallerais para la bendición de la insignia
(el Confalón) y la espada para uso de la Orden”.
Es
esta "pequeña ceremonia" que Fideliter relata un año más tarde para
dar publicidad a la nueva hermandad, aparentemente formada todavía por los
dos caballeros antes mencionados, acompañados por un capellán (el Padre
Briols), un superior eclesiástico (el superior del Distrito de Francia
quienquiera que sea) y un Obispo Protector (Mons. de Galarreta).
Este
método de escisión, suscitado y sostenido, nos hace curiosamente pensar en la
efímera comunidad formada por algunos fugitivos de Avrillé, que, a lo largo de
los años y por diversas razones, abandonaron el convento, siendo agrupados en
Bélgica por Mons. de Galarreta y Mons. Fellay, a pesar del compromiso de éste
último con los dominicos.
En
el caso de los dos desertores de nuestra Orden, fue el Padre Briols, firmemente
apoyado por Mons. de Galarreta, quien en 2012 los llamó a la rebelión, tal como
Mons. Fellay incitó a uno u otro de estos dominicos a desconfiar de sus
superiores. A pesar de las garantías dadas por el P. Schmidberger dos meses
después de la muerte de Mons. Lefebvre, en una circular del 27 de mayo de 1991,
según la cual la Fraternidad no tenía "la más mínima intención meter la
mano a las demás comunidades de ninguna manera", no soporta a las comunidades
que considera insuficientemente sometidas, y mucho menos en los últimos años, a
las que no se adhirieron a la nueva política de abandono del estado de
necesidad y a la jurisdicción de suplencia, como si ya no existiera ninguna
crisis en la Iglesia: así que sigue creando copias de estas comunidades para su
servicio.
El
artículo de Fideliter lo confirma:
"Según los estatutos es el superior del distrito de Francia, actualmente
el Padre Benoît de Jorna, quien es el superior eclesiástico de la Cofradía. -
¿Hay un superior de la Orden? - No, los miembros actuales del personal no
requieren la elección de un Superior o de un Maestro. Se proporcionará más
adelante cuando se presente la necesidad”. Finalmente, la dirección de contacto
es la del Padre Briols. Esto demuestra que esta "caballería" no tiene
actualmente ningún superior laico para dirigir la lucha en orden temporal, como
lo desea la doctrina de las Dos Espadas, sino que está dirigida de hecho por un
clérigo, el Padre Briols, y de derecho por otro clérigo, el superior del
distrito de la Fraternidad de Francia. ¡No hay escapatoria! Sometimiento
estatutario a otro instituto, algo que nuestra Orden nunca ha conocido en sus
tres cuartos de siglo de existencia. Cuando el espíritu se ha ido, la coacción
lo reemplaza.
Es
además una buena confirmación del cambio de rumbo de la Fraternidad. Así,
mientras que para permanecer fieles a la Fe y a la Tradición, nuestra
Observancia de los Corazones de Jesús y de María se constituyó al margen de la
antigua Orden que se volvió conciliar, arrastrada a la inversa por la corriente
liberal; la FSSPX suscita una “caballería” que camina junto a ella hacia la
Roma modernista.
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TEXTO ORIGINAL EN FRANCÉS:
Communiqué n° 18.007 Assomption de Notre-Dame,
15 août 2019
La Confrérie des chevaliers de Notre-Dame-de-l’Assomption
Dans sa livraison n° 208 de juillet-août 2012,
Fideliter publiait un article de onze pages sur l’Ordre des chevaliers de
Notre-Dame, Observance des Saints Cœurs de Jésus et Marie. Dans son n° 249 de
juillet-août 2019, la même revue propose un article de six pages sur une
dissidence formée par M. l’abbé Briols, suivi de deux anciens membres de l’Ordre,
Christian de La Tour et Reynald Berthod.
