martes, 10 de septiembre de 2013

ENTREVISTA AL PADRE FAURE: "¡EL COMANDANTE DEL TITANIC NOS VA A HUNDIR! " (5 de septiembre de 2013)


Publicamos ahora la introducción a la entrevista realizada al Padre Faure en Francia el 5 de Septiembre de 2013. Estamos trabajando en transcribir en castellano toda la entrevista. Esta transcripción será publicada en varias entradas sucesivas en los próximos días. 
El Padre Faure es uno de los primeros sacerdotes de la FSSPX y por lo tanto uno de sus miembros más antiguos. Él ha participado en todos los Capítulos de la Fraternidad. Fue superior de Distrito durante largos años (Argentina, México)
El mismo Monseñor Lefebvre le preguntó si aceptaría ser uno de los obispos que quería consagrar en 1988. El Padre nos confió haberse rehusado proponiendo a Monseñor de Galarreta en su lugar. Él pensó que le faltaban las cualidades necesarias para el episcopado. Pero nos aseguró que él jamás hubiera traicionado ni la causa de la fe ni el combate antiliberal.
El Padre Faure nos habla de las traiciones que han pasado por su vida y en particular de la última: la del Capítulo de julio de 2012. El Padre Faure se levanta en contra de las manipulaciones que la Casa General hace de los textos, los hechos, y los miembros (en particular la de Monseñor Tissier).
El Padre Faure es un capitular traicionado, que por su honor y el de la verdad va a desenmascarar las deshonestidades de Menzingen. Para comprender mejor la entrevista del Padre Faure, conviene recordar y revelar las siguientes cosas: El 15 de abril de 2012, Monseñor Fellay redactó una declaración teológica destinada a conciliar lo irreconciliable. Esta declaración es una asombrosa aceptación del Concilio, de la nueva misa y del nuevo Derecho canónico.
Durante el Capítulo de 2012, el Padre Jorna distribuyó y comentó una hoja (anverso y reverso) demostrando ante todos los capitulares (excepto Monseñor Williamson quien fue excluido del capítulo) que la Declaración de Monseñor Fellay no era otra cosa que la hermenéutica de la continuidad. Después de esta exposición del director del seminario de Ecône, la cual se hizo sin una reacción y en medio del más profundo silencio, la conclusión se impuso por sí misma: esta Declaración debía ser condenada por su autor. Después de un momento, el director del seminario de La Reja se levantó para romper el silencio. El Padre Pagliarani (¿en concierto con la Casa General?) intervino entonces en favor de Monseñor Fellay: “¡Estimados cofrades! No vamos a infligirle una bofetada a nuestro superior exigiéndole una retractación; esto se hará implícitamente por la Declaración final del Capítulo”. Luego de esta intervención, un capitular hizo alguna broma y el Capítulo pasó a otro asunto.
Este fue un golpe maestro de Monseñor Fellay y de sus partidarios. La Casa General manipuló al capítulo para que no sancionara al Superior General y logró engañar a los capitularios haciéndoles creer que la Declaración había sido enterrada por una desaprobación implícita de su autor. Monseñor Tissier también fue engañado como todos los otros (excepto  los partidarios de Monseñor Fellay). En una carta del 29 de marzo de 2013, él cuenta como “se concluyó tácitamente que no tenía caso insistir sobre este asunto, pues era evidente que el Superior General lamentaba su paso en falso”.
Pero el discurso oficial de la Casa General presenta esta Declaración doctrinal como “un texto minimalista que se pudo prestar para confusión entre nosotros”. (Cor Unum 102). Un “texto suficientemente claro” que evitaba de manera suficiente, -¿cómo es que se dice?- las ambigüedades”. (Ecône, 7 de septiembre de 2012). En la “Nota sobre la declaración doctrinal del 15 de abril de 2012” que fue redactada por el mismo Monseñor Fellay, afirma que “toda ambigüedad estuvo descartada en cuanto a nuestro juicio sobre el concilio, comprendiendo la famosa “hermenéutica de la continuidad”. Él pretende que su pensamiento “no fue comprendido por algunos miembros eminentes de la Fraternidad, quienes vieron una ambigüedad, una adhesión a la tesis de “la hermenéutica de la continuidad” (Cor Unum 104).
