sábado, 23 de agosto de 2014

UNA VOCE: COMUNICADO OFICIAL

Publicamos el comunicado que el jueves ha hecho Una Voce Cuba en relación con lo denunciado por Syllabus y nosotros. Nuestros comentarios en rojo.
Comunicado Oficial
jueves, 21 de agosto de 2014

Desde los últimos días, hemos contemplado con singular tristeza, el asedio propinado contra la FSSPX, por parte de individuos anónimos, que se reconocen como miembros de la llamada Resistencia. El medio empleado ha sido la devaluación fantasiosa de Una Voce Cuba, cual si fuera talón de Aquiles para la FSSPX, a quien juzgan como entidad Tradicional liberal, según sus sitios de Internet: “Non Possumus” y “Syllabum Errorum.”  Aunque este evento es parte de la guerra sistemática que le han declarado a la FSSPX, dichos “entes,” nosotros en justicia y caridad nos sentimos,  involucrados y en cuanto nos toca, deseamos dar una respuesta en defensa de la FSSPX.
Es precisamente por ser liberales “de sensibilidad tradicional” que no entienden el combate llevado a cabo por los sacerdotes, el obispo, y los fieles de la Resistencia. ¿Por qué Una Voce es una entidad “liberal de derecha”? En primer lugar, su lucha es solamente por la Misa Tradicional, a la cual están apegados de manera sentimental: La Federación Internacional Una Voce es un movimiento laico, y su principal meta es asegurar que el Missale Romanum del papa Juan XXIII (la edición de 1962) se mantenga en la Iglesia como una de las formas de celebración litúrgica, así como salvaguardar y promover el uso del latín, el canto gregoriano y la sagrada polifonía (tomado de Una Voce México).  Además, aceptan como santos a Juan XXIII y Juan Pablo II. Vean, por ejemplo, aquí: “Juan XXIII, un nuevo santo Patrono para la Misa Tradicional”. Aceptan, por consecuencia, el birritualismo, es decir, la pacífica coexistencia de la Misa tradicional y la Misa “bastarda” del Novus Ordo, para usar un adjetivo de Mons. Lefebvre. Aceptan el Vaticano II “a la luz de la Tradición”, etc.
En cambio la FSSPX -mientras se mantuvo fiel a Monseñor Lefebvre- ha tenido un combate completamente diferente. En 1986, en Ecône, Monseñor Lefebvre advertía a los seminaristas: no es por dar la misa que se resuelven los problemas, hay que dejar atrás esta concepción (14 de enero de 1986) “No es cualquier cosa lo que nos opone. No es suficiente que se nos diga: pueden decir la misa antigua, pero hay que aceptar tal cosa. No, no es eso lo que nos opone, es la doctrina. Está claro”. “Lo que es grave en Dom Gérard, es lo que lo ha perdido. Él no vio más que la liturgia y la vida monástica. Él no ve claramente los problemas teológicos del Concilio, de la libertad religiosa, no ve la malicia de esos errores. Él jamás se preocupó por esto” (Fideliter 66, 1988, pág. 14; Fideliter 87, 1990, pág. 1).
Es evidente que poniéndose entre las manos de las actuales autoridades conciliares, ellos admiten implícitamente el concilio y las reformas salidas de él, aunque reciban privilegios que siguen siendo excepcionales y provisorios. Su palabra está paralizada por esta aceptación. ¡Los Obispos vigilan! Es lamentable que estos sacerdotes no tomen conciencia de esta realidad, pero nosotros no podemos engañar a los fieles. Sucede lo mismo por las “Misas tradicionales”! organizadas por las diócesis. Ellas son celebradas entre dos misas conciliares. El sacerdote celebrante dice tanto la nueva como la antigua misa. (…) Estas misas son “atrapa bobos” que llevan a los fieles al compromiso. (Carta de Mons. Lefebvre a un sacerdote, 18 de marzo de 1989)
Curioso -¿no?- que Monseñor Lefebvre hable del mismo modo que los “entes” que afirman, con razón, que la FSSPX ha olvidado las enseñanzas de su Fundador.
¿En qué consiste el ataque? Simple… en una tergiversación, en la base del desconocimiento de las particularidades de nuestro apostolado en la Isla y que no pasaremos a detallar y explicar a nadie, a quien no interese o posea autoridad. Pero en fin… para el común de nuestros lectores… ¡Todo es cosa de película! Trama de contubernios, acciones secretas, asociación mancomunada, firma de concordatos acuerdistas, etc.…todo entre  Una Voce Cuba y la FSSPX. ¡Por Dios! Una Voce Cuba y la FSSPX son dos instituciones de la Iglesia Católica muy diferentes entre si por su naturaleza, carisma, historia y fines: una de seglares otra de sacerdotes. ¿Qué nos une? Un idéntico amor a la Obra de la Tradición. También vale recordar que en el pasado la historia nos hermano como en el presente lo continua haciendo en el combate por la salvaguarda y conservación de la Misa tradicional. Michael Davies, gran ideólogo y presidente de Una Voce Internacional ha resultado ser el más ferviente defensor de Mons. Marcel Lefebre y la FSSPX, en su conocidísima e inmortal obra:

