Un
camino que continúa.
Las condiciones y las circunstancias cambian, pero el diálogo continúa con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X
Las condiciones y las circunstancias cambian, pero el diálogo continúa con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X
L'Osservatore Romano (énfasis con negrita añadido por NP)
Vaticano
(Nicola
Gori) Las condiciones y las circunstancias cambian, pero el diálogo continúa
con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X fundada por Monseñor Marcel Lefebvre y
con todos aquellos que la han seguido, adhiriéndose a su propuesta espiritual y
litúrgica. Actualmente, el núcleo principal de este diálogo está constituido
por cuestiones predominantemente doctrinales. Esto llevó al
Papa Francisco, con el motu proprio publicado el sábado 19 de enero, a suprimir
la Pontificia Comisión Ecclesia Dei y a confiar sus tareas a una sección
especial que se establecerá dentro de la Congregación para la Doctrina de la
Fe.
Esta
sección se encargará de supervisar, promover y proteger el trabajo realizado
hasta ahora por la Pontificia Comisión.
No
se trata, por tanto, de una supresión total, sino de una transferencia de
competencias, ya que el eje principal en el que se basará la actividad se ha
limitado a la esfera doctrinal. Esto
significa que se han hecho avances en la comunión
y, por lo tanto, el actual motu proprio ofrece un reconocimiento implícito a la
Pontificia Comisión, que con su esfuerzo y actividad ha completado sus tareas.
La
Pontificia Comisión fue creada por Juan Pablo II (2 de julio de 1988), después
del acto cismático de Monseñor Lefebvre con la consagración episcopal sin
mandato pontificio de cuatro sacerdotes en Ecône (Suiza) (30 de junio de 1988),
con el objetivo de colaborar con los obispos y departamentos de la Curia Romana
para facilitar la plena comunión eclesial con aquellos que estaban vinculados a
la Fraternidad pero deseosos de permanecer unidos al sucesor de Pedro en la
Iglesia católica, conservando al mismo tiempo sus propias tradiciones
espirituales y litúrgicas. Una tarea que la comisión ha llevado a cabo con gran
dedicación permitiendo también llegar a la remisión de la excomunión.
El
7 de julio de 2007, Benedicto XVI, a través del motu proprio Summorum
Pontificum, amplió la autoridad de la Pontificia Comisión sobre los Institutos
y Comunidades Religiosas, que se adhirieron a la forma extraordinaria del rito
romano y que eligieron las tradiciones anteriores de la vida religiosa. Dos
años más tarde, con el motu proprio Ecclesiae unitatem del 2 de julio de 2009,
el Papa Ratzinger reorganizó la estructura de la Pontificia Comisión, ya que
entretanto se había producido la remisión de la excomunión de los cuatro
obispos. Con esa modificación Benedicto XVI vinculó orgánicamente la Pontificia
Comisión a la Congregación para la Doctrina de la Fe. La razón que llevó a esta
decisión fue la observación de que las cuestiones tratadas eran ahora de
naturaleza puramente doctrinal. De hecho, a lo largo de los años, incluso los
institutos y las comunidades religiosas que celebran en la forma extraordinaria
del rito romano han logrado una cierta estabilidad de personas y de vida. Y
esta evolución también ha llevado gradualmente a una reducción en el trabajo de
la Comisión Pontificia. El paso siguiente dado por el Papa Francisco con la supresión
de la comisión misma es parte de esta necesidad particular de proseguir el
diálogo sobre cuestiones doctrinales, cuya competencia corresponde a la
Congregación para la Doctrina de la Fe.
L'Osservatore
Romano, 19-20 de enero de 2019.