"En 2017, en una entrevista con la RAI, el liturgista progresista Andrea Grillo exigió que el rito tradicional se permitiera sólo a un grupo pequeño y bien definido que debía ser estrictamente delimitado y controlado. Sus palabras fueron entendidas por los observadores como un requisito para crear una reserva exótica y estrechamente custodiada para la Fraternidad San Pío X, mientras que las otras comunidades tradicionalistas ahora unidas a Roma, deberían ser privadas de su derecho a existir. Rico y Cannone opinan que el Papa Francisco ha hecho de esta exigencia su estrategia con el objetivo de eliminar primero las comunidades de la Ecclesia Dei con la ayuda de la Fraternidad y luego poner a la Fraternidad una correa corta".
FUENTE (Extracto. Negrita añadida por NP)
(Roma)
Cada vez más voces se pronuncian acerca de los informes de que la Pontificia
Comisión Ecclesia Dei está a punto de ser disuelta.
Los
dos autores Fabrizio Cannone y Alessandro Rico lo ven como una maniobra papal
para asesinar la tradición por la espalda. Cannone, nacido en 1974, es
doctor en Historia de la Iglesia y Estudios Religiosos, y ha escrito para Corrispondenza Romana, Fides Catholica, Homme Nouveau y muchos otros medios católicos. Más recientemente,
publicó el libro: "El Papa
Inconveniente. Historia y antecedentes de la beatificación de Pío IX."
(1) Rico, nacido en 1991, estudió filosofía en la Sapienza y Historia Política de
las Ideas en la LUISS de Roma. En 2017 publicó, junto a Lorenzo Castellani, el
libro "El fin de la política? Tecnocracia, Populismo,
Multiculturalismo" (2). Se denomina a sí mismo "católico,
conservador, y opositor de lo políticamente correcto". Ambos son cercanos a
la Tradición Católica.
En
los últimos días, han sido casi confirmados los trascendidos acerca de que el Papa
Francisco, en enero de 2019, disolverá la Comisión Pontificia Ecclesia Dei y sus funciones serán transferidas a la Congregación de la Fe.
"Es una decisión que podría ocultar un nuevo capítulo en la guerra del Vaticano entre progresistas y conservadores. Con este paso, Francisco quiere iniciar otra ofensiva contra sus adversarios".
La
Comisión Ecclesia Dei fue establecida en 1988 por Juan Pablo II. Se convirtió
en el techo de las comunidades de tradición emergentes que permanecieron unidas a Roma cuando el arzobispo Marcel Lefebvre y los
obispos recién consagrados de la Fraternidad San Pío X (FSSPX) fueron
declarados excomulgados por Roma.
Con
la elección de Benedicto XVI, además, se le confiaron las discusiones con la Fraternidad
en preparación para la reconciliación y el reconocimiento canónico. La
Comisión, encabezada por el arzobispo Guido Pozzo como secretario, se encarga
también de las cuestiones relativas a la forma tradicional del rito romano.
La Fraternidad
se ve a sí misma como custodia exclusiva de la
tradición, reconociendo una "competencia" en la Comisión y en las comunidades Ecclesia Dei. Hay resentimientos que se
remontan al año 1988, cuando el Motu
proprio Ecclesia Dei fue visto como una contramedida romana para la Fraternidad.
Este punto de vista todavía se encuentra en la Fraternidad 30 años después.
La
Fraternidad ha pedido en Roma su deseo de poder hablar directamente con la
Congregación de la Fe, y no con la comisión subordinada Ecclesia Dei.
"El Papa, que tiene dificultades para soportar al clero y a los fieles vinculados a la misa preconciliar, aprovechó la oportunidad para golpear directamente al frente conservador marginando al arzobispo [Pozzo] sin dar ventaja a la liturgia tradicional".
Al mismo tiempo, Francisco trata de enfrentar
a las dos almas tradicionalistas. Se apoyó en el deseo de venganza de la Fraternidad
contra la restante "competencia" de las comunidades Ecclesia Dei.
La Fraternidad, según la valoración de Francisco, también se sintió "cada
vez más presionada" para llegar a un acuerdo con Roma. Sólo tres obispos permanecieron desde la
expulsión de Richard Williamson, cuyas edades son 73, 61 y 60 años. En la Fraternidad
hay un deseo de más obispos. Necesita el consentimiento del Papa
gobernante. Los autores subrayan que es comprensible, en este contexto, que en
los círculos de las comunidades Ecclesia Dei, la disolución aparentemente
inminente de la Comisión Ecclesia Dei se entienda como un "pacto entre los
lefebvrianos y Francisco en detrimento de las otras comunidades de
tradición". Y además:
"Se sabe que los progresistas se proponen liberarse de cualquier resto de la liturgia preconciliar, aunque la Misa en su forma tradicional, atrae a más y más creyentes, en contraste con muchas Misas planas y desarticuladas que se celebran en nuestras parroquias. En noviembre, Mons. Roberto Maria Radaelli, obispo de Gorizia, llegó a afirmar que Summorum Pontificum, el motu proprio de Benedicto XVI, con el que se restauró la misa latina, no era válido de acuerdo al Derecho Canónico”.
En
2017, en una entrevista con la RAI, el liturgista progresista Andrea Grillo
exigió que el rito tradicional se permitiera sólo a un grupo pequeño y bien
definido que debía ser estrictamente delimitado y controlado. Sus palabras fueron
entendidas por los observadores como un requisito para crear una reserva
exótica y estrechamente custodiada para la Fraternidad San Pío X, mientras que
las otras comunidades tradicionalistas ahora unidas a Roma deberían ser privadas de
su derecho a existir. Rico y Cannone opinan que el Papa Francisco ha hecho de
esta exigencia su estrategia con el objetivo de eliminar primero las
comunidades de la Ecclesia Dei con la
ayuda de la Fraternidad y luego poner a la Fraternidad en una correa corta.
Giuseppe Nardi
(1)
Fabrizio Cannone: El Papa incómodo. Historia y antecedentes de la beatificación
de Pío IX. Prólogo de Roberto de Mattei, Ediciones Ares, Milán, 2012, 440
páginas.
(2) Alessandro Rico / Lorenzo Castellani: ¿El fin de la política? Tecnocracia, Populismo, Multiculturalismo, Historica Ediciones, Cesena 2017, 160 páginas.
(2) Alessandro Rico / Lorenzo Castellani: ¿El fin de la política? Tecnocracia, Populismo, Multiculturalismo, Historica Ediciones, Cesena 2017, 160 páginas.