Cette dissidence aurait adapté les Statuts qui
avaient servi à l’érection canonique de l’Ordre des chevaliers de Notre-Dame à
Chartres en 1964, « avec les modifications dictées par l’expérience et les
circonstances particulières dues à la crise de l’Église ». « Relus et
amendés par Mgr Bernard Tissier de Mallerais, ils ont été approuvés le 21 juin
2018 par Mgr Bernard Fellay, alors supérieur général », qui a érigé
« canoniquement en forme de confrérie mariale l’Ordre des chevaliers de
Notre-Dame-de-l’Assomption » le 29 juin. « Peu après, dans la
chapelle Notre-Dame-des-Champs du séminaire d’Ecône, une petite cérémonie
réunissait quelques prêtres et fidèles autour de Mgr Tissier de Mallerais pour
la bénédiction de l’insigne (le gonfanon) et de l’épée à l’usage de l’Ordre. »
C’est cette « petite cérémonie » que
Fideliter relate un an plus tard pour faire un peu de publicité à cette
nouvelle confrérie, apparemment toujours formée des deux susdits chevaliers,
chaperonnés par un chapelain (l’abbé Briols), un supérieur ecclésiastique (le
supérieur du District de France quel qu’il soit) et un Evêque Protecteur (Mgr
de Galarreta).
Cette méthode de la scission suscitée et
entretenue fait curieusement penser à l’éphémère communauté constituée avec quelques
fugitifs d’Avrillé, qui, au fil des années et pour des motifs divers, avaient
quitté le couvent, et avaient un temps été regroupés en Belgique par Mgr de
Galarreta et Mgr Fellay, malgré l’engagement pris par ce dernier envers les
Dominicains.
Dans le cas des deux transfuges de notre Ordre,
c’est bel et bien l’abbé Briols, fermement appuyé par Mgr de Galarreta, qui dès
2012 les a appelés à la révolte, de même que Mgr Fellay avait incité l’un ou
l’autre de ces dominicains à la défiance à l’égard de leurs supérieurs. Malgré
les assurances données par l’abbé Schmidberger deux mois après la mort de Mgr
Lefebvre, dans une circulaire du 27 mai 1991, selon laquelle la Fraternité
n’avait pas « la moindre intention de mettre la main sur les autres
communautés de quelque façon que ce soit », elle ne supporte pas en fait celles
qu’elle juge insuffisamment soumises et, moins encore ces dernières années, celles
qui n’adhéreraient pas à sa nouvelle politique d’abandon de l’état de nécessité
et de la juridiction de suppléance, comme s’il n’y avait plus de crise
dans l’Eglise : elle n’a donc de cesse d’en créer des doubles à son service.
L’article de Fideliter le confirme : « Suivant
les statuts, c’est le supérieur du district de France, actuellement l’abbé
Benoît de Jorna, qui est le supérieur ecclésiastique de la Confrérie. – Y
a-t-il un supérieur de l’Ordre ? – Non, les effectifs actuels ne nécessitent
pas le choix d’un supérieur ou Maître. Il en sera pourvu ultérieurement lorsque
le besoin s’en fera sentir. » Enfin l’adresse de contact est celle de l’abbé
Briols. Voilà qui montre que cette « chevalerie »
n’a actuellement pas de supérieur laïc pour mener le combat dans l’ordre
temporel, comme le voudrait la doctrine des Deux Glaives, qu’elle est de fait dirigée
par un clerc, l’abbé Briols, et de droit par un autre clerc, le supérieur du
district de France de la Fraternité. Aucune échappatoire ! Inféodation statutaire
à un autre institut, ce que notre Ordre n’a jamais connu en trois quarts de
siècle d’existence. Quand l’esprit n’est plus là, la coercition le remplace.
C’est de plus une belle confirmation du
changement de cap de la Fraternité. Ainsi, alors que, pour rester fidèle à la
Foi et à la Tradition, notre Observance des Saints Cœurs de Jésus et Marie s’est
constituée séparément de l’Ordre ancien devenu conciliaire, emportée à
l’inverse par le courant libéral, la FSSPX suscite une « chevalerie »
à sa botte pour marcher ensemble vers la Rome moderniste.