Tomado de Biblia y Tradición.
Traducción de Alejandro Villarreal.
Algunos sedevacantistas argumentan que existieron serios
defectos que afectaron los Cónclaves en la elección de los Papas Juan XXIII,
Pablo VI y entonces, consecuentemente, la de Juan Pablo I y Juan Pablo II. Se
afirma que el Cardenal Giuseppe Siri, el ex Arzobispo de Génova, Italia, fue
electo papa durante los cónclaves de 1958 y 1963 y posiblemente en el de 1978.
El Cardenal Siri fue extremadamente popular en Italia, principalmente por su
fuerte compromiso social en Génova. Él también fue considerado un impetuoso
conservador, aunque él no tomó una posición pública en defensa de la Tradición
durante el II Concilio Vaticano. Así, aparentemente, el Cardenal Siri hubo sido
‘elegido’ papa en el cónclave que siguió a la muerte del Papa Pío XII.
Algunos van más lejos y nos dicen que él aceptó la elección de sus colegas
cardenales, y que tomó el nombre de Gregorio XVII. Poco tiempo antes de hacer
pública dicha ‘elección’, un grupo de cardenales se le habrían rebelado
y lo forzaron a renunciar al supremo pontificado. Entonces, el Cardenal
Roncalli fue elegido y apareció ante el mundo como el Papa Juan XXIII. Algunos
sedevacantistas mostraron un reporte del FBI para demostrar dicha tesis. Ellos
agregaron que el ‘Papa Siri’, secretamente eligió cardenales para que
su causa tuviese éxito en el futuro. Francamente, tal teoría no tiene
sentido por muchas razones. Primero que todo, existe una ley en la Iglesia que
obliga a que todos los procedimientos del cónclave se lleven a cabo en secreto,
bajo pena de excomunión para el que rompa dicha condición. Incluso si el
Cardenal hubo sido propiamente electo como papa, es un hecho que él nunca se
mostró en público. El estuvo entre los Cardenales quienes juraron fidelidad
tanto al papa Juan XXIII como al papa Pablo VI. Después de los cónclaves de
1958 y 1963, él regresó a su diócesis en Génova. En 1969, aunque con
reticencia, él adoptó el Novus Ordo Missae. Mientras tanto, un sacerdote
francés, el Padre Guérin, había establecido una comunidad ‘conservadora’
de sacerdotes en Génova. En los setentas, el Padre Guérin vivía en París,
Francia, donde semanalmente decía la Misa del Novus Ordo, completamente en
latín, con birrete e incienso, a la cual yo fui un en par de ocasiones. Conozco
personalmente a dos miembros de la comunidad de Fr. Guérin quienes fueron
ordenados sacerdotes por el Cardenal Siri, ellos realizan su apostolado en
Francia y dicen la Misa del Novus Ordo. Su ordenación fue celebrada con la
Nueva Misa, aunque de una forma más conservadora. Finalmente, el Cardenal Siri
falleció en 1989. Pero la razón más importante por la que descartaríamos la
teoría del ‘Papa Siri’ es el principio fundamental de la aceptación
pacífica de un papa por la Iglesia Universal como signo y efecto infalible de
una elección válida. Todos los teólogos están de acuerdo en este punto. El
Cardenal Billot dijo:
“Dios podría aceptar la vacancia de la Sede Apostólica
por un tiempo. El también permitiría que existiese alguna duda alrededor de la
legitimidad de la elección. Sin embargo, Dios nunca permitiría que toda la
Iglesia reconociera como Pontífice a alguien quien no lo fuese real y
legalmente. Así, mientras que un papa sea aceptado por la Iglesia y esté unido
a ésta como el cuerpo a su cabeza, uno no puede ya emitir duda alguna sobre
algún defecto en la elección… Debido a que la aceptación universal de la
Iglesia sanaría de raíz alguna posible elección viciada.” [21]
Ahora, el puntapié: imaginemos que estoy completamente
equivocado y que, en
realidad, el Cardenal Siri haya sido el papa elegido en los cónclaves de 1958
y/o 1963. Vayamos más lejos: imaginemos por un momento que el ‘Papa Siri’
secretamente haya designado cardenales con el fin de proveer de un sucesor
a su muerte. Tal designación secreta de cardenales hubiese sido llamada
cardenales in pectore (cercanos a su corazón). Ha sucedido en numerosas
ocasiones de la historia de la Iglesia que los papas han designado cardenales in
pectore. Por distintas razones, los papas no han hecho públicos los
nombres, al menos por un tiempo. Usualmente, la razón era proteger la vida de
tales cardenales, quienes vivían en países donde la Iglesia fue perseguida.