•  Apología Pro Marcel Lefebvre, vol.
I — 476pp, Angelus Press
•  Apologia Pro Marcel Lefebvre, vol. II — 393pp, Angelus Press
•  Apologia Pro Marcel Lefebvre, vol.
III — 474pp, Angelus Press
Luego, por solo citar otro ejemplo, cuantas veces no sirvieron los locales de Una Voce Roma- Italia a Mons. Lefebvre y al Cœtus Internationalis Patrum para sus reuniones… Ya anciano, el propio Arzobispo recibió en Econe, con grandes muestras de afecto a una delegación de peregrinos de Una Voce Francia… Y así un sin número de ejemplos que podríamos citar…
Sobre el contubernio o unión ilícita: no se “trama”, sino que existe de hecho entre la FSSPX y Una Voce Cuba. Nada hemos dicho sobre “acciones secretas” ni sobre firmas de “concordatos acuerdistas” “entre Una Voce Cuba y la FSSPX”. Pensamos que así como no comprenden el liberalismo, los dirigentes de Una Voce no han comprendido nuestra denuncia.
Tiene razón al decir que Una Voce tiene diferentes fines que los de la antigua FSSPX. Para la antigua FSSPX,  no hay caridad sin fe, y como consecuencia, no hay amistad verdadera que no sea fundada en la fe. San Pio X nos dijo: “Ahora bien, la doctrina católica nos enseña que el primer deber de la caridad no está en la tolerancia de las opiniones erróneas, por muy sinceras que sean, ni en la indiferencia teórica o práctica ante el error o el vicio en que vemos caídos a nuestros hermanos, sino en el celo por su mejoramiento” (carta a Le Sillon). El medio para evitar y acrecentar las divisiones, es el de cesar todo contacto con aquellos que han abandonado el combate de la fe. Este era el consejo de Monseñor Lefebvre. (Fideliter n°66, p. 31)
Es verdad que Michael Davies fue muy amigo de Monseñor Lefebvre y lo defendió, a diferencia de todos los demás acuerdistas, cuando realizó las consagraciones episcopales. Pero él no fue presidente de Una Voce hasta después de la muerte de Monseñor, pues fue nombrado para este cargo en 1992.
http://en.wikipedia.org/wiki/Michael_Davies_(Catholic_writer)
Servidor, como Presidente de Una Voce Cuba y Director de la Revista Una Voce Informa, así como la totalidad del Coetus fidelium de Una Voce Cuba, sienten una grandísima admiración y un gran amor hacia la benemérita FSSPX, en  sus Obispos, Superiores, sacerdotes, religiosas, religiosos, seminaristas y fieles. ¡No es secreto para nadie! ¿Es esto acaso pecado? ¿Hay razón para el escándalo?  ¿Puede alguien juzgar la merecida admiración u el amor? De pronto, nunca imaginamos que nuestro cariño por la FSSPX fuera a incomodar a alguien.
Y si aman tan grande y apasionadamente a la FSSPX, ¿por qué no se hacen fieles de ella? ¿Qué les impide dar ese paso? Curioso.