Y muy recientemente, Monseñor Fellay declaró:Es un texto extremadamente delicado e incluso se puede decir que en la Fraternidad no tuvo unanimidad, y aunque le dije a Roma: yo lo retiro, no sirve de nada; si ni siquiera es comprendido entre nosotros, porque tal vez era demasiado sutil, bien, tanto peor, lo retiramos. Y es lo que yo he dicho a Roma y Monseñor Di Noia dijo: “le comprendo, por supuesto, se requiere que el texto que usted haga, tenga la unidad entre ustedes”. (Conferencia de Monseñor Fellay en Lille, el 7 de mayo de 2013, Capilla del Rosario).
VIDEO DE LA ENTREVISTA ACÁ (En francés)
Documento 1: Boletín Oficial de la FSSSPX –julio de 2013, n°251.-
Este boletín del Distrito de Francia citó al Secretario general, el padre Thouvenot, dirigiéndose a los miembros: “El Jueves Santo, Monseñor Williamson dirigió desde Nova Friburgo (Brasil) una “Carta abierta a los sacerdotes de la FSSPX” para darle nuevo impulso a la publicación de la “Declaración doctrinal” por sus amigos y sembrar la división en nuestra Fraternidad. Al día siguiente de la publicación, Monseñor Tissier de Mallerais dirigió una carta de protesta que Monseñor Fellay me autorizó a anexar a esta circular. Escrita “para defender el honor de nuestro superior y de los capitulares (que son los superiores mayores contra los que Monseñor Williamson quiere levantar a nuestros sacerdotes)”, esta carta de Monseñor Tissier de Mallerais está estrictamente reservada a los miembros de la Fraternidad”.
Documento 2: Carta de Monseñor Tissier. Anexo a la Circular n° 2013-04: “Winona, el Viernes Santo, 29 de marzo de 2013. Estimado Secretario general: Su Excelencia Monseñor Williamson acaba de publicar una carta pública a los miembros de la Fraternidad de la cual ya no forma parte. Como testimonio de todo lo que sucedió el año pasado, escribo lo que sigue: Como todos los capitulares, Monseñor Williamson recibió a finales de abril de 2012, un resumen de la “Declaración doctrinal” de Monseñor Fellay que ahora él critica, un año más tarde. El debió, como yo, con toda tranquilidad expresar su desacuerdo.
Varios capitularios expresaron inmediatamente, como yo lo hice, su desaprobación de ese texto al Superior General. Yo mismo fui recibido en la Casa General y pude manifestar las debilidades y los equívocos de la “Declaración” enviada a Roma. Además, por la misma indignación, tuve a bien dar una entrevista al periódico francés Rivarol el 1 de junio de 2012. Pero pronto me di cuenta de que esto era sólo un texto corregido del preámbulo doctrinal presentado el 14 de septiembre de 2011 por el cardenal Levada: corregido in extremis por modificaciones substanciales.
Así que durante la entrevista de 13 de junio 2012, el cardenal Levada dijo rechazar este texto como "equívoco", ya que no cumplía con el requisito de lealtad de la Fraternidad San Pío X al magisterio conciliar. Y ese día Monseñor Fellay rechazó formalmente la sumisión requerida.
Así pues, la Declaración doctrinal no es un texto que Monseñor Fellay haya redactado espontáneamente, sino más bien un documento destinado por él para evitar a la Fraternidad la excomunión con que la amenazaba el cardenal. A pesar de sus debilidades, este texto no concedió nada en cuanto a la autoridad del pretendido magisterio del concilio.
Finalmente, Monseñor Fellay no firmó este texto, el cual fue propuesto solamente para la apreciación de Roma, y al ser rechazado por las autoridades romanas, el documento no tuvo ningún efecto. Por consecuencia, esta “Declaración” no puede ser considerada como si hubiera comprometido a la FSSPX. El capítulo general de julio de 2012 estudió este texto; los capitularios tuvieron toda la libertad de denunciar sus debilidades, lo que no dejé yo de hacer por mi parte. Y se concluyó tácitamente que no había necesidad de hacer hincapié en este asunto, ya que estaba claro que el Superior General se arrepintió de su paso en falso y se determinó a "no hacerlo de nuevo", como él dijo a los sacerdotes durante retiro de sacerdotes en septiembre de 2012.
Puedo concluir de estos hechos, que la publicación hecha por Monseñor Williamson un año más tarde de sus críticas a la “Declaración Doctrinal”, como si ésta hubiera sido ignorada por los Superiores mayores de la FSSPX, o como si éstos no hubieran hecho nada para denunciar las debilidades del Superior General, es un procedimiento poco honesto que sólo pudo estar destinado a dañar el honor de S.E. Monseñor Fellay. En realidad, no dañará más que al honor de Monseñor Williamson”.-

 Monseñor Tissier de Mallerais.