domingo, 4 de noviembre de 2018

COMENTARIO ELEISON Número DXC (590) - 3 de noviembre de 2018

Eleison Comments by His Excellency Bishop Richard Williamson

TFP sobre el Liberalismo

¿No quieres a Dios? Entonces el caos es lo que eliges.
¡La ley, el orden, la decencia – y el Cielo – los pierdes!
Cualesquiera que hayan sido desde sus comienzos – y todavía – los defectos de la organización conocida como T.F.P. (Tradición, Familia, Propiedad), es un placer decir que está haciendo algo bueno en los Estados Unidos hoy. En una circular regular (disponible en tfp@tfp.org) presenta breves ensayos sobre a menudo tres puntos importantes para comprender cómo necesita funcionar la fe católica en nuestro mundo demoníaco de hoy. Los ensayos no son demasiado profundos para que los lectores comunes los entiendan, pero tampoco son superficiales. Puede ser que no sean infalibles, pero son reflexivos y llenos de sentido común, y a menudo abordan problemas importantes en la Iglesia y en el mundo de hoy. Aquí, por ejemplo, hay un resumen de Las Cuatro Características de la Mente Liberal que están Destruyendo a la Sociedad, de la Carta de T.F.P. Americana de hace un mes:
El estado fragmentario y polarizado de la sociedad actual es una prueba de que algo ha ido terriblemente mal. Los conservadores a menudo culpan de la ruptura a los activistas liberales que trabajan en la política y en los medios de comunicación, pero la actividad disolvente de estos liberales proviene de toda una mentalidad liberal, extendida por todas partes. Casi todo el mundo acepta hoy en día los principios del liberalismo clásico consagrados en la constitución estadounidense, pero moderados en ese momento por la herencia cristiana de los Estados Unidos. Con ese patrimonio que ahora se repudia en gran medida, la disolución total de los principios liberales se hace hoy evidente, como no lo era antes. Para ver de dónde viene nuestro caos, veamos cuatro características de la mentalidad liberal.
1 La mente liberal siempre se está alejando de la verdad objetiva. Queriendo parecer más compasivos y amables que los “conservadores sin corazón”, por medio de medias verdades se deslizan hacia el error que no abrazaron al principio. Por ejemplo, los liberales pueden oponerse a la delincuencia en principio, pero en la práctica la promueven ablandando el trato a los delincuentes, debido a las supuestas injusticias que los delincuentes pueden haber sufrido.
2 Para reemplazar la verdad objetiva desagradable e impersonal, la mente liberal siempre está buscando opiniones subjetivas agradables o juicios personales, para confirmarla en su propia manera de pensar y actuar. Un ejemplo clásico viene de una decisión de la Corte Suprema Estadunidense de 1992, que justifica el aborto: “En el corazón de la libertad está el derecho a definir nuestro propio concepto de la existencia, del significado del universo y del misterio de la vida humana”.
3 La mente liberal siempre define erróneamente la libertad como el derecho a hacer lo que uno quiera hacer. Por esta definición, los meros caprichos y la fantasía pueden finalmente prevalecer. Los liberales dudarán entonces de lo que contradiga sus caprichos, pero nunca de lo que los confirme.
4 A la mente liberal siempre le desagradan las reglas y leyes que considera automáticamente restrictivas. En realidad, la ley consiste en preceptos razonables presentados por la autoridad competente de cualquier sociedad como esenciales para el bien común de esa sociedad. ¡Pero los liberales se molestarán incluso con la ropa o la gramática si se considera que sus reglas son demasiado restrictivas! Así, para reemplazar al verdadero Dios de la Justicia, Dios de los Diez Mandamientos, ellos fabrican su propio dios, un dios de toda compasión, un dios de diez Recomendaciones.
En resumen, las cuatro características se centran en el yo. Según el liberalismo, cada persona determina por sí misma lo que es verdadero y lo que es falso, lo que es correcto y lo que es incorrecto. Aquí es donde la sociedad se está desmoronando.
Pues en efecto, el liberalismo como tal no puede crear un orden social o una sociedad, sino sólo un derrumbe social. Si ha sobrevivido hasta ahora, es sólo por el sólido orden cristiano que heredó y del que es la disolución. Los liberales dependen de lo que destruyen, y destruyen aquello de lo que dependen. En 2018 se están acercando cada vez más al caos. El liberalismo es intrínsecamente antisocial. Ninguna sociedad puede estar formada por miembros antisociales. El liberalismo sólo puede hacer a la gente cada vez más aislada, solitaria y frustrada. Sólo puede hacer que la vida humana se convierta cada vez más en una serie de choques entre individuos sacrosantos.
Kyrie eleison.