Ruego disculpas a quienes en la denominada Resistencia, se ven ofendidos por esta sincera devoción personal y grupal, y que a partir de las manifestaciones de la misma se han puesto a sacar todo tipo de conjeturas. Y aclaro particularmente, el asunto que al parecer mas les preocupa: La FSSPX no recauda fondos para Una Voce Cuba. Si alguna mención hubo, se trata de un error o mal entendido. Ciertamente necesitábamos canalizar un donativo desde una cuenta bancaria en México para Una Voce Cuba y por ello, solicitamos el favor al P. Pedro Mourroux, que nunca se verificó. Esta  referencia a los efectos finalmente inservible, pasó por un descuido o imprudencia de nuestra parte  a las páginas de la Revista, en vistas a otro futuro. La supuesta evidencia que alega para justificar la acusación contra la FSSPX de dedicarse a recaudar fondos para Una Voce Cuba es totalmente ilusoria.
La FSSPX a petición de fieles cubanos visita la Isla, y esto Una Voce Cuba lo ve con muy buenos ojos y lo expresa con gratitud en su Revista. ¿Cómo no hacerlo?  ¿No  tienen derecho los fieles cubanos a recibir el socorro espiritual de buenos y santos sacerdotes?  ¿No es una buena obra que hay que sostener y mantener? En cuanto al resto de cuestiones que se formulan, no tenemos que dar cuenta a la mencionada Resistencia, sobre los particulares asuntos de la Obra de la Tradición Católica en Cuba, con sus particulares y muy singulares características, únicas en el mundo.
Lo que hemos señalado en nuestro artículo, es la evidente traición de las autoridades de la FSSPX respecto al legado de su fundador, pues Mons. Lefebvre dejó establecido que no se debe cooperar con los liberales de Ecclesia Dei, como Una Voce. Por ejemplo, en una entrevista en la revista Communicantes de agosto de 1985, se lee esto:
En Canadá conocemos en particular a dos obispos que han dado el permiso a los sacerdotes de celebrar la misa de San Pío V según las condiciones del indulto (…) ¿Podría usted dar a nuestros fieles su consejo sobre la conducta a seguir frente a estas misas celebradas bajo las condiciones del indulto?
Monseñor Lefebvre: Sí, me he sorprendido al leer, en un folleto de Una Voce que me dieron en Ottawa, la posición que ellos han adoptado. Es una posición muy ambigua y no es conforme a la que defendemos y que los tradicionalistas siempre han defendido. No decimos que la nueva misa sea herética, ni que sea inválida, pero nos rehusamos a decir que sea legítima, que sea perfectamente ortodoxa. Si bien los fieles se preguntan si deben asistir a estas misas que ahora están autorizadas por los obispos, para nosotros es siempre la misma consigna: pensamos que no hay que ir a esas misas porque es peligroso afirmar que la misa nueva es tan válida como la tradicionalPoco a poco estos sacerdotes que aceptan estas condiciones, tendrán las mismas tendencias que aquellos que dicen la nueva misa y un día, quizá ellos mismos la dirán y llevarán a nuestros tradicionalistas a la nueva misa.
Por favor, si les agradecemos, midan sus palabras y el calibre de sus acusaciones en sus publicaciones… tratándose de Cuba y su cristiandad tan sufrida como martirial. Puede que sin quererlo desaten al interno graves consecuencias para nosotros.  Cifren su combate en evangelizar, en salvar las almas, en dar gloria a Dios, no en llevar vidas ajenas… la difamación y la calumnia, son graves faltas de caridad. ¡Seamos prudentes y consecuentes con la Fe que decimos tener! Lo que están haciendo no es correcto. Solo les mueve el rencor a la FSSPX. Luego Una Voce Cuba no es liberal, no juzguen a personas que no conocen, por favor.
Sobre los cuidados que hay que tener con el régimen cubano: si realmente hubiera peligros graves que temer, Una Voce no daría nombres de personas y muchos otros datos por medio de internet, como hace con el sitio Una Voce Informa. 

