Sueños
“Píos” – I
Pobre
Menzingen, perdida en sus “píos” sueños.
La gentileza neo-modernista no es lo que parece.
La gentileza neo-modernista no es lo que parece.
En
junio del año pasado, un cofrade de Francia escribió un buen artículo sobre si
la Fraternidad San Pío X debía o no obtener de las autoridades eclesiásticas de
Roma un estatus canónico que protegiera los intereses de la Fraternidad.
Obviamente, el cuartel general de la Fraternidad en Menzingen, Suiza, cree en
la obtención de este estatus, y si el actual Superior General es reelegido para
un tercer mandato en julio, ese es el objetivo que la Fraternidad seguirá
persiguiendo. Sin embargo, es bastante menos obvio que ese objetivo deba ser
perseguido. Un argumento de ocho páginas completas de Ocampo #
127 de junio de 2017, se resume a continuación en una sola página.
La
posición del artículo es que la Fraternidad no puede de ninguna manera ponerse
bajo las poderosas autoridades eclesiásticas imbuidas de los principios de la
Revolución Francesa tal como se plasmaron en el Vaticano II, porque son los
Superiores los que moldean a los sujetos, y no al revés. Mons. Lefebvre fundó
la Fraternidad para resistir la traición de la Fe católica por parte del
Vaticano II. Sometiéndose a los Conciliaristas, la Fraternidad se uniría a los
traidores a la Fe.
Las
autoridades eclesiásticas son los obispos diocesanos y el Papa. En cuanto a los
obispos, los francamente hostiles a la Fraternidad pueden ser menos peligrosos
que los que pudieran ser amistosos pero no han entendido las exigencias
absolutas de la Tradición Católica, que no son sólo las exigencias
de la Fraternidad San Pío X. En cuanto al Papa, si sus palabras y hechos le
muestran que está trabajando en contra de la Tradición Católica que es su deber
defender, entonces los católicos tienen el derecho y el deber de protegerse a
sí mismos tanto contra la manera en que está abusando de su autoridad, como
contra su propia necesidad innata de seguir y obedecer a la autoridad católica.
Ahora bien, en teoría, un Papa conciliar puede prometer una protección especial
para la Tradición de la Fraternidad, pero en la práctica debe, por sus propias
convicciones, esforzarse para que la Fraternidad reconozca el Concilio y
abandone la Tradición. Dada entonces su gran autoridad como Papa para imponer
su voluntad, la Fraternidad debe mantenerse fuera de su camino.
La
experiencia demuestra que los Tradicionalistas que se incorporan a la Roma
Conciliar pueden empezar simplemente guardando silencio sobre los errores del
Concilio, pero normalmente terminan aceptando esos errores. Su acuerdo inicial
de guardar silencio es al final mortal para su profesión de Fe. Y por el
deslizamiento natural cuesta abajo de un compromiso a otro, pueden incluso
terminar perdiendo la Fe.
Es
la Fe la que hizo decir a Mons. Lefebvre que, a menos que
los Conciliares romanos vuelvan a la doctrina de las grandes Encíclicas Papales
anti-liberales – lo que no han hecho desde sus tiempos de él y no est án a
punto de hacer ahora – un mayor diálogo entre los romanos y los
Tradicionalistas es inútil, y –podría él haber añadido – positivamente
peligroso para la Fe.
El
artículo también enumera ocho objeciones a esta posición, dadas aquí en cursiva
con la más breve de las respuestas:
1 Con
la Prelatura Personal Roma ofrece a la Fraternidad una protección especial.
Protección de los obispos diocesanos, quizás, pero no de la autoridad suprema
del Papa en la Iglesia. 2 Las exigencias de Roma para el
acuerdo han ido disminuyendo. Sólo porque las concesiones hacia la
cooperación práctica son más efectivas para obtener la sumisión de los
católicos, como bien saben los comunistas. 3La Fraternidad
insiste en ser aceptada por Roma “tal como somos”, es decir, Tradicional. Para
los romanos eso significa: “Tal como seréis, una vez que la cooperación
práctica os haya hecho ver lo buenos que somos”. 4 Así la
Fraternidad continuará atacando los errores del Concilio. Nada va a cambiar.
Roma puede tomarse su tiempo para insistir en cambios cada vez mayores. 5 ¡Pero
al Papa Francisco le agrada la Fraternidad! ¡Al Gran Lobo Malo le agradaba la
Caperucita Roja! 6 La Fraternidad es demasiado virtuosa
para dejarse engañar por Roma. ¡Ilusión tonta! El Arzobispo mismo fue
al principio engañado por el Protocolo del 5 de mayo de 1988. 7Varias
comunidades tradicionales se han incorporado a Roma sin perder la verdadera
Misa. Pero varias de ellas se han puesto a defender errores
importantes del Concilio. 8 El Papa Francisco como persona
está en error, pero su función es sagrada.
Reconocer lo sagrado de su función no puede obligarme a seguir sus errores
personales, es decir, el mal uso de su función. La verdadera Fe
está por encima del Papa.
Kyrie
eleison.