Publicamos
hoy un cuarto documento de S.E. Mons. Carlo Maria Viganò con fecha de Domingo
13 de Enero, fiesta del Bautismo del Señor y de san Hilario de Poitiers,
intrépido obispo francés que, junto con san Atanasio, mantuvo viva la fe
durante la herejía ariana del IV siglo. El documento es una carta abierta al
card. McCarrick para instarlo al arrepentimiento.
***
Estimado
Arzobispo McCarrick,
Como
fue informado por las noticias de la Congregación para la Doctrina de la Fe,
las acusaciones contra usted por delitos contra menores y por abusos contra
seminaristas serán examinados y juzgados en breve mediante procedimiento
administrativo.
Sea
cual fuere la decisión adoptada por la suprema autoridad de la Iglesia, aquello
que realmente importa, y que ha dolido a aquellos que lo estiman y rezan por
usted, es el hecho de que durante estos meses usted no haya dado ninguna señal
de arrepentimiento. Yo me encuentro entre aquellos que rezan por su conversión,
para que usted se arrepienta y pida perdón a las víctimas y a la Iglesia.
El
tiempo se acaba, pero usted puede aún confesarse y arrepentirse de sus pecados,
crímenes y sacrilegios, y hacerlo públicamente, dado que los mismos se han
hecho públicos. Su salvación eterna está en riesgo.
Pero
otra cosa de extrema importancia está también en juego. Paradójicamente, usted
tiene a su disposición un inmenso don de gran esperanza por parte de Nuestro
Señor Jesucristo; se encuentra en una condición en la cual puede hacer un gran
bien a la Iglesia. De hecho, usted está en una condición en la cual puede hacer
por la Iglesia algo más importante que todas las buenas obras que usted haya
hecho a lo largo de toda su vida. Un arrepentimiento público de su parte
obtendría una medida extraordinaria de curación a una Iglesia gravemente herida
y sufriente. ¿Está dispuesto a ofrecerle a la Iglesia este don? Jesucristo
murió por todos nosotros cuando todavía éramos pecadores (Rom. 5,8). Él
solamente nos pide responder con el arrepentimiento y haciendo el bien que nos
es dado hacer. El bien que usted es capaz de hacer ahora es el de ofrecer a la
Iglesia su sincero y público arrepentimiento. ¿Hará este obsequio a la Iglesia?
Le
imploro se arrepienta públicamente de sus pecados, para que así la Iglesia se
regocije y usted pueda comparecer ante el tribunal de Nuestro Señor purificado
por Su sangre. Le ruego, no haga que sea en vano para usted Su sacrificio en la
Cruz. Cristo, Nuestro Buen Señor, continúa amándolo. Ponga toda su confianza en
su Sagrado Corazón. Y ruegue a María, como yo y muchos otros lo estamos
haciendo, pidiéndole que interceda por la salvación de su alma.
“Maria
Mater Gratiae, Mater Misericordiae, Tu nos ab hoste protege et mortis hora
suscipeʺ
María
Madre de la Gracia, Madre de Misericordia, protégenos de los enemigos y
acógenos en la hora de la muerte.
Su
hermano en Cristo,
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Carlo Maria Viganò
Domingo,
13 de Enero de 2019
Fiesta del Bautismo del Señor
San Hilario de Poitiers
Fiesta del Bautismo del Señor
San Hilario de Poitiers