"Una Voce Cuba no es liberal", dice el comunicado. ¿No es liberal? Luego, ¿es anti liberal? Porque o es lo uno o es lo otro: "el que no está conmigo está contra Mí". La negación de su condición de liberales hace patente que en los directores de Una Voce Cuba se da una grave ignorancia  acerca del liberalismo. Pero lo que ellos publican es una mezcla de verdades con herejías y errores liberales y de diversas clases, lo cual es típicamente liberal, pues el hombre liberal ha perdido el sentido de la contradicción.
Ellos afirman que “nos mueve el rencor a la FSSPX”,  y en eso juzgan ellos a personas que no conocen, y juzgan erradamente, como puede esperarse de quienes no saben lo que la palabra liberalismo significa. En lo que publicamos no hay difamación ni calumnia, sino una denuncia de hechos no desmentidos que demuestran que la neo-FSSPX se está convirtiendo en una comunidad Ecclesia Dei más. Los principios que la regían desgraciadamente están siendo olvidados, y las palabras de su Fundador van siendo enterradas gradualmente.
Recuerde Una Voce que la Comisión Ecclesia Dei nació con ocasión de la excomunión a Monseñor Lefebvre, Monseñor de Castro Mayer y los cuatro obispos. Todos sus miembros le dieron la espalda a Monseñor Lefebvre para darle la mano al Papa, al concilio liberal y a la nueva misa, y por más homenajes que le hagan, la realidad es que son cómplices de aquellos que lo castigaron con una injusta e inválida excomunión. Hasta hoy, Monseñor Lefebvre y Monseñor de Castro Mayer continúan sin ser “rehabilitados”. Por algo será.
Con el acostumbrado afecto para todos y la promesa de nuestras oraciones,

Javier Luis Candelario Diéguez.
Presidente de Una Voce Cuba.

Yassier J. Masuet Candelario
Secretario de Una Voce Cuba.
Un último comentario: el error de los que han hecho acuerdos con la Roma modernista, nació de poner como fundamento más el sentimiento que la Verdad y la Fe. Y esto lo decimos por el sentimentalismo que se observa en el comunicado de Una Voce.
El católico, cuya razón es iluminada por la Verdad y la Fe, debe dominar con el espíritu sus sentimientos y sus pasiones. El discípulo de Cristo debe ser el amo de sí mismo y no esclavo de “sentimientos”. Por consecuencia, debemos tener el control sobre sentimientos y pasiones, sobre todo cuando se trata de los obstáculos que estas tendencias ponen al cumplimiento de la voluntad de Dios en esta terrible crisis de la Iglesia, como cuando se siente miedo a perder la buena fama por ser calificado de cismático o de desobediente, etc. De lo que se trata es de seguir a Cristo, de amar la Verdad. Para eso fuimos creados y a combatir vinimos a la Iglesia militante. Hay que cumplir el deber sagrado de batallar contra los liberales, aunque éstos ocupen los más altos cargos en la Iglesia, pues el liberalismo es lo que está destruyendo a la Iglesia y enviando, por consecuencia, un inmenso número de almas al infierno. Salus animarum suprema lex. Hay que rechazar las ilusiones de que es posible mantener la paz con todos. Hay que tomar la cruz y hay que seguir a Cristo. Hay que comprender que Dios nos exige enfrentar a los modernistas que usurpan la Jerarquía eclesiástica, y que, por el contrario, someterse a esos herejes -como pretende Mons. Fellay y sus acuerdistas- es traicionar a Cristo. El que no entiende esto y sin embargo se dice “tradicionalista”, en realidad no ha entendido nada; y si está a la cabeza de alguna organización, es un ciego guía de ciegos.
« La mayor desgracia para un siglo o un país, es el abandono o la disminución de la verdad. Podemos recuperarnos de todo lo demás,  pero jamás nos recuperamos del sacrificio de los principios. Los caracteres pueden doblarse en momentos determinados y la moral pública puede recibir alguna ofensa del vicio o del mal ejemplo, pero no se pierde nada si las verdaderas doctrinas se sostienen en su integridad. Con ellas, todo podrá rehacerse tarde o temprano, los hombres y las instituciones, porque siempre somos capaces de regresar al bien cuando no hemos abandonado la verdad.
Lo que retiraría hasta la misma esperanza de salvación, es la deserción de los principios, fuera de los cuales nada hay sólido ni durable. El más grande servicio que puede hacer un hombre a sus semejantes en épocas de desfallecimiento y oscurecimiento, es el de afirmar la verdad sin temor, aunque no la escuchen; Porque es un surco de luz que se abre a través de las inteligencias y, si su voz no llega a dominar los ruidos del momento, por lo menos será recogida en el futuro como la mensajera de la salvación." (Monseñor Freppel, Panegírico de San Hilario, 19 de enero de 1873, en Rome et les ralliés, por Mons. Lefebvre, publicado por los Dominicos de Avrillé).

Leer el comunicado en Una Voce.