HORRIBLE CAIDA III
El pasado Junio se les prometió
a los lectores de estos “Comentarios” un tercer artículo sobre la horrible
caída de la Fraternidad San Pío X para considerar qué es lo que puede hacerse.
Justo recientemente apareció en el sitio web “Avec l’Immaculée” un artículo con
algunas buenas respuestas a esta cuestión, comenzando con la cuestión sobre si
los católicos pueden continuar asistiendo a las Misas de la Fraternidad. Resumo
y adapto:--
En 1984 un Indulto de parte de
Roma permitió que la Misa Tridentina fuera celebrada, bajo ciertas condiciones,
dentro del marco de la Iglesia oficial. Preguntado sobre si los católicos
podían asistir a estas Misas, Monseñor Lefebvre respondió poco después que
ellos no deberían asistir porque el tal reingreso en el marco de la Iglesia
oficial bajo esas condiciones era equivalente a aceptar al Vaticano II y las
reformas subsiguientes. Los Sacerdotes que dicen las Misas del Indulto no
podrían hablar libremente y, por aceptar con el Indulto implícitamente a la Nueva
Misa arriesgarían deslizarse hacia la nueva religión Conciliar y llevar a sus
feligreses con ellos.
En el 2012, Monseñor Fellay
declaró que la Nueva Misa fue legítimamente promulgada lo cual es equivalente a
decir que ella es legítima. El sofoca a las críticas del Vaticano II y,
mientras que tanto como le sea posible todavía mantiene en la oscuridad a los
sacerdotes y a la gente en cuanto a lo que él realmente está urdiendo, él
sostenidamente promueve las ideas de su Declaración pro-Conciliar de Abril de 2012.
Por consiguiente, así como Monseñor Lefebvre descartó asistir a las Misas del
Indulto, del mismo modo ahora, como regla general, asistir a la Misas de la
FSPX debería ser descartado porque aún si esta Misa particular es celebrada
todavía de acuerdo con la Tradición, la FSPX está siendo remodelada en general
como un marco dentro del cual la nueva religión Conciliar está menos y menos
desaprobada, por lo que hay má s y más peligro de asistir a sus Misas.
Sin embargo, Sacerdotes
particulares de la FSPX varían desde lo genuinamente Tradicional a lo
virtualmente Conciliar. Obviamente, hay menos peligro en asistir a las Misas de
los primeros que de los segundos, pero si el Sacerdote en cuestión sea que
defiende y aprueba la nueva dirección impuesta por el Cuartel General de la
FSPX, sea que persigue y excluye de los Sacramentos a cualquiera que tenga
alguna parte en la Resistencia, estos son dos signos que sus Misas deberían ser
evitadas, especialmente si hay la Misa de un Sacerdote resistente no muy lejos.
Pero las circunstancias también entran en juego, así que, por ejemplo, si el
hijo de uno arriesga ser expulsado de lo que todavía es una escuela decente de
la FSPX, eso puede justificar asistir todavía a la Misa local de la FSPX.
Cuando el tronco de un árbol se está pudriendo, puede haber ramas que aún
llevan hojas verdes.
Sin embargo el tronco de la
FSPX está mortalmente herido, sin esperanza de recuperación, humanamente
hablando. Como la Sinagoga entre la muerte de Nuestro Señor en la Cruz y la
destrucción de Jerusalén en el 70 A.D., lleva la muerte consigo pero todavía no
está muerta. Los Apóstoles predicaban allí y buenos Judíos todavía asistían,
pero todos fueron perseguidos y eventualmente expulsados. Si un católico puede
ver hoy en día que en todo el cuerpo de la FSPX, desde la cabeza para abajo, el
virus mortal de una mentalidad Conciliar disfrazada se está propagando, debe
tomar acción para ayudar a rescatar tantas almas como sea posible antes que
ellas hagan naufragio en la Fe con el bote salvavidas que se hunde.
Que ellos, para forjar sus
propias convicciones, lean todo lo que puedan echar a mano, comenzando con el
intercambio de cartas entre los tres Obispos y Monseñor Fellay en Abril de
2012. Que ellos hablen a sacerdotes y compañeros parroquianos para coordinar,
por ejemplo, el preparar refugios para sacerdotes que de otra manera no
reaccionarían. Hay mucho por hacer, sin embargo hay pocos, al menos por el
momento, para hacerlo. Dios está con estos pocos.
Kyrie eleison.