MUERTE DEL CARDENAL DARÍO CASTRILLÓN HOYOS
El Cardenal Darío Castrillón Hoyos falleció en Roma el 18 de mayo de 2018. Llamado al servicio de la Santa Sede en 1996, el prelado se impuso poco a poco como el interlocutor privilegiado entre el Vaticano y la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, del 2000 al 2009.
Primero Prefecto de la Congregación para el Clero,
luego Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, el Cardenal desempeñó
un papel fundamental en el cambio de actitud del Vaticano hacia la liturgia
tradicional.
Al final de la peregrinación romana de la
Fraternidad San Pío X en el año 2000, recibió a los obispos consagrados por
Mons. Marcel Lefebvre en 1988, poniendo fin a doce años de ostracismo [léase: poniendo fin a doce años de la gloriosa cruz de ser ignorados y tratados como leprosos por defender los derechos conculcados de Cristo]
Dos años más tarde, Mons. Hoyos fue el primer
Cardenal de la Iglesia en celebrar solemnemente la liturgia tradicional en la
Basílica Liberiana, ignorando la reticencia de muchos de sus cofrades.
Al mismo tiempo, mientras muchos obispos seguían
lanzando proscripciones arbitrarias contra la obra de Mons. Lefebvre, él explicó
que el acto de las Consagraciones de 1988 no constituía un cisma y que la
Fraternidad estaba "dentro de la Iglesia", deplorando sin embargo
"el hecho de que falte una comunión plena, más perfecta, porque la
comunión existe"... [Cita evidentemente acuerdista]
El Cardenal Hoyos también desempeñó un papel
significativo junto a Benedicto XVI en la promulgación del Motu proprio
Summorum pontificum en 2007, y en el marco del levantamiento de las sanciones injustas
contra los Obispos de la Fraternidad dos años más tarde, sin dudar en defender
a estos últimos frente a los medios de comunicación desencadenados. [En ésta entrevista -dada en los días posteriores al levantamiento de la supuestas excomuniones y en el contexto del revuelo causado por los dichos de Mons. Williamson sobre el llamado "holocausto"- vemos que el Cardenal no defendió a los Obispos, sino más bien a Benedicto XVI de los ataques de los medios, al decir, entre otras, cosas como es estas: Es muy sencillo. Monseñor Marcel Lefebvre cometió un acto de
rebeldía ordenando en 1988 a cuatro obispos sin el mandato pontificio. Esta es
una acción cismática. (...) Como él [Mons. Williamson] no está en plena comunión, no nos toca a nosotros
reprenderlo o castigarlo. Le toca a monseñor Fellay, que es su superior, y Fellay lo hizo”.
El Cardenal habría deseado que se hubiera encontrado una
solución canónica para la Fraternidad. [Nótese que los acuerdistas de la Neo-FSSPX suelen usar el lenguaje del enemigo. Por eso hablan, una vez más, de una "solución" para la FSSPX, pero es la Roma Conciliar -liberal, modernista y apóstata- la que necesita una "solución"] Pero esto nunca fue posible, pues
siempre ha faltado una voluntad real de recibir la obra de Mons. Lefebvre tal como es. Porque no es quitándole
algo a su misión de defensa de la Tradición -imponiéndole, por ejemplo, el
reconocimiento de los errores doctrinales o la legitimidad del nuevo rito- como
la Fraternidad podrá trabajar por la restauración de la Iglesia. [Sabiendo que los romanos leerán esta nota, la FSSPX no desaprovecha la ocasión, y pide a los modernistas destructores de la Iglesia, por enésima vez, ser reconocida "tal como es"]
Sin embargo, sería injusto no ejercer la virtud de
la gratitud por las acciones del prelado colombiano. Fueron valientes, al
encontrarse con la hostilidad de los progresistas y los enemigos más
encarnizados de la Iglesia. [Nuevamente la FSSPX habla como el enemigo: el Cardenal -dice la Fraternidad- se enfrentó a los "progresistas" (sinónimo de liberales y de modernistas) ¿Y el Cardenal qué era? ¿Era acaso un antiliberal? Era un progresista moderado (un "conservador"), y, entonces, un enemigo interno de la Iglesia quizá "menos encarnizado" que sus compañeros de bando más exaltados, pero enemigo al fin y al cabo; por lo que lo que la Fraternidad debió hacer es pedir oraciones por su alma en lugar de homenajearlo servilmente]
Requiescat
in pace.
La Fraternidad olvida:
Que el Cardenal Castrillón era la cabeza de la Comisión Ecclesia
Dei, de la cual Mons. Lefebvre dijo: "está encargada de la recuperación de
los tradicionalistas para someterlos al Concilio" (Mes derniers cahiers, première
série, n° 1, Pour saluer Mgr Lefebvre, par F. Brigneau, Public. FB,
p. 35).
Que fue él quien, en una carta dirigida al Capítulo General de la
Fraternidad San Pedro, les ordenó celebrar la misa Novus
Ordo.
Que el Cardenal Castrillón fue el artífice de la caída de Campos,
que tanto lamentó la Fraternidad antes del cambio de actitud frente a Roma.
Que al Cardenal Castrillón también se le debe la creación del Instituto
del Buen Pastor, formado por traidores a la obra de Mons. Lefebvre.
Que el Cardenal Castrillón fue un gran apoyo para el GREC, de cuyas reuniones estaba muy al pendiente.
Y un largo etcétera.
Esto, que decimos nosotros para terminar, es lo que la FSSPX debió pero no quiso decir:
Dios tenga misericordia del Cardenal Castrillón.
Esto, que decimos nosotros para terminar, es lo que la FSSPX debió pero no quiso decir:
Dios tenga misericordia del Cardenal Castrillón.