EL
PUEBLO LEFEBVRIANO, ENTRE “ACUERDISTAS” Y “RESISTENTES”
Artículo de pseudo tradicionalistas acerca de los últimos
acontecimientos en la FSSPX, que expresa acertadamente lo que el ala liberal
del la Fraternidad está pensando en estos momentos.
Ponemos comentarios entre corchetes y en color rojo.
Desde
hace algún tiempo, el grupo de derecha [expulsado]
de la Fraternidad San Pio X, está haciendo una fuerte oposición al Gobierno de
Menzingen (Suiza), donde se encuentra la sede del mando supremo de la FSSPX.
Los
opositores a él se autodefinen como "resistentes", mientras que los que
están dispuestos a aceptar un "reconocimiento de tolerancia" por
parte de Roma son definidos como "acuerdistas." El principal líder de
las fuerzas de oposición al "Gobierno Fellay" es ciertamente Mons.
Richard Williamson, que hace apenas un mes ha dado vida a la Unión Sacerdotal
Marcel Lefebvre, después de que en el 2012 fue expulsado por la FSSPX.
Así,
actualmente los lefebvrianos están divididos en dos grupos [división casuada ciertamente por Mons. Fellay]. Muchos se
preguntan qué sucederá dentro de la FSSPX en caso de que el Papa decida conceder
un "reconocimiento de tolerancia." En todo caso, por cada persona que
preferirá irse con Mons. Williamson, habrá por lo menos veinte que empezarán a
frecuentar las Misas celebradas en las capillas de la Fraternidad [es decir: por cada auténtico tradicionalista que deba dejar
de asistir a los Prioratos de la Fraternidad para no hacerse él también traidor
a Cristo, llegarán 20 liberales cobardes “de sensibilidad tradicionalista” que
esperaban el fin del combate de la FSSPX para hacerse fieles de ésta]. Son
realmente muchas las personas que esperan con vivo interés el
"reconocimiento de tolerancia" para poder acercarse a la FSSPX [muchos, en efecto, buscan el tradicionalismo sin
persecuciones, la fidelidad a Cristo sin combate, y la santidad sin Cruz]. Luego, no hay que preocuparse del vacío causado por
eventuales deserciones [pues todo es cuestión de
cantidad, no de fe].
Algunos
afirman que los numerosos modernistas infiltrados en las varias estructuras
eclesiales (por ejemplo en las diócesis), triturarán y destruirán la FSSPX
impidiéndoles actuar [como si el demonio fuera
estúpido…]. Si este temor fuera fundado, los modernistas y sus amigos
masones deberían estar exultantes de alegría con la idea de que la FSSPX sea
"reconocida" oficialmente por la Santa Sede, para luego apretar el
cerco y sofocarla. Yo no he visto escenas de júbilo en el frente modernista
después de que ha salido la noticia que Roma y Menzingen están tratando de
encontrar una solución para "gradualmente" llegar a una
reconciliación. En todo caso, si el Papa concediera un simple
"reconocimiento de tolerancia" (es decir un genérico permiso de poder
administrar los sacramentos en todo el orbe católico), los oponentes "de
izquierda" a la esperada reconciliación, es decir, los militantes modernistas,
no podrán hacer mucho para asediar y triturar a la FSSPX [y gracias a esas “seguridades” el suicidio de la FSSPX se
consumará].
Por
otra parte, Monseñor Fellay [a estas alturas, habiendo
ya cedido gravemente e ido demasiado lejos] en lo absoluto puede decir
al Pontífice: "No, gracias; no quiero aceptar un reconocimiento de
tolerancia." Además tenemos que recordar que estamos en las manos de Dios:
si Él quiere que el joven movimiento tradicional continúe expandiéndose, nada ni
nadie podrá detenerlo [salvo cuando se tienta a Dios,
que es exactamente lo que hace Ménzingen en este momento], tampoco el
anciano tropel que componen la armada brancaleone (*) de los modernistas.
(*)
La “armada brancaleone” es una película italiana de un ejército medieval formado
por bandoleros mal armados y miedosos.