Castigo Aproximándose
El Padre Constant Louis
Marie PEL (1876–1966) no es un nombre muy conocido entre las almas dotadas por
Dios con un conocimiento de cómo Dios va a enderezar el mundo de hoy en día,
pero, para aquellos que lo conocieron, él era un sacerdote muy cercano a Dios.
Doctor en teología, profesor de seminario, fundador de un convento para mujeres
y de un seminario para hombres, con una gran devoción al Sagrado Corazón de
Jesús y al Corazón Inmaculado de la Virgen María, él era un amigo personal del
Padre Pío quien dijo sobre él a algunos peregrinos franceses en San Giovanni
Rotondo, “¿Por qué vienen a verme a mi cuando ustedes tienen tan gran Santo en
Francia?”
El Padre Pel pasaba
noches de pie en la iglesia con su frente apoyada en el Tabernáculo conversando
con Dios en un éxtasis permanente. Murió en un accidente automovilístico justo
después del Vaticano II pero no antes que un seminarista, uno de sus hijos
espirituales, hubiese podido anotar una profecía de él que data de 1945
concerniente al castigo que azotará a Francia en particular. Aquí está, citada o
abreviada:—
“Mi hijo”, dijo el
Padre Pel, “sabe que con los pecados del mundo aumentando en horror a medida
que esta época se desgasta, grandes castigos de Dios descenderán sobre el mundo
y ningún continente se escapará a la Ira de Dios. Francia, siendo culpable de apostasía
y negando su vocación, será severamente castigada. Al este de una línea que se
extiende desde Burdeos en el sudoeste hasta Lille en el noreste, todo será
arrasado e incendiado por personas invadiendo desde el este y también por
meteoritos en llamas cayendo como lluvia de fuego sobre toda la tierra y
especialmente sobre estas regiones. Revolución, guerra, epidemias, plagas,
gases químicos venenosos, violentos terremotos y el re-despertar de los
volcanes extinguidos de Francia destruirán todo. . .”
“Francia, al oeste de
esa línea, será menos afectada. . . debido a la fe enraizada en la Vandea y en Bretaña…pero
cualquiera de los peores enemigos de Dios buscando allí refugio del cataclismo
mundial será hallado, donde sea que ellos se escondan, y ejecutados por los
demonios porque la Ira del Señor es justa y santa. Densa oscuridad causada por
la guerra, fuegos gigantescos y fragmentos de estrellas ardientes cayendo por
tres días y noches causarán la desaparición del sol y solamente velas bendecidas
en Candelaria (2 de Febrero) darán luz en las manos de los creyentes, pero los
sin Dios no verán esta luz milagrosa porque tienen oscuridad en sus almas”.
“De esta manera, mi
hijo, tres cuartas partes de la humanidad serán destruidas y en ciertas partes
de Francia los sobrevivientes tendrán que ir 100 kilómetros para encontrar otro
ser humano viviente . . . . Varias naciones desaparecerán completamente de la
faz del mapa… Una Francia así purificada devendrá la renovada “Hija Primogénita
de la Iglesia” porque todos los Caines y los Judases habrán desaparecido
durante este ‘Juicio sobre las Naciones’”. Este Juicio no es todavía el fin de
los tiempos pero tan grande es el castigo debido a los pecados de las naciones
que Nuestro Señor le dijo al Padre Pel que la desolación al final del mundo
será menor.
Queridos lectores, ¿qué
concluimos? Que cada uno de nosotros se esfuerce a más no poder y con la ayuda
de los sacramentos católicos que nos son dados por Dios para tal fin, para
vivir en la gracia de Dios y no en estado de pecado, y haga completo uso del
tiempo que Él nos da entre ahora y la Hora de Su Justicia para rezar por que el
mayor número posible de pecadores se arrepientan y salven sus almas para la
eternidad cuando el Castigo se cierre sobre nosotros. Dios, ten misericordia.
Virgen María, socorro.