Este fue el caso del Cardenal Slipyj, cabeza de la Iglesia Católica Ucraniana
de 1944 a 1984. Existe una regla que dice que el nombre de cualquier
cardenal in pectore debe hacerse público por el papa que lo designó. Así,
todos los cardenales designados secretamente cuyos nombres no fueron revelados
antes de la muerte del papa que los designó, automáticamente pierden su título
[22]. Este fue también el caso del Cardenal Slipyj, quien fue designado
cardenal in pectore por el Papa Juan XXIII en 1960. Debido a que Juan
XXIII nunca reveló su nombre, al Cardenal Slipyj no le fue posible participar
en el cónclave de 1963. Sin embargo, en 1965, el Papa Pablo VI restauró
oficialmente el título del Card. Slipyj restaurándole así todos sus derechos y
privilegios de Cardenal de la Santa Iglesia Romana. Consecuentemente,
cualquier ‘cardenal’ que haya sido designado secretamente por el ‘Papa Siri’
perdió su título en 1989, a la muerte del Cardenal Siri, y automáticamente
perdió su derecho a participar en la elección del sucesor del ‘Papa Siri’.
Tal argumento no es concluyente para algunas personas, ellos podrían todavía
tratar de decirnos que el ‘Papa Siri’ habría cambiado la ley de la
elección papal, con el fin de permitir a sus cardenales in pectore
participar, y así admitirlos en la elección de su sucesor. Cuando se va tan
lejos, lo único que podemos decir es que tales conspiradores lunáticos han
perdido por completo el contacto con la realidad.
4.4. El caso del Obispo Thuc:
Arzobispo Pedro Martín Ngo-Dinh-Thuc (1897-1984)
No importa qué tan divido esté el mundo sedevacantista,
es un hecho que sacramentalmente sobrevive gracias a las consagraciones
episcopales realizadas por el Obispo Martin Ngo-Thuc (1897-1984). El Obispo
Thuc fue el Arzobispo romano católico de Hué, Vietnam. Al tiempo en que
Vietnam caía bajo el Comunismo, en 1975, tuvo que huir del país y estuvo más o
menos abandonado por las autoridades romanas. En 1976 el consagró al Obispo
Clemente Domínguez, el fundador de la secta de Palmar de Troya, España. Thuc
fue entonces excomulgado por el Vaticano por tal consagración, pero fue ‘reconciliado’
por Pablo VI en el curso del mismo año. En 1977, el año siguiente, él consagró
al Obispo Laborie, el fundador de la secta llamada Eglise Latine de Toulouse
(Iglesia Latina de Toulouse). Entonces, en 1981-82, consagró al Obispo
Guérard des Lauriers y a tres obispos más en diferentes ceremonias realizadas
en secreto, en la privacidad de su apartamento en Toulon, Francia. En 1982
realizó una declaración llamada la Declaración de Munich, por la cual el
declaraba la Vacancia de la Sede de Pedro, en otras palabras, que Juan Pablo II
había perdido su oficio. Por último, pero no menos importante, el Obispo Thuc
fue finalmente ‘reconciliado’ por el Vaticano poco tiempo antes de su
muerte en 1984. Así, desde 1976 hasta su muerte, el Obispo Thuc había oscilado
entre el Sedevacantismo y la reconciliación con el Vaticano. Este hecho es
suficiente para cuestionar la seriedad de la Declaración de Munich. Creo que él
fue un buen hombre de quien muchos se aprovecharon por su fácil disposición a
consagrar obispos, pero no pudo haber sido él a quien Dios eligió como
instrumento de Su Providencia, ¡aunque sus obras prueban que fueron
‘providenciales’ para los sedevacantistas! [23] No debemos olvidar que los
actuales obispos sedevacantistas y por lo tanto los sacerdotes que ellos
ordenan vienen todos de la línea del Obispo Thuc.
(sigue)
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